lunes, 30 de enero de 2012

El cementerio de Praga, Umberto Eco







Lumen, 2.010
Premios: ninguno
Precio: 23,90 €
Adquisición: biblioteca










"Los que han de falsificar documentos tienen que documentarse siempre, por eso frecuentaba las bibliotecas. Son fascinantes: a veces parece que uno está bajo la marquesina de una estación ferroviaria, y otras de estar viajando hacia mares lejanos"

El autor

Umberto Eco nació en la ciudad de Alessandria, al norte de Italia, en 1.932. Se doctoró en Filosofía y Letras en 1.954. Trabajó como profesor desde entonces y a partir de 1.971 ocupa la cátedra de Semiótica en la Universidad de Bolonia. 
Además de todo ello es escritor y crítico literario. En 1.980 se ganó el favor del público con 'El nombre de la rosa', que resultó ser un éxito editorial, traducida a múltiples idiomas y llevada al cine en 1.986, protagonizada entre otros por Sean Connery. Escribió además otras novelas, muchas ambientadas también en la Edad Media. Su última obra es 'El cementerio de Praga' (2.010).

Sinópsis

París, 1.897: Simonini, un piamontés en el ocaso de su vida, se encuentra escribiendo sus memorias. Desde muy joven se ha dedicado al noble arte de crear documentos falsos. Es un personaje muy peculiar: antisemita, anticlerical, misógino y glotón. En sus manos se han forjado los destinos de hombres muy influyentes del siglo XIX: ha fomentado intrigas, difundido falsos rumores o difamado grandes figuras de la política europea. Simonini carece de escrúpulos y se vende al mejor postor


Mi crítica


Quiero comenzar con una advertencia: esta novela no es fácil de reseñar y mucho menos de leer. Es bastante compleja, ya que se compone de múltiples personajes (la mayoría reales), hay tres narradores que se van turnando y aborda la historia de mitad del siglo XIX de varios países al mismo tiempo. Umberto Eco es un hombre con una cultura impresionante, de la que no duda en hacer gala escribiendo esta novela. 

'El cementerio de Praga' no me llegó a convencer nunca, desde el principio. A pesar de que la documentación que hay detrás de esta obra es impresionante, y a pesar de que está bien narrada. Es una obra muy completa ya que, además, el lector encuentra numerosas ilustraciones entre las páginas (daguerrotipos, grabados, carteles satíricos de la época, retratos...) que amenizan un poco la lectura y permiten la abstracción momentánea de la novela.

¿Qué falla, entonces? El estilo narrativo de Umberto Eco es un tanto raro. No se me ocurre un adjetivo que case mejor para calificarlo. No pude adaptarme a él fácilmente. La prosa suele ser densa, y en algunas partes se hace difícil de digerir. A la hora de escribir las descripciones, el autor da cuenta de casi todos los objetos que pueden encontrarse, por ejemplo, en una habitación. No deja nada en el tintero. Todo, absolutamente todo, es enumerado.  

Y no sólo eso. Su manera de exponer los hechos que acontecen en la novela se me antoja un tanto desordenada. Esta característica guarda mucha similitud con la descripción del cementerio judío de Praga: "habían clavado las lápidas de piedra sin miramientos, ajenos como eran (los judíos) a todo sentimiento de belleza y orden".

Poco antes de llegar al ecuador del libro, la cantidad de datos históricos que el lector lleva a cuestas comienza a pesar. Umberto Eco se encarga de contar la realidad político-social de la época de manera amena e informal, pero la sensación que me dio como lectora fue la de estar asistiendo a una clase de historia, y no leyendo una novela. Masones, jesuitas, conspiraciones judías para acabar con los cristianos apoderándose de todo y sociedades secretas se mezclan en 'El cementerio de Praga'. Simonini tendrá la vida de muchos hombres influyentes en sus manos, pudiendo encumbrar a unos y condenar al ostracismo a otros, según lo que redacte en sus falsos documentos, cambiando así la historia de Europa por unas monedas.

Como mencioné antes, no hay un sólo narrador sino tres: Simonini, en primera persona, es el que más peso tiene en la obra. El abate Dalla Piccola, que no se sabe si es un personaje más o si se trata del propio Simonini en un extraño desdoble de personalidad con el que se intercambia mensajes en su diario. Por último, está la figura del narrador omnisciente que se encarga de poner un poco de orden en todo este embrollo.

