lunes, 29 de febrero de 2016

Memento mori, César Pérez Gellida







Suma de Letras, 2.013
Premios: ninguno.
Precio: 19 €
Adquisición: librería de segunda mano.









El autor

César Pérez Gellida es un autor nacido en Valladolid en 1.974. Ha desarrollado su carrera profesional en distintos puestos de dirección comercial, marketing y comunicación en empresas vinculadas con el mundo de las Telecomunicaciones, hasta que en 2.011 decidió trasladarse a Madrid con su familia para poder dedicarse en exclusiva a su carrera de escritor. Su obra más famosa es la trilogía de novela policíaca 'Versos, canciones y trocitos de carne'. En mayo de 2.013 le otorgaron el Premio Racimo de oro de Literatura. En septiembre de 2.014 le concedieron la Medalla de Honor de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses. En noviembre de 2.014 le otorgaron el Premio Piñón de Oro. 

Sinopsis

Septiembre de 2.010. Nada le hacía presagiar al inspector de homicidios de Valladolid Ramiro Sancho que acababa de dar comienzo una pesadilla que lo dejaría marcado para el resto de sus días.La investigación del asesinato de una joven ecuatoriana a la que le han mutilado los párpados y cuyo cuerpo han encontrado unos versos amenazantes.

Mi crítica

Decidí hacerme con este libro motivada por las buenas críticas que comenzaron a surgir a lo largo y ancho de internet. Poco a poco todos mis blogs de referencia lo leían, calificándolo después como una buena lectura. Una vez terminado, opino que no es para tanto, honestamente. Ha estado bien la experiencia, pero no me ha resultado tan interesante como para continuar con la trilogía.

'Memento mori' presenta una trama llamativa y fácil de seguir, de ritmo bastante ágil. César Pérez Gellida se recrea en ciertos detalles y comienza fuerte. Personalmente me gusta cuando los autores de novela policíaca se explayan, puesto que la ciencia forense siempre ha llamado mi atención. Se sabe más del asesino atendiendo a su manera de matar que a los esfuerzos de cualquier autor por hacer llegar al lector el personaje. 

En este caso, el asesino de 'Memento mori' presenta algunas particularidades que me han resultado interesantes y otras que no tanto. Por ejemplo, el hecho de que su vida tenga banda sonora no me ha convencido en absoluto. Ya expliqué hace poco en otra reseña que los gustos musicales son muy personales, y que si están en las antípodas de lo que aparece en determinado libro esto puede influir muy negativamente en el lector en cuestión. Me ha faltado algo para que el asesino fuera un personaje a la altura: y es que no ha logrado despertar en mí ni un atisbo de sentimiento. Es un asesino típico de Estados Unidos, trasplantado a España. Me he sentido igual de fría que él, y eso hemos tenido en común. Curioso que lo que nos haya unido no fuera la música, quizá como pretendía el autor, sino la falta de empatía.

Sin lugar a dudas, el mejor personaje de todos es Carapocha. En esto coincido con la inmensa mayoría. Además de resultar muy entretenidas sus anécdotas y muy ágil su capacidad de réplica, aparece en el momento más oportuno. Justo cuando la trama estaba decayendo, bajo mi punto de vista. Necesitaba un repunte como fuera, y surgió Carapocha. Los datos que arroja no sólo relacionados con el caso, sino con las investigaciones fruto de los exámenes psicológicos y psiquiátricos a los asesinos en serie más conocidos de la historia reciente, me resultaron muy llamativos y curiosos.

'Memento mori' es una lectura que presenta, bajo mi punto de vista, muchos altibajos. Tal vez demasiados. Apenas hay momentos neutros. Los momentos musicales lograron, en mi caso, empañar en gran medida lo que la novela intenta transmitir en cada instante. Para mi fueron una interferencia que se ponía en mi camino cada vez que intentaba disfrutar de la lectura. Los latinajos, a diferencia de lo que les ha sucedido a otros lectores, no me han molestado. 

