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viernes, 26 de febrero de 2016

El abuelo, Benito Pérez Galdós







Alianza Editorial, 2.008 (primera edición 1.897)
Premios: ninguno.
Precio: 9 €
Adquisición: librería de segunda mano.








El autor

Ya presenté al autor, Benito Pérez Galdós, en mi reseña de 'Marianela'.

Sinopsis

Tras haber agotado en Perú su vida en una fracasada aventura americana y casi ciego, el conde de Abrit regresa a su rincón natural en España al recibir la noticia de la muerte de su único hijo. En su solar familiar, el viejo aristócrata recibirá una nueva sorpresa del destino: una de sus dos nietas es ilegítima, fruto de la infidelidad de Lucrecia con un pintor. Decidido a descubrir cuál es su nieta de sangre.

Mi crítica

Tras la grata sorpresa que me llevé con 'Marianela', decidí probar suerte con 'El abuelo', una obra más que conocida de Benito Pérez Galdós, llevada con bastante éxito a la gran pantalla con Fernando Fernán Gómez en el magistral papel del abuelo. He de confesar que la película de Garci me llegó más que el libro. Antes de volverme una fanática de las novelas pensaba que esto no podía suceder. De hecho, es un tópico escuchar "los libros nunca pueden llegar al mismo nivel que las películas". Esto es cierto en la inmensa mayoría de los casos pero en otros, no se cumple. 

Esta valoración es muy personal: cada uno juzga movido por distintos parámetros, su criterio, los motivos por los que prefiere o le gusta una en detrimento de otra. Voy a tratar de explicar los míos a continuación. Para empezar, el personaje del abuelo domina toda la novela. Una novela que, por lo visto, el propio autor se negó a escribir de manera tradicional. Prefirió optar por realizar una combinación de algunas características de la novela (como las amplias descripciones), y del teatro (incorporando el nombre en mayúsculas seguido de dos puntos y el texto del personaje que corresponda). 

Esto, a medio caballo entre ambos géneros, no me gusta. Me parece que esta especie experimento amortigua la fuerza de la obra. Al igual que muchas del señor Galdós, 'El abuelo' es como una cebolla: tiene múltiples capas, múltiples lecturas. Si nos quedamos en la primera disfrutamos, pero si continuamos explorando, reflexionando sobre sus palabras y el sentido que tienen, disfrutamos aún más. Este hombre era todo un genio de las letras. Pocos novelistas de hoy en día pueden dar lecciones y escribir tan bien al mismo tiempo.

En concreto, esta obra se desarrolla por espacio de cinco jornadas cuya línea divisoria se establece por capítulos. Cada uno de ellos está introducido por una descripción bien de personajes, bien de lugares; unas más largas, otras más breves. La calidad de ellas, en mi opinión, también varía bastante.

La manera de exponer los diálogos, que por lo visto también emplea en otras obras, bajo mi punto de vista le otorga excesiva importancia a este elemento, restándosela a las figuras retóricas y demás adornos estilísticos propios de las novelas. Particularmente, esto no termina de agradarme. De este modo las descripciones (sin duda, uno de los puntos fuertes del autor), quedan relegadas a un segundo plano casi anecdótico. Hasta donde yo sé, existe una variedad de opiniones: algunos piensan que 'El abuelo' es una novela y los que piensan que es una obra de teatro. 

Como ya mencioné anteriormente, la novela está dominada por la figura del cónde de Albrit. Un hombre viejo, venido a menos, un noble al que las desgracias han reducido a su mínima expresión. El león, como le llamaban en su día debido a su temperamento es ahora objeto de burla de empleados domésticos y demás gente del pueblo al que retorna. Lo único le que queda de aquellos días es la melena, ahora cana, pero igual de espesa y alborotada que antaño. El conde de Albrit sólo desea vivir en paz sus últimos días. Sabe que los demonios del pasado no dejarán de atormentarle, pero se conforma con que el destino le dé la oportunidad de poder acallar sus dudas y resolver una incógnita que le corroe las entrañas.