El protagonista, Simonini, es el anti-héroe. Odia a todos, es un estafador y un falsificador. Arremete especialmente contra los judíos (de hecho, antes de 1.900 ya charla con otro personaje sobre una primitiva idea del Holocausto). Tampoco se salvan los jesuitas, las mujeres, los franceses y los alemanes. Lo único que le gusta es la comida, que engulle con glotonería. Es un personaje patético que no se gana el favor del lector en ningún momento. Simonini no sólo es un experto en falsificar documentos, sino que también lo es falsificándose a sí mismo. Tiene múltiples caras. Justifica sus malas artes afirmando que él es, simplemente, un estafador de estafadores. Y quizá tenga razón. 

Me ha llamado la atención el protagonismo que tiene el escritor francés Alejandro Dumas (autor, entre otras, de obras como 'Los tres mosqueteros' o 'El conde de Montecristo'). 
Es mencionado en múltiples ocasiones y además aparece como personaje en la novela. Simonini siente una especie de amor-odio hacia él.
Cuando finalmente todo acaba, el protagonista se siente vacío: por fin se ve un rasgo humano en él. Las aventuras que ha vivido le han afectado y ya no es el mismo que era al principio. Al menos eso me gustó.

Conclusión

Sinceramente, no es que esperara más o menos de esta obra: me esperaba otra cosa. Creí que esta era una novela negra ambientada a finales del siglo XIX en París y Praga, con sus asesinatos y detectives. Sin embargo, es algo totalmente diferente. 'El cementerio de Praga' está protagonizada por un ser repelente y la trama, lejos de parecerme interesante, no me inspiró mucho interés, la verdad. La Historia tiene mucho más peso que la ficción en esta obra. 
Me pregunto cuánto tardará Hollywood en hacer una película basada en esta obra. Sin duda iba a ser un hueso duro de roer, difícil de adaptar al lenguaje cinematográfico.

No puedo ponerle nota a una novela que no me ha gustado por las razones anteriormente mencionadas. No es que esté mal escrita o mal documentada, pues es todo lo contrario. Lo que sí puedo hacer es no recomendarla, a menos que uno sea amante de la historia con devoción absoluta

¿Recomendada?: No.

viernes, 27 de enero de 2012

La huella del diablo, Kathy Reichs







Planeta, 2.000 (primera edición 1.999)
Premios: ninguno
Precio: 5,95 €
Adquisición: a través de BookMooch










"Un extraño incendio destapa una peligrosa secta destructiva"

La autora

Kathy Reichs nació en Chicago en 1.950. Se doctoró en antropología forense y actualmente trabaja como profesora de antropología en la Universidad de Charlotte, Carolina del Norte. Además, imparte charlas de ciencia forense y antropología por todo el mundo. 
Ha publicado libros técnicos sobre medicina forense y además una serie de diez novelas que hasta la fecha se ha traducido a treinta idiomas. Su primera obra de ficción, 'Testigos del silencio', fue publicada en 1.997 y ganó el premio Arthur Ellis Awards a la mejor primera novela. 'La huella del diablo', de 1.999 es la segunda.
Todas ellas se apoyan en casos reales investigados por la autora. La protagonista es su alter ego, Temperance Brennan

Sinópsis

En el gélido invierno de Québec, Canadá, Temperance Brennan busca en el suelo de una iglesia abandonada la tumba donde reposan los restos de la hermana Elisabeth Nicolet, muerta hace más de un siglo, y actualmente candidata a la canonización. Finalmente y tras numerosos esfuerzos el ataúd es hallado, pero el caso tendrá que esperar: una casa ha ardido a pocos kilómetros de allí. Una familia se encontraba dentro. La única capaz de resolver el misterio de los huesos calcinados será la famosa antropóloga forense, en compañía de un equipo de expertos detectives liderado por el atractivo Andrew Ryan.

Mi crítica

Como seguidora de 'Bones' que fui hasta hace unos años, no pude evitar hacer comparaciones entre serie y novela en todo momento. Las similitudes entre la forense Temperance Brennan de 'La huella del diablo' y la televisiva son, para mi sorpresa, bastante escasas. 