Las sorpresas que César Pérez Gellida se guarda bajo la manga me han resultado chocantes. Las últimas cien páginas han sido vertiginosas. Quizá otros lectores más experimentados en leer novela policíaca sí que las han visto venir; no así en mi caso. Las he recibido por tanto con buenos ojos (aunque no todas), porque las piezas han ido encajando sin que la acción resultara predecible. A pesar de ello, me ha fallado el desarrollo de determinados personajes, y tampoco puedo celebrar ese final tan abierto que exclama a gritos segunda parte.

Conclusión

En mi opinión 'Memento mori' reúne punto por punto todos los elementos necesarios (y ni uno menos) para cocinar el típico best-seller. Esto no lo resalto como algo negativo, pero sí que considero se debe tener en cuenta a la hora de determinar si se lee este libro o no. Quien haya disfrutado con los best-sellers típicos del género de los últimos años (Dolores Redondo, incluso la saga 'Millenium'), seguramente disfrute con 'Memento mori'. Hay ocasiones en las que apetecen más estas lecturas que otras, y sin duda, hay que aprovecharlos con las obras que ponen este tipo de autores en el mercado. No me extrañaría ver este libro, y los otros dos, convertidos en película más temprano que tarde. Al menos, de la banda sonora no tendrán que preocuparse.

Valoración: 7/10
¿Recomendada?: .

viernes, 26 de febrero de 2016

El abuelo, Benito Pérez Galdós







Alianza Editorial, 2.008 (primera edición 1.897)
Premios: ninguno.
Precio: 9 €
Adquisición: librería de segunda mano.








El autor

Ya presenté al autor, Benito Pérez Galdós, en mi reseña de 'Marianela'.

Sinopsis

Tras haber agotado en Perú su vida en una fracasada aventura americana y casi ciego, el conde de Abrit regresa a su rincón natural en España al recibir la noticia de la muerte de su único hijo. En su solar familiar, el viejo aristócrata recibirá una nueva sorpresa del destino: una de sus dos nietas es ilegítima, fruto de la infidelidad de Lucrecia con un pintor. Decidido a descubrir cuál es su nieta de sangre.

Mi crítica

Tras la grata sorpresa que me llevé con 'Marianela', decidí probar suerte con 'El abuelo', una obra más que conocida de Benito Pérez Galdós, llevada con bastante éxito a la gran pantalla con Fernando Fernán Gómez en el magistral papel del abuelo. He de confesar que la película de Garci me llegó más que el libro. Antes de volverme una fanática de las novelas pensaba que esto no podía suceder. De hecho, es un tópico escuchar "los libros nunca pueden llegar al mismo nivel que las películas". Esto es cierto en la inmensa mayoría de los casos pero en otros, no se cumple. 

Esta valoración es muy personal: cada uno juzga movido por distintos parámetros, su criterio, los motivos por los que prefiere o le gusta una en detrimento de otra. Voy a tratar de explicar los míos a continuación. Para empezar, el personaje del abuelo domina toda la novela. Una novela que, por lo visto, el propio autor se negó a escribir de manera tradicional. Prefirió optar por realizar una combinación de algunas características de la novela (como las amplias descripciones), y del teatro (incorporando el nombre en mayúsculas seguido de dos puntos y el texto del personaje que corresponda). 

Esto, a medio caballo entre ambos géneros, no me gusta. Me parece que esta especie experimento amortigua la fuerza de la obra. Al igual que muchas del señor Galdós, 'El abuelo' es como una cebolla: tiene múltiples capas, múltiples lecturas. Si nos quedamos en la primera disfrutamos, pero si continuamos explorando, reflexionando sobre sus palabras y el sentido que tienen, disfrutamos aún más. Este hombre era todo un genio de las letras. Pocos novelistas de hoy en día pueden dar lecciones y escribir tan bien al mismo tiempo.