Su ceguera no es sólo real, sino simbólica. Es incapaz de distinguir entre formas y colores, a lo sumo distingue sombras; y tampoco es capaz de discernir entre la verdad y la mentira, lo falso y lo verdadero, lo autóctono y lo foráneo, lo que debe ser bienvenido y lo que no. Lo que intenta dilucidar el abuelo es cuál de sus dos nietas es sangre de su sangre, pues sabe que una de ellas es fruto de la relación extramatrimonial que mantuvo su nuera con su amante. Ella, que le odia, jamás le despejará sus dudas, y durante toda la novela el conde de Albrit intentará, mediante razonamientos, interrogatorios, pruebas que les pone a las muchachas, llegar a una conclusión que le satisfaga.

A pesar de que el abuelo esté en sus últimos días y atormentado, siempre parece haber un rayo de esperanza en la escritura de Galdós. El personaje evoluciona hasta convertirse en la mejor persona que podía ser. El final ni es forzado ni supone un cambio brusco a juzgar por el devenir anterior de la trama, y por ello me parece válido, y además me encanta. No debemos olvidar que con esta obra Benito Pérez Galdós quería también criticar las costumbres sociales de la época (algo también muy frecuente en sus novelas), en las que el honor estaba por encima de la felicidad de cada uno.

Conclusión

Recomiendo esta novela a todo aquél que esté dispuesto a leer un clásico. Los clásicos nunca vienen mal y no sueles equivocarte con ellos. Aunque me haya decepcionado un poco habiéndola comparado con la película, es una obra que no tiene desperdicio no sólo por sus múltiples lecturas y por la calidad narrativa que demuestra, sino porque es una historia bonita y amena. A pesar de todo, sigo pensando que 'Marianela' la supera. Por supuesto, la película también la recomiendo. No sólo por la espléndida fotografía, sino porque los actores están tremendos en sus personajes (destacando Fernando Fernán Gómez en el papel del conde de Albrit y Cayetana Guillém Cuervo en el papel de Lucrecia, su malvada nuera).

Valoración: 8,5/10
¿Recomendada?: .

viernes, 1 de junio de 2012

Marianela, Benito Pérez Galdós








Cátedra, 2.003 (primera edición 1.878)
Adaptación cinematográfica de Benito Perojo en 1.940
Premios: ninguno.
Precio: 10,80 €
Adquisición: regalo







"Cuando salieron, el primer accidente que hirió los sentidos del doctor, fue el canto melancólico que había oído antes. Oyolo también el ciego; volviose bruscamente y dijo sonriendo con placer y orgullo:
-¿La oye usted?
-Antes oí esa voz y me agradó sobremanera. ¿Quién es la que canta?...
En vez de contestar, el ciego se detuvo, y dando al viento la voz con toda la fuerza de sus pulmones, gritó:
-¡Nela!... ¡Nela!".

El autor

Benito Pérez Galdós nació en 1.843 en Las Palmas de Gran Canaria, España. Es uno de los novelistas más importantes en lengua española de todos los tiempos.
Ya desde pequeño su padre le inició en el arte de contar historias relatándole narraciones históricas de la Guerra de la Independencia, en la que había participado. 
En 1.862 llegó a Madrid, donde cursaría estudios universitarios. Ocho años después publicó su primera novela, 'La Fontana de Oro'. En 1.873 se editaron los primeros 'Episodios nacionales', donde se refleja la vida íntima de los españoles a mediados del siglo XIX.
En 1.876 se publicó 'Doña Perfecta', quizá su obra más famosa. Unos años después, Benito Pérez Galdós fue elegido miembro de la Real Academia Española de la lengua. En 1.878 vería la luz 'Marianela'. 
Murió en su casa de Madrid en 1.920. Unos 20.000 madrileños quisieron despedirse de él y acompañaron su ataúd hacia el cementerio de la Almudena, donde reposan sus restos.

Sinópsis

Nela (Marianela), lleva una vida trágica: es fea y deforme y está enamorada del ciego Pablo, a quien sirve de lazarillo. Tras recobrar la vista, el joven se enamora de la bella  Florentina, su prima. Marianela, al darse cuenta de ello, se sumerge en una profunda pena, huye desesperada e intenta suicidarse.

Mi crítica

'Marianela' llegó a mis manos un poco de casualidad. Como nunca había leído a Benito Pérez Galdós antes, decidí probar. Quería leer un clásico. El título no me decía gran cosa y la sinópsis no me resultó demasiado llamativa, pero me encantó. Ya descansa junto a las que están en la parte de arriba de la estantería, espacio reservado únicamente para los títulos que me han conquistado de verdad.