La antropóloga de la novela es una mujer moderna de los noventa, independiente, lista y atractiva. Se encuentra más cerca del medio siglo que de los cuarenta. Separada, con una hija en la universidad y muy ocupada. Ocupadísima. Apenas si tiene tiempo para alimentarse, por lo que siempre engulle bocadillos, pizzas congeladas y ''cocacolas sin calorías''. Trabaja a caballo entre Quebec y Carolina del norte dando clases, testificando en diversos juicios como experta y siempre al servicio de la ley. Su compañero es el detective Andrew Ryan. Guapo, de ojos garzos y loquito por sus huesos.

La antropóloga de la televisión también es una mujer independiente, lista y atractiva, pero es más joven. Sin hijos. Vive por y para su carrera, pero está más centrada en ejercer como forense y no tanto en sus libros. No suele moverse de Washington y su compañero es Seeley Booth. Guapo (aunque para gustos los colores) y también loquito por sus huesos, aunque de manera mucho menos evidente. 

Si tuviera que decantarme por una de las dos doctora Brennan, lo haría por el personaje de 'Bones'. Me parece una versión mejorada y actualizada de la original. Además, la de 'La huella del diablo' es una mujer mucho más insegura que carece de la madurez del personaje que interpreta Emily Deschanel. Aunque evidentemente no proyecta esta imagen hacia fuera, por dentro es mucho más frágil. Guarda más verosimilitud, tratándose de una antropóloga forense, el papel interpretado por la actriz: una mujer segura de sí misma y con las cosas claras.

Uno de los puntos fuertes de 'La huella del diablo' radica en lo detalladas y cuidadas que están las descripciones de los típicos procedimientos a los que se debe enfrentar un antropólogo forense en una escena del crimen. A mí eso me resulta particularmente interesante. Es un aspecto al que no se le suele dar mucha importancia en la novela negra típica. Además, este elemento diferenciador enriquece la obra.

Sin embargo, todo debe darse en su justa medida. Kathy Reichs no duda en describirlo todo. El lector debe tener el máximo de información posible, pero hay que saber dosificarla y no saturar. La ambientación es vital en una novela pero si la acción transcurre en esta época no es necesario dar más que un par de pinceladas para que el lector se sitúe. 
Al enfrentarse a situaciones duras, a escenas de crímenes violentos, la autora se desenvuelve muy bien. Por el contrario, a la hora de escribir situaciones más, digamos, ociosas, no me convence

El punto débil más notorio radica en lo predecible la acción. A pesar de que Kathy Reichs quiera guardarse varias sorpresas para las últimas páginas, muchas de ellas pueden ser fácilmente deducibles, por lo que parte del interés suscitado se pierde. 

Además, hay algo que llamó mi atención negativamente: el modo en que está construida la relación entre la doctora Brennan y su compañero el detective Ryan. Hacen bromas y él le tira los tratos en numerosas ocasiones, pero se tratan de usted, pese a que llevan varios años resolviendo casos juntos. El resultado es que los diálogos se enrarecen y no son naturales

A falta de unas cien páginas para que concluya la novela el ritmo de la acción se acelera, hecho que agradecí. Todo comenzó a pintar mucho más interesante y esperaba que el cierre de esta aventura de la doctora Brennan estuviera a la altura.

Una buena novela negra tiene que tener un buen final. Y no sólo eso: ha de estar bien resuelto, ser coherente y dejar pocos cabos suelos. Si se ha dado cierta cantidad de información al lector, construyendo los cimientos en los que se aposentan el misterio y la intriga, veo totalmente lógico que el autor proporcione al lector las herramientas para que este sea capaz de ir resolviéndolo todo. Si no se hace de esta manera, siempre me quedo con la sensación de que he sido engañada como lectora. No pido mucho. O bien un final elaborado y coherente o bien uno explosivo y chocante a la par que verosímil.

Por desgracia, esto no se cumple en el caso de la novela de Kathy Reichs. No sólo se deja mil cosas en el tintero, sino que le planta al lector un deus ex machina tan facilón que me sobrecogió. No sé si prefiero pensar que se quedó más ancha que larga o que le faltó imaginación. Por muchas justificaciones que luego haya querido dar la autora en el epílogo para explicar esta ''salvación divina'', me decepciona enormemente el final y echa por tierra las buenas impresiones que había cosechado en páginas anteriores.

Conclusión

Pese a que esta novela no haya sido todo lo mala que cabía esperar (he leído críticas horribles de 'La huella del diablo'), no me han entrado ganas de continuar leyendo ninguno de los otros nueve libros de los que se compone la saga. 