En concreto, esta obra se desarrolla por espacio de cinco jornadas cuya línea divisoria se establece por capítulos. Cada uno de ellos está introducido por una descripción bien de personajes, bien de lugares; unas más largas, otras más breves. La calidad de ellas, en mi opinión, también varía bastante.

La manera de exponer los diálogos, que por lo visto también emplea en otras obras, bajo mi punto de vista le otorga excesiva importancia a este elemento, restándosela a las figuras retóricas y demás adornos estilísticos propios de las novelas. Particularmente, esto no termina de agradarme. De este modo las descripciones (sin duda, uno de los puntos fuertes del autor), quedan relegadas a un segundo plano casi anecdótico. Hasta donde yo sé, existe una variedad de opiniones: algunos piensan que 'El abuelo' es una novela y los que piensan que es una obra de teatro. 

Como ya mencioné anteriormente, la novela está dominada por la figura del cónde de Albrit. Un hombre viejo, venido a menos, un noble al que las desgracias han reducido a su mínima expresión. El león, como le llamaban en su día debido a su temperamento es ahora objeto de burla de empleados domésticos y demás gente del pueblo al que retorna. Lo único le que queda de aquellos días es la melena, ahora cana, pero igual de espesa y alborotada que antaño. El conde de Albrit sólo desea vivir en paz sus últimos días. Sabe que los demonios del pasado no dejarán de atormentarle, pero se conforma con que el destino le dé la oportunidad de poder acallar sus dudas y resolver una incógnita que le corroe las entrañas.

Su ceguera no es sólo real, sino simbólica. Es incapaz de distinguir entre formas y colores, a lo sumo distingue sombras; y tampoco es capaz de discernir entre la verdad y la mentira, lo falso y lo verdadero, lo autóctono y lo foráneo, lo que debe ser bienvenido y lo que no. Lo que intenta dilucidar el abuelo es cuál de sus dos nietas es sangre de su sangre, pues sabe que una de ellas es fruto de la relación extramatrimonial que mantuvo su nuera con su amante. Ella, que le odia, jamás le despejará sus dudas, y durante toda la novela el conde de Albrit intentará, mediante razonamientos, interrogatorios, pruebas que les pone a las muchachas, llegar a una conclusión que le satisfaga.

A pesar de que el abuelo esté en sus últimos días y atormentado, siempre parece haber un rayo de esperanza en la escritura de Galdós. El personaje evoluciona hasta convertirse en la mejor persona que podía ser. El final ni es forzado ni supone un cambio brusco a juzgar por el devenir anterior de la trama, y por ello me parece válido, y además me encanta. No debemos olvidar que con esta obra Benito Pérez Galdós quería también criticar las costumbres sociales de la época (algo también muy frecuente en sus novelas), en las que el honor estaba por encima de la felicidad de cada uno.

Conclusión

Recomiendo esta novela a todo aquél que esté dispuesto a leer un clásico. Los clásicos nunca vienen mal y no sueles equivocarte con ellos. Aunque me haya decepcionado un poco habiéndola comparado con la película, es una obra que no tiene desperdicio no sólo por sus múltiples lecturas y por la calidad narrativa que demuestra, sino porque es una historia bonita y amena. A pesar de todo, sigo pensando que 'Marianela' la supera. Por supuesto, la película también la recomiendo. No sólo por la espléndida fotografía, sino porque los actores están tremendos en sus personajes (destacando Fernando Fernán Gómez en el papel del conde de Albrit y Cayetana Guillém Cuervo en el papel de Lucrecia, su malvada nuera).

Valoración: 8,5/10
¿Recomendada?: .

martes, 23 de febrero de 2016

Dúo, Pat Casalà








eBook Kindle, 2.016
Premios: ninguno.
Precio: 0,99 € (en formato electrónico)
Adquisición: envío de la autora.