Palabras tan bonitas no tengo para el prologuista. No voy a mencionar su nombre, ni me apetece hacerlo. Es un señor que habrá cobrado su buen dinero por realizar la tarea, pero eso no significa que lo haya hecho bien. Además, las acotaciones a pie de página son lo peor: no solo impide al lector disfrutar de la obra, sino que tampoco le deja a solas con Benito Pérez Galdós. No hay página sin aclaración, casi siempre tan estúpida como innecesaria. Tratar al lector como si de un imbécil se tratara es algo que me disgusta mucho. Me molesta que duden que pueda seguir el argumento. 

Tras leer 'Marianela' probé con otras dos obras del autor: 'El abuelo', que no me gustó tanto (recomiendo la versión cinematográfica de Fernando Fernán Gómez) y 'Doña Perfecta', que me gustó aun menos. 

"Marianela es fea, tiene un cuerpecillo chico y un corazón muy grande". Así se nos presenta a la protagonista. Benito Pérez Galdós era un fiel defensor de lo anti-romántico y eso se palpa a lo largo de toda la historia, sobre todo al principio. 
Casi todas las heroínas de la corriente del romanticismo necesitan ser rescatadas por un caballero que las salve de su destino y de sus calamidades. Son hermosas, frágiles, virginales, tuberculosas incluso. Marianela es la antítesis. Robusta y curtida por la vida dura y rural, rebelde y feilla. Muy, muy feilla.

¡Hay que ver cómo escribe Benito Pérez Galdós! Un simple y banal paseo por el campo se convierte en toda una lección de gramática y de arte en el dominio de la sintaxis. El escritor canario realiza unas descripciones sublimes, y la misma calidad tienen los personajes. 
El vocabulario es muy rico. Barroco, eso sí, pero tenemos que tener en cuenta que Benito Pérez Galdós pertenece a la Generación del 98
En 'Marianela', el autor describe concienzudamente el trabajo que se desarrollaba en las minas en aquella época, deteniéndose sobre todo en cómo funcionaba la maquinaria. Me llamó la atención esto ya que todo aquello que él narra con pasión y asombro, a principios del siglo XXI hace tiempo que quedó obsoleto. ¿Qué se le pasaría por la cabeza si viera todos los avances que se han logrado en tan poco tiempo?

Al final de cada capítulo Benito Pérez Galdós suele invitarnos con una frase a que continuemos leyendo. Por ejemplo, en uno de los primeros, escribe: "Lo que hablaron, ¿merecerá capítulo aparte? Por si acaso, se lo daremos". 
No pude evitar sonreír al leer estas palabras. Nunca (no al menos tan explícitamente) había leído una novela en la que el autor alentara de una manera tan sencilla y campechana a que el lector pase la página

En otras ocasiones, su táctica consiste en desvelarnos un detalle importante e imprevisto de la trama, por lo que es imposible no querer seguir leyendoEsto hizo que me enamorara aún más de su estilo.

'Marianela' es una novela con tintes teatrales. Se nota sobre todo en algunos diálogos, que por cierto, en determinadas páginas rozan la perfección. Me ha encantado todo, incluido el final. La única pega que es que este desprende un tufillo ligeramente moralista que no me gusta nada, pero supongo que hay que saber verlo todo dentro de su contexto y de su época.

Conclusión 

'Marianela' es una novela corta pero magnífica, con un buen final, unos personajes bestiales y una especie de epílogo muy original, el broche de oro a una obra maestra.
Una obra muy profunda, con múltiples lecturas, en la que cuanto más se bucea, más conclusiones se sacan en claro, más se empapa uno en la historia, y más disfruta. 

Encierra en su interior una moraleja muy bonita, una metáfora, una verdadera lección sobre los prejuicios, una crítica muy aguda a la doble moral existente en la época, al qué dirán y a las rancias costumbres sociales, sobre todo las que imperaban en el mundo rural.
En 'Marianela' Benito Pérez Galdós invita al lector a ver el mundo con ojos de ciego, a evadirse de las ideas preconcebidas, porque puede uno estar perdiéndose muchas aspectos interesantes de la vida, otro tipo de belleza que es intangible: la belleza intrínseca de cada ser.

'Marianela' es una lectura obligatoria para todos los amantes de las novelas. Un libro cinco estrellas.

Valoración: 9,5/10
¿Recomendada?: .
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