Es una novela entretenida y fácil de leer que se apoya mucho en la ciencia forense para describir los casos de asesinato. Este hecho la diferencia de otras, pero hay otras obras mejores, dentro y fuera del género. Kathy Reichs será una eminencia en el campo de la antropología forense, pero como novelista deja que desear.

Valoración: 5/10
¿Recomendada?: No.

martes, 24 de enero de 2012

Un largo silencio, Ángeles Caso






Planeta, 2.000
Premios: premio Fernando Lara de novela año 2.000
Precio: 7,95 € en formato de bolsillo
Adquisición: a través de BookMooch










"Aquella fue la primera prueba de que lo de la guerra no era un juego, ni una simple noticia en los periódicos, ni una acalorada discusión de café. Lo de la guerra iba en serio."

La autora

Ángeles Caso nació en Gijón en 1.959. Es licenciada en geografía e historia, pero finalmente se decantó por el periodismo. Fue presentadora de televisión a medidados de los ochenta, pero poco después cambia de rumbo profesional e inicia su carrera literaria
En el año 2.000 gana el premio Fernando Lara de novela con 'Un largo silencio'. Cuatro años más tarde, en 1.994 quedó finalista del premio Planeta con 'El peso de las sombras'. Quince años después ganaría el primer premio por su novela 'Contra el viento'.
Compagina su faceta de novelista con la de ensayista, haciendo especial hincapié en el papel que jugó la mujer en la Edad Moderna. 

Sinópsis

La familia Vega, compuesta tan sólo de mujeres (los hombres han muerto o están encarcelados), regresa al pueblo en el que vivía antes de que estallara la guerra civil. Están derrotadas, pero el deseo y la voluntad de salir adelante les da coraje para volver a empezar en un lugar que ya no sienten como suyo.
Cada una de estas mujeres ha perdido mucho con la guerra. Nada más llegar, los vencedores comienzan a dejarles claro que no podrán recuperar nada de cuanto aún creían poseer: la casa familiar, sus recuerdos, sus esperanzas.

Mi crítica

Desde el principio y hasta el final de la lectura tuve siempre la misma sensación: una especie de déjà lu. Todo me resultaba familiar, como si ya lo hubiera leído. Puede que así haya sido, hace muchos años, y no esté siendo capaz de recordar si 'Un largo silencio' ha pasado por mis manos con anterioridad. O puede que, debido a la naturaleza y a las circunstancias de esta novela, me recuerde a tantas y tantas otras con una rotundidad tajante.

La verdad es que la trama tiene poco de original: la dura posguerra del bando vencido, una familia rota que intenta comenzar de nuevo, un pasado oscuro y doliente que intentan tanto superar como ocultar... quizá esté frivolizando, pero sinceramente puedo resumir el poso que me ha dejado la lectura de 'Un largo silencio' en una sola frasenada nuevo bajo el sol.

La estructura interna de la novela no es en absoluto complicada: cada capítulo está dedicado a contar las vivencias de cada una de las mujeres que integran la familia Vega. Un presente incierto que se acentúa por las circunstancias de un pasado en ocasiones alegre, en ocasiones triste, pero siempre pretérito, que jamás volverá. Depende de la voluntad y del carácter de cada una de ellas, saldrán del paso mejor o peor paradas. En definitiva, la autora nos muestra modos distintos de afrontar la adversidad.

Ángeles Caso suele escribir historias muy tristes. Las mujeres, siempre protagonistas, sufren en sus páginas. Es una escritora melancólica. Ese es el adjetivo que se me viene a la cabeza cuando pienso en sus novelas. 
Hace años leí 'El peso de las sombras' (1.994), una obra muy controvertida de final pesimista. Podría incluso calificarla de "escandalosa", ya que el tema del incesto es el hilo conductor de la misma. Sin embargo, quizá debido a ello logro recordarla. No podré decir lo mismo de 'Un largo silencio', puesto que estoy segura que dentro de unos meses la habré olvidado por completo.

'Un largo silencio' está escrito en pasado, salvo cuando la autora quiere resaltar algo importante o acelerar el discurso de la narración. 
Entonces emplea el futuro, algo que me ha sorprendido y agradadoPocos escritores lo hacen y veo en este gesto un guiño de originalidad, que es de lo que carece el argumento. 
Además, no suele entretenerse con fruslerías ni en dar información inútil al lector, cosa que es de agradecer. 