La autora

Pat Casalà nació en 1.972 en Barcelona, donde siempre ha residido. Estudió empresariales y durante trece años trabajó en la empresa familiar: tiendas de moda, donde compaginaba sus tareas entre la atención al público y la parte contable, administrativa y fiscal. Allí, entre clienta y clienta, se decidió a desarrollar su verdadera vocación: novelar los mundos imaginarios que la acompañaban desde la infancia. En la actualidad trabaja como directora del área económica en una consultoría de empresas y tiene catorce novelas escritas. Entre ellas destacan 'El Secreto de las Cuartetas' (Editorial Javisa23) y 'Ecos del Pasado', junto con 'Dúo' (ambas disponibles en Amazon).

Sinopsis

Iris se traslada a Manhattan para cumplir su sueño de estudiar en Julliard y acaba compartiendo piso con André. Gracias a él conoce a Margaret, una persona con un pasado lleno de acontecimientos interesantes en una Europa devastada por la Segunda Guerra Mundial y un oscuro secreto que la separó de su gran amor.

Mi crítica

Accedí a leer esta novela casi a ciegas. No me había fijado demasiado en la sinopsis, no sabía quién era la autora... y la portada me hizo pensar que se trataba de una novela de corte juvenil. Al encontrarse estas en las antípodas de mis gustos le contesté claramente a Pat Casalà que no estaba interesada. Sin embargo, se trataba de una novela de corte romántico e histórico, por lo que mi determinación cambió y la leí.

Lo primero que me ha venido a la cabeza a la hora de redactar esta reseña es que la estructura de la obra es bastante llamativa. Durante las primeras decenas de páginas el lector conoce unos personajes y una trama ambientada en el presente. Un acontecimiento desencadena la introducción de una nueva figura y es entonces cuando la trama situada en el pasado arranca. Se convertirá en el hilo principal de la novela y no vuelve a retomarse la historia que se sitúa en el presente hasta el final de la misma.

Esto no me hubiese sorprendido si no se le hubiese dedicado bastante desarrollo al comienzo a la trama del presente, para luego dejarla un poco descarriada. Sí, es cierto que en el cierre de la obra todos los cabos quedan atados, pero de un modo que me ha parecido un tanto precipitado. De hecho, hasta cierto punto considero que resultado un mero recurso para desencadenar la trama del pasado. La protagonista, Iris, a mi juicio merecía mayor atención. No obstante, pese a todo, bajo mi punto de vista jamás habría podido llegar al nivel de la protagonista del pasado: Marguerite. 

La trama principal arranca en la Alemania del periodo de entreguerras. Marguerite y su familia viven en la opulencia y sus padres podrán permitirse el lujo de mandar a su hija a estudiar a Nueva York en compañía de sus hermanos. Marguerite va evolucionando como personaje a medida que el tiempo pasa, nunca es la misma mujer que en el pasaje anterior y eso es lo que más me ha gustado de la novela. Va madurando, a base de reveses y malas experiencias. 

Los amores que se fraguan en esta novela me generan sentimientos encontrados. Para mi, el romance principal compite seriamente con otro que se desarrolla antes. Quizá a mi juicio incluso podría ser más sólido, más consistente, más creíble. Sin embargo, el amor no es lo único que afectará la vida de esta mujer, sino que la guerra jugará un papel fundamental. Marguerite es una protagonista digna, en mi opinión. La ambientación de la época está bastante bien conseguida y me ha sorprendido gratamente.

En determinado punto de la obra sucede un importante acontecimiento que marca un antes y un después en la vida de Marguerite. El misterio que se genera al no tener toda la información al respecto es bastante endeble: un lector espabilado puede atar cabos con facilidad. A pesar de que la incógnita no se resuelve hasta el final de la novela, lo que podría haber sido una inesperada resolución se transforma en la confirmación de lo que uno ya suponía. Por lo tanto, el impacto, al previamente ser muy intuitivo, no es en absoluto el que considero debería ser.

