Planeta, 2.002
Premios: Planeta 2.002
Precio: 19 € (7,95 € edición de bolsillo)
Adquisición: a través de BookMooch
"Y es que sabía perfectamente que para ese muchacho beato de diecisiete años, esto era inmenso y podía ser terrible".
El autor
Alfredo Bryce Echenique es un escritor peruano nacido en Lima en 1.939. Se educó en el seno de la oligarquía limeña. Desde 1.984 vive en España, aunque suele pasar largas temporadas en su país.
Ha trabajado como profesor en diversas universidades. También ha impartido charlas y asistido como ponente a conferencias en congresos de escritores en numerosos países latinoamericanos y europeos.
A pesar de que tanto crítica como público coinciden en señalar la originalidad que presenta la obra de ficción de Alfredo Bryce Echenique, el escritor protagonizó un escándalo relacionado con el plagio de artículos periodísticos por el que se vio obligado a pagar una multa. Él siempre ha defendido su inocencia.Ha escrito varios libros, pero es conocido, al menos en España, por ser ganador del premio Planeta en el año 2.002 con 'El huerto de mi amada'.
Sinópsis
Lima, década de 1.950: Carlitos Alegre, un adolescente de diecisiete años que debe prepararse para los exámenes de acceso a la universidad, decide dejarse caer por la fiesta que su distinguida familia da en el jardín de la casa, donde se siente inmediatamente atraído por una de las invitadas: Natalia de Larrea, una bella y acaudalada mujer que es el centro de atención de las miradas masculinas. Los celos que despierta el aparatoso baile de Carlitos y Natalia desencadenan una delirante pelea de la que se zafan los dos amantes, que se van a vivir a la casa de campo de ella. Sin embargo, el idilio entre el chico y la aristócrata ha escandalizado tanto a sus familiares y amigos, que el padre de él llega a demandarla por corrupción de menores. Esto les obliga a adoptar alternativas para poder seguir dando rienda suelta a su pasión.
Mi crítica
Desde la primera página llama la atención el peculiar estilo narrativo de Alfredo Bryce Echenique. Se caracteriza por el uso de frases excesivamente largas en las que vomita información al lector sin ningún tipo de orden ni concierto. Al menos, esa es la impresión que a mí me ha dado. Como lectora, sentía que me ahogaba en ese torrente de palabras. Me saturó su modo de narrar, llegando incluso a resultarme insoportable en ocasiones.
Caótico en extremo y totalmente informal (con algunos je, je, je incluidos no en los diálogos, sino en las líneas destinadas a la voz del narrador omnisciente). Una prosa en exceso relajada, como si en realidad disparara anécdotas, una detrás de otra, hasta formar una fila que se convierte en novela.
Caótico en extremo y totalmente informal (con algunos je, je, je incluidos no en los diálogos, sino en las líneas destinadas a la voz del narrador omnisciente). Una prosa en exceso relajada, como si en realidad disparara anécdotas, una detrás de otra, hasta formar una fila que se convierte en novela.
Desde luego, a Alfredo Bryce Echenique no le falta personalidad escribiendo, más bien todo lo contrario. Su estilo es único, pero no está hecho para la mayoría de los lectores. Es alocado, salvaje y personalmente me aturde un poco.
Podría deducirse después de leer estas líneas que la acción transcurre muy de prisa, pero es justo al contrario: si se analiza detenidamente uno se percata de que precisamente debido a toda esa avalancha de datos el ritmo de la novela es lento. Es fácil perderse entre tanto detalle, pero no cuesta seguir el hilo.
Podría deducirse después de leer estas líneas que la acción transcurre muy de prisa, pero es justo al contrario: si se analiza detenidamente uno se percata de que precisamente debido a toda esa avalancha de datos el ritmo de la novela es lento. Es fácil perderse entre tanto detalle, pero no cuesta seguir el hilo.
Los personajes son muy exagerados. Me explico: parece que sólo se dejan llevar por el rasgo más significativo de su personalidad llevado hasta el extremo, que el autor se ha encargado de hacérnoslo ver por activa y por pasiva. Todos parecen acusar un trastorno histriónico de la personalidad. Las emociones son llevadas al límite, así como las necesidades.
Otra cosa que me pone nerviosa y que ya me ha sucedido con más de un autor es la manía que les da, a algunos, por introducir anglicismos en su prosa sin ton ni son, sin venir a cuento. A pesar de que ‘El huerto de mi amada’ está relatado en tercera persona, más que un narrador omnisciente parece ser uno de los amigos que integran el estrecho círculo social de la jet set peruana de mediados del pasado siglo. Un testigo de los acontecimientos que, tal cual lo ve, lo cuenta.
El protagonista, Carlitos Alegre, no está a la altura de merecer tal papel. Es insulso, me sabe a poco. No da demasiado juego. Es un personaje que no tiene mucha capacidad de conectar con el lector. En cambio, su amante, Natalia de Larrea es harina de otro costal. Es más coherente: una hembra espectacular, una femme fatal estilo andino. Forman una pareja extraña, que nunca llega a encajar del todo.
El final, teniendo en cuenta los caracteres de la pareja, que es el epicentro de ‘El huerto de mi amada’, era de esperar. Es nostálgico, mucho más serio y trascendental (si se me permite el adjetivo que, en esta reseña, suena como una palabrota) que el resto de la novela... hasta cierto punto. Alfredo Bryce Echenique vuelve a las andadas en seguida, a sus extravagancias.
Las últimas páginas no me han gustado, pero tampoco me han agradado las anteriores. Aunque siempre presto atención a las conclusiones de las obras ya que, en muchos casos, me ayudan a equilibrar la balanza de la valoración hacia un lado o hacia el otro, en ‘El huerto de mi amada’ casi es lo de menos.
Conclusión
Comencé a leer esta novela más que con ganas, con dudas. Me apetecía leer a un escritor sudamericano y lo cierto es que esta no ha sido la elección más adecuada.
Si tuviera que calificar, tanto al autor como a esta obra, con un adjetivo, elegiría sin duda extravagante. Por lo que he podido leer por la blogosfera, es un autor que o bien encanta a los lectores o bien provoca un fuerte rechazo. Me incluyo en esta última categoría.
No lo recomiendo para nada. Ni esta obra ni ninguna del autor a juzgar por su estrambótico estilo. Suena cruel, pero ‘El huerto de mi amada’ me ha parecido una total pérdida de tiempo.
Valoración: 3/10
¿Recomendada?: No.