DeBolsillo, 2.011 (primera edición 1.868)
Adaptación cinematográfica (entre otras) de Gillian Armstrong en 1.994
Premios: ninguno
Precio: 8,95 €
Adquisición:a través de libroscompartidos
"Como nuestros lectores jóvenes querrán formarse una idea del aspecto de nuestras heroínas, aprovecharemos para trazar un dibujo de las cuatro hermanas ocupadas en hacer calceta en un crepúsculo de diciembre, mientras fuera caía silenciosamente la nieve y dentro de la casa chisporroteaba alegremente el fuego. El cuarto era agradable, aunque la alfombra estaba algo descolorida y los muebles eran de una simplicidad severa; buenos cuadros colgaban de las paredes, en los estantes había libros, florecían crisantemos y rosas de Navidad en las ventanas, y por toda la casa flotaba una atmósfera de paz".
La autora
Louisa May Alcott fue una escritora norteamericana nacida en Pennsylvania en 1.832 y fallecida en 1.888. Fue educada por su padre y por varios conocidos educadores amigos de éste. Debido a las condiciones de pobreza de su familia, se vio obligada a trabajar en diferentes puestos de empleo desde muy joven, hasta que pudo empezar a vivir de lo que escribía, mostrando dos líneas de escritura muy distintas: la línea de creación para jóvenes mujeres que resaltaba los valores tradicionales ('Mujercitas', 'Los muchachos de Jo') y otra línea más adulta, que incluía una serie de novelas de tipo romántico que publicaba bajo el pseudónimo de A. N. Barnhard, además de una obra seria para adultos denominada 'Un Mefistófeles moderno' (1.875).
Sinopsis
La señora March y sus cuatro hijas conviven compartiendo sus aspiraciones intelectuales, sus complicaciones, sus enamoramientos y su vida. Las niñas irán creciendo con gran espíritu de libertad individual, inusual para la época. Ellas demuestran sus aptitudes sociales tocando el piano, bordando o manteniendo una conversación fluida, amable y elegante. El ‘gran salón burgués” es la región del decoro y de las confesiones amorosas, al tiempo que actúa como soporte para interpretar y cuestionar diferentes aspectos de la Guerra Civil norteamericana.
Mi crítica
Tenía muchas ganas de leer un clásico: ya tocaba. Para mi desgracia, la experiencia con esta novela no ha sido positiva, y creo que el mayor error que he cometido ha sido leerla con cierta edad. Si hubiese leído esta novela con diez años menos, seguramente mi opinión sobre 'Mujercitas' hubiera sido totalmente distinta. Por ello, el mejor consejo que puedo dar a través de esta reseña es: leedlo cuanto antes. Sí, puede haber casos de lectores ya adultos que han disfrutado enormemente leyendo la obra de Louisa May Alcott, pero por si acaso, no lo dejéis para más adelante si vuestra intención es leer 'Mujercitas'.
La tropa de adolescentes hormonadas que son las protagonistas han sido educadas en torno a cierto sistema de valores que tratan de alejarlas de la envidia, la codicia, el egoísmo, la pereza... pero ellas tendrán que ir aprendiendo a lo largo de las experiencias que les va deparando la vida, por las malas. A través de pequeños disgustos, apoyos fraternales y "lecciones de mamá", irán madurando.
En el fondo, todas son unas santas. Sí, hacen pequeñas travesuras aquí y allá, desearían tener vestidos bonitos que ponerse o no tener que trabajar, pero no se les puede culpar por ello. Cada giro de la trama concluye con una especie de moraleja que se aplica la hermana March en cuestión que haya protagonizado el pasaje, y todas aprenden algo, mejoran como personas.
Tuve la sensación de que la autora trata de adoctrinar, a través de sus protagonistas, a los lectores de su libro y esas supuestas lecciones de moralidad no me gustaron en absoluto. Además, al final de cada capítulo todas terminan abrazadas, junto a su madre, expresando su amor incondicional por los demás, en torno al calor de una chimenea en una postal idílica. Una familia feliz a pesar de las circunstancias. Todo ello, por supuesto, no sería posible si los personajes no se amoldaran a los férreos principios modales que se inculcaban los unos a los otros.
No sé si será porque he sido educada de otra manera bien distinta, pero no logro simpatizar con ninguna de las hermanas. Aparte de los siglos que separan nuestras épocas, y aparte de que todas y cada una de ellas (sin excepción) son adorables, me resultaron cansinas, molestas. Como cualquier adolescente de nuestro tiempo, siempre andan preocupadas por nimiedades y fruslerías. Sin embargo, en 'Mujercitas' esto contrasta con el contexto de una guerra civil que se libraba fuera de los muros de su casa.
Bajo mi punto de vista, la obra de Louisa May Alcott no es demasiado entretenida porque apenas sucede algo interesante de verdad. Más allá de los rifirrafes de las niñas, sus berrinches, reconciliaciones y amistad con los vecinos, apenas hay nada. Todo lo que ocurre en la trama se queda a un nivel que no supera la anécdota. El argumento está recubierto de capas y capas de inocencia que me resultaron soporíferas.
En el último tercio de la novela, debo admitir que la cosa mejoró un poco, pues comienza a haber más acción. La obra adquiere un tinte melodramático, pero al menos no me resultó aburrida de leer. El final está en sintonía con la línea que ha ido trazando la novela a lo largo sus páginas: edulcorado, bastante feliz y empalagoso.
Conclusión
Quizá mi problema es que tenía las expectativas muy altas en torno a este clásico. Suelo disfrutar mucho con las novelas escritas en el siglo XIX, pero esta no tiene nada que ver con lo que había leído hasta ahora. Reconozco que la lectura me ha aburrido durante casi toda la novela y me apena mucho hacer esta confesión. Si continué la lectura, fue porque deseaba que la próxima página me introdujera de nuevo en la historia, algo que jamás sucedió.
No creo que vea la película, ninguna de sus múltiples adaptaciones. Entiendo que haya lectores furiosos por mi reseña, pero yo soy la primera que estoy dolida por mis propias impresiones sobre la obra. Ojalá pudiera afirmar que me ha encantado 'Mujercitas', pero no ha sido así. Por tanto, para ser consecuente no la voy a recomendar, excepto a lectores jóvenes. Para aquellos que hace tiempo nos hemos desencantado con el mundo, la obra de Louisa May Alcott es, simplemente, una quimera envuelta en nubes de algodón de azúcar.
¿Recomendada?: No.