La historia de Marguerite, narrada en primera persona, se complementa con unas misivas que determinado personaje le dirige. Entre ambas perspectivas el lector puede reconstruir la trama disponiendo de casi todas las piezas. Sin embargo, en el caso de las cartas, me hubiese gustado que dicho personaje estuviese todavía más trabajado. Sus pasajes me resultaron un tanto reiterativos en lo que al contenido respecta. 

Por lo comentado anteriormente (una sorpresa que no lo ha sido tanto) el final no me ha terminado de convencer en ninguna de las dos tramas. Veo inverosímil el hecho de que la protagonista tuviese la ocasión de desvelar las incógnitas que condicionan su vida entera y haya preferido esperar. Una mujer como ella, con el carácter que demuestra, es sencillamente imposible.

Conclusión

A pesar de lo que podría calificar como incongruencias que he resaltado en la reseña, considero que Pat Casalà tiene madera como novelista y espero tener la oportunidad, en un futuro, de volver a leer algo suyo. Recomiendo 'Dúo' a quien disfrute de las novelas románticas ambientadas en el pasado. Es una obra que mantiene un muy buen ritmo desde el principio hasta el final y con un estilo narrativo sencillo que facilita una lectura amena y entretenida.

¿Recomendada?: .

sábado, 20 de febrero de 2016

Hasta que volvamos a vernos, Jamie Ford







Espasa, 2.014
Premios: ninguno.
Precio: 19,90 €
Adquisición: librería de segunda mano.









El autor

Ya presenté al autor, Jamie Ford, en la reseña de 'El sabor prohibido del jengibre'.

Sinopsis

1.934. Seattle está inmersa en la Gran Depresión. William, de once años y origen chino, recuerda cómo hace cinco años se llevaron el cuerpo inerte de su madre del pequeño piso en que vivían, y no sabe si ella está viva o muerta. Nunca le ha visitado ni se ha puesto en contacto con él. Pero un día que las monjas les llevan al cine, William cree reconocerla convertida en Willow Frost, una gran estrella de la pantalla. Decidido a encontrarla y a averiguar si realmente es su madre, William escapa con Charlotte, su amiga ciega, dispuesto a afrontar la verdad. 

Mi crítica

Después de leer 'El sabor prohibido del jengibre' y quedar encantada con dicho libro, tenía muchas ganas de volver a probar suerte con Jamie Ford. Reconozco que las expectativas eran altas. Tras leer 'Hasta que volvamos a vernos', reconozco que si me ha defraudado ha sido en parte debido a ello, pero sobre todo porque es una novela muy triste. 

Hay muchas injusticias que se ven obligados a vivir los personajes principales. Jamie Ford apenas les concede un respiro, parece que se ensaña con ellos. No niego que en el Seattle de los años treinta las condiciones fueran así, o peor. Pero no sé si la línea que separa la verosimilitud de lo que entre las páginas del libro uno puede hallar queda muy limitada. Me gustan las historias de superación, de personajes que son capaces de darle la vuelta a las cosas, y aunque en esta novela sí que haya algo de eso, tengo la sensación de que si los personajes lo pasan tan mal el gran culpable de todo es Jamie Ford. Es como si él mismo fuese el antagonista de esta historia.

Los eslabones más débiles de la sociedad de Seattle en los años treinta eran los inmigrantes, los non-white groups, los niños, los discapacitados, las mujeres sin familia. Coincidiendo además con los años más crudos de la gran depresión, 'Hasta que volvamos a vernos' es una novela eminentemente triste. Además, nos muestra la peor cara de la cultura o tradición china que traían consigo los inmigrantes llegados a América. Los abusos que cometían los hombres contra las mujeres en los ambientes familiares es algo que me ha chocado y asqueado a partes iguales.

Aparte de ello, Jamie Ford comete a mi juicio un craso error al portarse del modo en que lo hace con uno de los personajes más importantes y carismáticos de la primera mitad de la novela. No me ha parecido justo ni para esta figura ni para el lector tampoco. Incluso iría más allá afirmado que es incluso un tanto gratuito, habiendo tantas otras alternativas para que la novela siguiese otros derroteros.

