Booket, 2.006 (primera edición 1.978)
Adaptación cinematográfica de Vicente Aranda en 1.979
Premios: premio Planeta 1.978
Precio: 6,95 € (edición de bolsillo)
Adquisición: a través de BookMooch
El autor
Juan Marsé nació en Barcelona en 1.933. Sin terminar sus estudios, se dedicó desde la adolescencia al oficio de joyero. En 1.958 inició su carrera literaria con unos relatos que fueron publicados en revistas. Un año más tarde, afincado en París, obtenía su primer premio literario por un cuento. En 1.961 publicó publicó su primera novela 'Encerrados con un solo juguete'.
En 1.962 vuelve a Barcelona, donde publica 'Esta cara de la luna', hoy repudiada por el autor y desterrada del catálogo de sus Obras Completas.
En 1.970 publica 'La oscura historia de la prima Montse', una de las obras clave del autor catalán. La década de los 90 supone la consagración definitiva de Juan Marsé: en 1.990 recibe Premio Ateneo de Sevilla por 'El amante bilingüe' y en 1.994 le conceden por 'El embrujo de Shanghai' el Premio de la Crítica.Su obra ha sido traducida a diversos idiomas (alemán, francés, húngaro, inglés, polaco, rumano...) y varias de sus novelas han sido adaptadas al cine y al teatro, como 'Últimas tardes con Teresa' y 'La muchacha de las bragas de oro', entre otras.
Sinópsis
Luys Forest, viejo escritor falangista, viudo y con un prestigio literario ya reducido a casi nada, se dedica a escribir su memorias, en las que retoca incesantemente su pasado para convertir hechos vulgares, desagradables o incómodos en lo que le parece más novelesco, poético u oportuno en la situación actual. Con él vive su sobrina Mariana: la muchacha de las bragas de oro, que se dedica a tratar de seducirle y a acosarle combatiendo sus fabulaciones mentirosas.
Mi crítica
Lo reconozco: si leí en su día 'La muchacha de las bragas de oro' fue por culpa de su sugerente título. Me apetecía mucho cambiar de registro y leer algo que fuera más atrevido de lo que suelo elegir normalmente como lectura. Era la primera vez que leía algo de Juan Marsé, y la verdad es que no me he vuelto a animar desde entonces.
Lo primero que llamó mi atención el personaje de Luys Forest. Es un hombre cuyo objetivo, avanzado ya el otoño de su vida, es redimirse del compromiso que adquirió en otra época con el régimen franquista. Escribiendo sus memorias pretende lavar su imagen y su conciencia, optando por reescribir su historia conforme a los nuevos vientos que soplan. Se pone encima una chaqueta política que está más de moda, menos roída por las polillas.
Quizá con ello Juan Marsé quiso homenajear a todos los Luys Forest que aparecieron tras la muerte de Franco.
No es casual que esta novela se publicara (y además, avalada por la editorial Planeta con su premio más famoso) cuando el cadáver del dictador estaba aún tibio y la democracia, a punto de dar a luz.
La labor ocupa todo el tiempo del jubilado. Tan sólo se ve interrumpida por los paseos que da con el perro por la playa. Sin embargo todo cambia con la llegada de Mariana, su rebelde sobrina: la muchacha de las bragas de oro. Mariana es un personaje que, pese a ser inteligente y mordaz, no me llegó nunca a convencer. Es una niña mimada y consentida que ha agotado la paciencia de su madre, y que por ello es enviada con el tío Lluys, con la intención de que el cambio de aires le baje un poco los humos.
Muchos lectores piensan que el personaje de Mariana está excesivamente erotizado. Puede que tengan razón, pero particularmente disfruté con las travesuras de la joven y me encantó la forma en que juega con Luys Forest.
El pobre jubilado parece un ovillo de lana en manos de un gatito precioso que parece inocente pero traicionero, que en cuanto se le antoja, saca las uñas.
