Alfaguara, 2.001
Premios: ninguno.
Adaptación cinematográfica de José Luis Cuerda en 2.006
Precio: 5,95 € (descatalogado en las principales librerías)
Adquisición: intercambio.
El autor
Didier van Cauwelaert es un autor francés nacido en 1.960 y es muy conocido en el campo de la literatura contemporánea. En 1.997 recibió el Gran premio del teatro de la Academia francesa, que se concede para distinguir la carrera dramática de un autor. A los ocho años ya había enviado obras suyas a los principales editores de París para intentar sin éxito que se las publicaran. No consiguió finalizar sus estudios literarios y buscó trabajos ocasionales de poco futuro: clases de windsurf y de canto. En 1.982 publica su primera novela, con la que gana el Premio Del Duca. A esa novela y a ese premio le siguen otros de importancia creciente hasta que consigue el más importante de los que se entregan en Francia: el Goncourt en 1.994 por 'Un billete de ida'. Es autor de una obra amplia y que ha llegado a un público extenso, debido al humor, a la ternura y a la generosidad. Su obra está marcada en parte por personajes con problemas de identidad, incapaces de asumir la posición que ocupan en la sociedad, con frecuencia debido a la ausencia de referentes paternos.
Sinopsis
Desde que conoció a Ingrid y a su hijo Raoul, Nicolas Rockel se ha considerado un hombre afortunado. Tras cuatro años de idílica convivencia, Ingrid le anuncia que ha decidido abandonarlo. Desorientado, Nicolas parece resignarse a perder a las dos personas a las que más quiere en este mundo. A su vez, el pequeño Raoul ya ha emprendido una extraordinaria búsqueda: sólo un hada puede salvar el matrimonio de sus padres. Pero ¿existen las hadas? Por otra parte, una joven exiliada iraquí desea ver cumplido su sueño: terminar sus estudios de literatura en la Sorbona. A punto de rendirse, permanece a la espera de una señal, de algo -o de alguien- que la ayude a seguir adelante.
Mi crítica
'La educación de un hada' no es una mala lectura: se lee rápido, encierra una historia tierna, contada de manera sencilla. El mensaje que pretende transmitir Didier van Cauwelaert con su obra llega fácilmente al lector. Me hubiese, sin embargo, gustado que la lectura fuera más allá de lo obvio y lo evidente.
El punto negativo de esta obra es, sin duda, el hecho de que en el último tercio de la novela la acción se acelere tanto. Era, a mi juicio, la parte que más podía ser disfrutada: la trama estaba ya conducida para que el lector fuese testigo del desenlace a todo lo anteriormente visto y expuesto. La magia que existía en las páginas previas se disipa por culpa de unas extrañas prisas que parecen entrarle al autor. No me ha transmitido tanto el final como debería, sino que todas las emociones han llegado atenuadas.
La sorpresa que aguarda al lector al final con respecto a los motivos que alberga cierto personaje para comportarse del modo en que lo hace se revela de un modo que no me ha convencido tampoco. Dicha revelación podría haber tenido un mayor impacto, pero el ritmo acelerado se encarga de barrer también las repercusiones de los misterios que salen a la luz. Un misterio que, en sí mismo, me resultó un tanto manido.
La manera en que está escrita 'La educación de un hada', sus diálogos y el modo en que los personajes principales están conectados son, sin embargo, los elementos que más me han gustado. Es lo que hace que la lectura merezca la pena. Didier van Cauwelaert muestra una sensibilidad fuera de lo común tan sólo superada por la sensación que transmite de querer huir de esta realidad a toda costa. Una realidad injusta y despiadada de la que nos aleja a través de este libro. En el mundo de fantasía de las hadas que Nicolas inventa para su hijo (o, mejor dicho, que el autor inventa quizá para sí mismo), todo es posible. Solo hay que tener la mente abierta, como la de un niño, nos trata de decir Didier van Cauwelaert, para poder reconocer a las hadas y saber que existen.
Como mencionaba anteriormente, lo que menos me ha gustado ha sido el final. Además de los motivos que he dado, se añade que en cierto sentido es un cierre abierto, dejando varias incógnitas sin resolver del todo. Concretamente, me hubiese gustado saber qué sucede con el hada, que bajo mi punto de vista debería haber tenido más protagonismo en la historia en detrimento del personaje de Ingrid, que es plano y gris, y no sé hasta qué punto está configurado así intencionadamente.
En cambio, los tres personajes principales (Nicolas, Raoul y César) me han parecido destacables. La trama no es un elemento destacable en la novela, al contrario de lo que sucede en muchas otras obras. Precisamente, son las figuras que intervienen en 'La educación de un hada' las que sostienen la novela, son los que hacen que la lectura merezca la pena. Desconocía que la novela tuviese adaptación cinematográfica. No creo que la vea, puesto que la obra no ha suscitado en mi tanta curiosidad como para volver a recrearme en la historia que cuenta a través de las imágenes.
Conclusión
'La educación de un hada' me ha parecido una buena lectura, pero tampoco la considero algo imprescindible, ni me ha aportado mucho más allá del mero entretenimiento. Esta sensación poco a poco se irá disipando a medida que los meses me separen de esta lectura, hasta formar parte de la amalgama literaria que voy dejando atrás.
Recomendaría esta novela a quienes se sientan atraidos tanto por la reseña como por la sinopsis y, sobre todo, a los que todavía no hayan dejado de creer en ese mundo mágico al que se puede acudir cuando los miedos nos azotan o cuando las cosas simplemente no van bien. 'La educación de un hada' apenas supera las doscientas páginas, lo que la convierte en la novela perfecta para comenzar y terminar durante una tarde de lectura.
Valoración: 6,5/10
¿Recomendada?: Sí.