Sí, la editorial vende este libro como un homenaje a la relación entre una madre y su hijo. Los lazos de amor indestructibles entre ambos pueden con los errores cometidos en el pasado, las injusticias, las circunstancias, las dificultades... todo eso está muy bien, pero a mi me ha parecido algo secundario en esta novela. Opino que lo principal es que la capa de tristeza que baña la obra de principio a fin (en ocasiones, de manera incluso quizá gratuita) es lo más destacable del libro.

Y lo afirmo porque, tras leer 'El sabor prohibido del jengibre', sé de lo que es capaz el autor. Esa novela presenta muchas semejanzas con 'Hasta que volvamos a vernos': también se ambienta en otra época difícil para las familias sin recursos, para los hijos de los inmigrantes chinos. Sin embargo, la perspectiva desde el cual se aborda esta historia es muy diferente. Sin duda, marcaba la diferencia y, definitivamente, esa manera insidiosa de machacar a los personajes hace que 'Hasta que volvamos a vernos' sea una historia mucho menos interesante, bajo mi punto de vista.

El final no me ha terminado de convencer: por un lado, opino que es un cierre justo para con los personajes. Por otro lado, considero que es demasiado facilón teniendo en cuenta todo lo que ha sucedido antes. Además, es muy abierto y deja bastantes cuestiones en el tintero. Lamentablemente, no puedo ofrecer más detalles para no estropear la conclusión de esta novela a quien la desee leer.

Conclusión

No he terminado de disfrutar leyendo 'Hasta que volvamos a vernos'. Sé que Jamie Ford es capaz de hacerlo mucho mejor. Considero que lo que ha fallado en esta ocasión han sido tanto el desarrollo de la trama como el enfoque que el autor ha querido darle. No me surge espontáneamente recomendarla, pero a quien desee hacerlo, le advierto por enésima vez de que es una novela muy triste y dura. Supongo que volveré a leer algo nuevo de Jamie Ford en un futuro, pero más por el hecho de intentar reconciliarme con él que por otra cuestión. Y, por descontado, seré más precavida sabiendo los límites a los que pone a sus personajes.

miércoles, 17 de febrero de 2016

La marca de la luna, Amelia Noguera







Roca Editorial, 2.014
Premios: ninguno.
Precio: 5,95 € 
Adquisición: librería de segunda mano.










La autora

Amelia Noguera es una autora española que cursó estudios de Ingeniería Informática y trabajó como programadora y analista. Posteriormente comenzó a estudiar el Grado de Humanidades en la Universidad Carlos III de Madrid y asiste a talleres de escritura. Ha publicado en papel 'La marca de la luna' y 'La pintora de estrellas', entre otras. Anteriormente, Amelia Noguera llevaba años editando su novelas en Amazon, en total cinco libros que las editoriales descartaron mientras que los lectores consumían con voracidad. Su novela 'La marca de la luna' apareció en el Ipad de Blanca Rosa, de la editoral Roca, de casualidad, y así comenzó su aventura de publicar en papel.

Sinopsis

En una aldea de la India nace Lila, y su madre, que era bruja, muere en el parto. La abuela paterna la quiere matar pero la materna sospecha que Lila ha heredado los poderes de su propia hija y se ofrece a criarla. Su consuegra, cegada por la ira, le echa una maldición. Así empieza la historia de la Bruja de la Luna Plateada. Lila, huyendo de la maldición que marca su nacimiento, emprenderá un periplo que acaba en España en el primer tercio del siglo XX. Siempre buscando el amor, empleará sus poderes mágicos para el bien y todo aquel que se cruce en su camino quedará tocado para siempre.

Mi crítica

Esta va a ser la crónica de una experiencia desafortunada. Esta novela traía de serie algunos elementos que no me llamaban de entrada la atención. Sin embargo, tenía tantas ganas de estrenarme con Amelia Noguera que decidí hacer una excepción, pasarlo por alto y comprobar si podía superar los límites que mis preferencias tanto acotan. Y me equivoqué.