Esta obra es corta, no llega a las doscientas veinte páginas, y se lee en seguida. No sé si calificarla de novela, puesto que en cada capítulo la protagonista va cambiando y las historias apenas están relacionadas. Más bien podría tratarse de una serie de relatos interconectados.

Tratándose de un premio famoso (el de novela Fernando Lara), me pregunto si ya estaría dado de antemano, hecho que no me sorprende, o si de entre los finalistas no se habría podido rescatar una opción más atractiva que esta. 

Conclusión

Esta me parece una novela más sobre la guerra civil y el periodo inmediatamente posterior. No es original ni plantea nada nuevo, ni las historias son algo del otro mundo. Ni engancha ni deja de enganchar. La prosa es correcta y ágil, pero no contiene trazos de la personalidad de la autora. No destaca por nada malo, pero tampoco por nada bueno. Lo único que puedo añadir es que 'Un largo silencio' es entretenida, se deja leer, pero la tragedia se masca en cada página. A pesar de que en cierto modo es una oda al coraje, del todo el mundo ha de armarse tarde o temprano para resolver sus tribulaciones, no se pierde uno nada si deja pasar esta lectura.

Valoración: 5/10
¿Recomendada?: No

sábado, 21 de enero de 2012

Martes con mi viejo profesor, Mitch Albom






Maeva, 2.000 (primera edición 1.997)
Premios: ninguno
Adaptación cinematográfica de Thomas Rickman en 1.999
Precio: 9€
Adquisición: a través de BookMooch








"Un testimonio sobre la vida, la amistad y el amor"

El autor

Mitchell "Mitch" Albom nació en 1.958 en Nueva Jersey. Finalizó sus estudios universitarios de sociología aunque nunca ejerció como tal, sino que se propuso perseguir sus sueños y convertirse en músico de clubes nocturnos. Más tarde, descubrió su otra vocación, e ingresó de nuevo en la facultad donde obtuvo el título de periodismo, especializándose en la rama de deportes. Compaginó durante un tiempo su trabajo como músico nocturno con la que finalmente fue su verdadera profesión, escribiendo columnas en diversos periódicos de Nueva York.

Tras haber publicado con mucho éxito libros cuyo tema principal era el deporte, en 1.997 sorprende a muchos con 'Martes con mi viejo profesor'. La primera edición se redujo a una tirada minúscula. Las ventas fueron creciendo lentamente, pero gracias a una breve mención en el conocidísimo programa de Oprah Winfrey las ventas se elevaron de manera considerada, hasta el punto en que el libro pasó a figurar en la lista de más vendidos del New York Times, permaneciendo en dicha lista durante la escalofriante cifra de 205 semanas, convirtiéndose en el libro de memorias más vendido de la historia
Las cifras son las siguientes: catorce millones de copias vendidas, traducción a cuarenta y un idiomas, y la consiguiente adaptación cinematográfica que, dicho sea de paso, ganó cuatro Premios Emmy. 

Sinópsis

Morrie Schwartz, un profesor de sociología retirado, sufre una enfermedad terminal, ELA (esclerosis lateral amiotrófica). Mitch Albom, antiguo alumno de Schwartz, vuelve a entrar en contacto con su viejo profesor al enterarse de la noticia, y le visita en su hogar en Boston cada martes para discutir sobre la vida y la muerte. 
Buscando una manera de pagar las cuantiosas facturas médicas que genera la enfermedad de Schwartz, busca un editor para el libro que está confeccionando sobre sus visitas. Aunque fue rechazado por muchas editoriales, Mitch Albom finalmente logró cumplir su deseo antes de la muerte del profesor. 

Mi crítica

'Martes con mi viejo profesor' no es una novela. Es un libro que recoge el testimonio de una experiencia muy profunda y sobrecogedora por la que ha de pasar una persona noble y muy humana, cuya filosofía de vida es un ejemplo a seguir. Él mismo es un ejemplo a seguir.
Esta obra ha de disfrutarse al mismo tiempo que debe hacer reflexionar. 
Creo que el objetivo final de la misma es que el lector no deje de hacerse preguntas, muchas preguntas. Cuestionándose todo.

