Plaza & Janés, 2.013
Premios: ninguno
Precio: 21,75 €
Adquisición: regalo
"Era tal el dolor, la conmoción que sufrieron al escuchar el relato del vecino, que en ese instante no derramaron ni una sola lágrima. Samuel agarró con fuerza el brazo de su padre, apoyándose en él, conteniendo las náuseas.
No podían moverse ni decir nada, sentían que les habían arrancado el alma".
La autora
Julia Navarro es una escritora y periodista nacida en 1.953 en Madrid. Después de escribir varios libros de actualidad política, publicó su primera novela, 'La Hermandad de la Sábana Santa', con la que logró un éxito sin precedentes en España situándose durante meses en los primeros puestos de las listas de ventas. 'La Biblia de barro' y 'La sangre de los inocentes' afianzaron su prestigio entre la crítica y el público, consiguiendo llegar a millones de lectores en todo el mundo, con traducciones en más de treinta países. Su siguiente novela, 'Dime quién soy', es un retrato de amor y traición. Su última novela se titula 'Dispara, yo ya estoy muerto'.
Sinopsis
Dos familias persiguen sus sueños y luchan por sobreponerse a su propio destino. Marian Miller, cooperante de una ONG, debe realizar un informe sobre los asentamientos ilegales de los judíos en territorio palestino. Para ello pretende recoger las versiones de ambos lados, una decisión que la llevará a citarse en Jerusalén con Ezequiel Zucker, un anciano que tiene, como tantas personas, muchas cosas que contar e, incluso, algún secreto que ocultar... Así, como si se tratara de un enorme puzzle en el que encajar muchas y complejas piezas, el viejo Ezequiel le irá relatando la historia de su familia, mientras ella le ofrecerá la versión árabe.
Mi crítica
'Dispara, yo ya estoy muerto' es una novela de más de mil páginas. Impresiona un tanto esta cifra cuando el lector decide querer enfrentarse a esta novela: muchas de las opciones que tenía se terminaban incluso antes de que en la obra de Julia Navarro se alcanzase la primera parte. Si decidí decantarme por ella fue porque me apetecía probar con algo de la autora, animada por las buenas críticas que leí en los diferentes blogs que suelo frecuentar semanalmente.
Cuando alcancé la tercera parte de la obra, mi balance era positivo. Entre otros aspectos, me gustó comprobar que aprendía fragmentos de la historia de los que no tenía conocimiento de mano de unos buenos personajes. En 'Dispara, yo ya estoy muerto' el lector puede observar el conflicto palestino-irsaelí desde una perspectiva en un principio bastante neutral, y desde sus inicios hasta nuestros días.
En mi opinión, Julia Navarro caracteriza a los árabes como personas muy apegadas a su religión; mientras que los judíos son gentes más emprendedoras. A unos, sus creencias les impiden prosperar; otros, por el contrario, están más abiertos al cambio.
También el papel de la mujer es radicalmente distinto en lo que a árabes y judíos respecta.
El ritmo, por aquel entonces, no se me antojó ni rápido ni lento: luego esa percepción cambiaría. De hecho, llega un momento en que el libro entra en una especie de calma chicha, de "punto muerto" y la acción se estanca y resiente muchísimo. Julia Navarro comienza a hablar demasiado sobre política, restándole protagonismo a sus personajes, y particularmente ese tema no me interesa. Siempre menciono lo mismo: en una obra de ficción deseo encontrar una historia, no que me detallen con pelos y señales el contexto histórico. Sin embargo, fui consciente desde el principio que en una novela tan larga no todo podía estar al mismo nivel, y esperé pacientemente a que la cosa remontase.
Y mereció la pena, porque finalmente el libro se pone muy interesante. El último tercio de 'Dispara, yo ya estoy muerto' merece muchísimo la pena. La acción se pone de nuevo en marcha porque la autora vuelve a centrarse en los personajes y no tanto en el contexto que los rodea.
De hecho, las circunstancias son muy fuertes: tanto, que los personajes son arrastrados por ellas sin que puedan hacer nada por evitarlo. Es algo lógico dada la brutal situación que han venido soportando a lo largo de las décadas. 'Dispara, yo ya estoy muerto' muestra la cara más amarga del conflicto árabe-israelí.
El final me pareció sorprendente pero no del todo en el buen sentido de la palabra. Me resultó un poco forzado, teniendo en cuenta el carácter que vino demostrando tener un personaje concreto a lo largo de la novela, no es verosímil que la novela termine de la manera en que lo ha hecho. No es que Julia Navarro prepare al lector para este final, sino todo lo contrario y eso no me gustó.
Conclusión
Lo que se obtiene de 'Dispara, yo ya estoy muerto' es que las circunstancias vencen sobre los lazos de amistad: algo triste, pero bastante cierto por desgracia. No es una verdad absoluta que pueda ser aplicable a todos los personajes, pero sí que es algo que la novela recoge. Una novela sobre los prejucios que tiene el hombre hacia el hombre que es diferente a él.
En resumen, en la novela de Julia Navarro el lector podrá encontrar dos puntos de vista de una misma historia. Nunca sentí que la lectura enganchaba en exceso, pero sí que disfruté leyéndolo. Ciertos aspectos de 'Dispara, yo ya estoy muerto' me han gustado mucho peor otros francamente me han aburrido. Considero que esta novela gustará a aquellos lectores que no tengan formada una opinión clara sobre el conflicto de Oriente Próximo, mientras que a los que sí la tengan quizá les desagraden algunos pasajes. Volveré a leer algo de la autora madrileña en un futuro.
Valoración: 7/10
¿Recomendada?: Sí.