Amelia Noguera es una autora a la que sigo la pista desde hace unos años ya. De vez en cuando aparecen reseñas de sus libros muy positivas en blogs de cuyos gustos me fío y comparto en bastantes ocasiones. No recuerdo cómo terminamos contactando a través de Facebook. Allí, no sólo he podido conocer a la autora, sino también a la persona que hay detrás. Por ello, la lectura de esta novela era si cabe más personal todavía. Precisamente, a través de esta red social me advirtió la propia autora acerca de 'La marca de la luna': es una novela para leer sin prisas, paladeando cada pasaje. 

Y le hice caso, aunque mi error fue elegir un momento poco adecuado para abordar la lectura. Me empeñé en leerla con resultados poco satisfactorios, desgraciadamente. Aunque la primera parte está ambientada en la India, país de costumbres y tradiciones que en absoluto llaman mi atención, me hice con la novela en cuanto tuve la oportunidad. Es ahora cuando me percato de que tendría que haber esperado a hacerme con 'La pintora de estrellas', cuyo argumento me resulta mil veces más interesante que el de la obra que hoy reseño.

El ritmo en efecto es reposado y mis gustos normalmente suelen acercarse más a obras cuya cadencia es quizá un poco más ágil. El hecho de que el ritmo sea más pausado no tiene por qué convertirse en un impedimento que dificulte mi disfrute a la hora de leer, pero sí es cierto que lo considero un elemento muy importante. Tampoco he terminado de comprender a la protagonista, quizá únicamente a ratos. Me ha resultado una figura en ocasiones demasiado sensible, a pesar de que está totalmente justificado que así sea. Dependiente quizá en exceso de las emociones de los demás personajes. Sobre todo, en el primer tercio de la novela. He sido por tanto incapaz de encariñarme con ella del modo en que tendría que haberlo hecho: incondicionalmente

A pesar de ello, 'La marca de la luna' contiene muchos elementos positivos: esa especie de realismo mágico, o de elementos sobrenaturales que dan un juego increíble a la trama. Estos otorgan un barniz muy especial e interesante a una novela de género histórico como es esta. La vuelta de tuerca extra que presenta 'La marca de la luna' realmente crea la diferencia. Me ha encantado cómo afecta la maldición a la protagonista y la manera en que intenta sobrellevarla y superarla. Tampoco se queda atrás el estilo narrativo de la autora: delicioso, muy cuidado, bajo mi punto de vista. A través de sus palabras Amelia Noguera no puede evitar que el lector se empape lo que considero su mejor cualidad: una enorme sensibilidad a la hora de narrar. Me atrevería a decir que es incluso más inmensa de la que ella cree poseer.

Además, se nota que Amelia Noguera se ha documentado profundamente para escribir esta novela y eso es vital, sobre todo en el género de novela histórica. Distintos escenarios, épocas, culturas... con los diversos choques que experimentan los personajes debido a sus diferentes raíces y bagajes. Esto enriquece la obra, haciéndola multidimesional, de un modo que ya quisieran otros autores que ambientan sus obras en un baile de épocas.

Conclusión

Por ello, esta es la crónica de una desilusión, pero no con la novela ni mucho menos con Amelia Noguera, sino conmigo misma. Recomiendo la lectura de esta novela, pero opino que no es una obra que uno pueda leer en cualquier momento: hay que saber elegir el instante adecuado, no dejarse llevar por las ganas de leerlo. Espero poder reconciliarme pronto conmigo misma leyendo 'La pintora de estrellas'. Lamento profundamente no haber sido capaz de disfrutar de 'La marca de la luna' y aunque esta reseña me haya costado horrores redactarla, sería peor no ser honesta ya que no lo merecen ni la autora ni los lectores de este blog. 
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