'La muchacha de las bragas de oro' es una novela en la que el autor, Juan Marsé, juega al despiste con sus personajes y también con el lector. Qué es real y qué es mentira, qué ocultan y qué desean mostrar tío y sobrina. Los hechos acontecidos en el pasado resucitan para trastocar el presente. Pero surge algo más: tanto Mariana como Luys Forrest luchan por ser el dios del universo que comparten. Ambos desean construir una realidad paralela en la que poder tener todo el control. Sin embargo, los límites comienzan a desdibujarse y distinguir entre lo real y lo ficticio comienza a tornarse cada vez más difícil. Su distorsionada realidad se apodera de sus vidas.
El lector también participa en este juego incoscientemente, quiera o no. Hay momentos en los que es imposible distinguir entre las verdades a medias y las mentiras encubiertas y uno acaba perdido sin remedio.
Esta novela me decepcionó. A pesar de que Juan Marsé escribe muy, muy bien, y a pesar de que disfruté del uso de las metáforas que salpican su prosa, de su rico vocabulario y de pasajes estelares en los que mostraba su habilidad con las letras y su ingenio, creo que su tan característica escritura es un impedimento para que llegue a todo el mundo. Tiene mucha personalidad escribiendo, es muy meticuloso en los detalles más nimios y adjetiva muchísimo. Uno de los rasgos que acusé fue, por ejemplo, la extensión de ciertos párrafos excesivamente largos llegando a superar los cincuenta renglones. Tampoco me convencieron los diálogos y hubo veces en que mantener los ojos entre sus páginas se me hizo tarea casi imposible. La estructura de la novela me resultó un poco caótica, sin llegar a ser compleja. Esto no contribuyó a que mejorara mi valoración de la misma, ni mucho menos. No pude evitar perderme entre tantas mentiras, medias verdades y verdades matizadas.
Si soy totalmente sincera, los únicos momentos en que sentía que me enganchaba la lectura fueron aquellos en que se relataba los crueles enfrentamientos entre Mariana y Luys Forrest. Y digo crueles porque Mariana teje una tela de araña insalvable. Ese duelo entre tío y sobrina, no sólo intelectual sino también erótico es lo mejor de la novela, sin duda alguna.
El final de 'La muchacha de las bragas de oro' podría haber dado mucho más de sí, en mi opinión. Si no lo hace es debido a las confusiones que tiene el lector tras la lectura de los anteriores capítulos. No pude disfrutar igual del momento más intenso de la novela precisamente por todas esas falsas verdades y mentiras que son ciertas. Sentí como si Juan Marsé me hubiese anestesiado ante el final.
La novela para en mi opinión falla porque en lugar de conjugar la historia de una seducción un tanto polémica -el jubilado y la adolescente- con una trama sólida, la parte de las memorias del falangista es abordada desde una perspectiva no demasiado atractiva.
Este es un ejemplo de premio Planeta que no ha sabido resistir bien el paso del tiempo. ha envejecido mal y se ha quedado apalancada en la década de los setenta. La muchacha se ha convertido en una mujer madura a la que las bragas de oro no le sientan tan bien como antaño.
Conclusión
La novela es mucho más que grandes dosis de erotismo y la crónica de una seducción, pero no conseguí que el recuerdo que me inspira la novela a día de hoy llegue mucho más allá. La tensión sexual está muy bien marcada, para mí es la mejor parte de 'La muchacha de las bragas de oro'. Sin embargo, la otra parte de la novela, la falsa biografía y el juego de las mentiras y las verdades, es tan aburrida a mi parecer que daña gravemente la percepción del conjunto de la obra.
No lo recomendaría, pero supongo que hay quienes disfrutarán de su lectura. Los fans del autor quizá le encuentren el valor que yo no le he sabido (o no he querido) darle. A quien le pique la curiosidad, ya sabe. Y que luego me lo cuente.
Valoración: 6/10
¿Recomendada?: No.