Por lo tanto, analizarla o desmenuzarla desde el punto de vista literario no tiene mucho sentido. Los párrafos que me dispongo a redactar no pretenden formar una crítica realmente. Más bien describen el conjunto de sensaciones que me ha dejado este pequeño libro como lectora. 

El estilo de Mitch Albom para narrar sus experiencias con el viejo profesor es depurado, secillo y directo. Emplea frases cortas y un vocabulario accesible. Debido a estas características, lo que consigue es que el lector se centre en lo que cuenta y no en cómo lo cuenta. 

Tenía cierto recelo a la hora de ponerme a leer estas páginas, pensando que tal vez 'Martes con mi viejo profesor' se tratara de uno de esos odiosos libros de autoayuda camuflado en forma de testimonio y bien cargadito de párrafos sensibleros. 
Nada más lejos de la realidad. Mitch Albom se las arregla para contar la historia de su profesor de un modo muy cercano. Se van alternando las viejas historias de Morrie Schwartz con las anécdotas acontecidas durante esos martes tan especiales, y con los diálogos que mantienen alumno y profesor en dichas sesiones sobre temas fundamentales. 

Esta es una historia que, ante todo, quiere enseñar a vivir correctamente.  A invertir el tiempo que le quede a cada uno de la manera más sabia y honesta posible y a afrontar los golpes bajos que todos atravesamos de la manera más valiente de la que seamos capaces. No merece la pena entretenerse con cosas (en el sentido más materialista de la palabra) que en el fondo dejarán, tarde o temprano, la misma sensación de vacío que había antes de hacerse con ellas. 

'Martes con mi viejo profesor', narrada toda en pasado, se escinde en dos etapas: la primera, escrita en letra cursiva y fechada allá por los años setenta, cuando Mitch Albom y el profesor Schwartz se conocen en la facultad de sociología. La segunda, a mitad de los años noventa, cuando el periodista deportivo y su mentor se reencuentran. La obra se divide en capítulos cortos y va saltando indistintamente de una época a la otra. 

En el libro se puede percibir cierto aire nostálgico que lo envuelve como un halo. Cualquier época pasada fue mejor. El mundo de hoy en día se está volviendo loco. Mitch Albom se da cuenta tan sólo leyendo los titulares de los periódicos: niños que matan a otros niños, bebés abandonados, tiroteos en las calles... Y se pregunta, ¿qué es lo que falla?

Quiero resaltar una frase del viejo profesor que me hizo reflexionar

"- Vamos a empezar con esta idea - Dijo Morrie -. Todo el mundo sabe que va a morir, pero nadie se lo cree. Si nos lo creyéramos, haríamos las cosas de otra manera"

Creo que tiene toda la razón del mundo, y que además lo expone de un modo muy simple, mas no por ello deja de ser cierto.

'Martes con mi viejo profesor', en definitiva, nos invita a reflexionar acerca de por qué las personas se sienten tan frustradas hoy en día, tan insatisfechas e infelices con su vida. La respuesta está muy clara a los ojos de Morrie Schwartz: la gente persigue los valores equivocados en un mundo en que todo ha de ser inmediato y donde todo es reemplazable.
Existe mucha autocompasión pero poca compasión por el prójimo

Conclusión

En mi opinión, aquel que lea este libro va a sentir que no todo está bien en su vida, que debe cambiar algo. El planteamiento de los objetivos a perseguir, quizá. Pero eso es lo mejor de la experiencia de leer estas páginas: no sólo invita a la reflexión, invita al cambio. Nunca es demasiado tarde.

'Martes con mi viejo profesor' no es el tipo de obra que suelo leer. Me atraen las novelas y no los libros de testimonios basados en hechos reales. Sin embargo, me alegro mucho de haberla leído. La recomiendo sin lugar a dudas, pues creo que todos podemos aprender de este viejo profesor

Valoración: 7/10
¿Recomendada?: .

miércoles, 18 de enero de 2012

La mujer del viajero en el tiempo, Audrey Niffenegger





DeBolsillo, 2.005
Premios:  Exclusive Books Boeke Prize y British Book Award.
Adaptación cinematográfica de  Robert Schwentke en 2.009
Precio: 10 €
Adquisición: regalo








"Hace casi veinticuatro horas que Henry se marchó y, como siempre, me siento escindida entre la obsesión de pensar dónde estará él, en qué época y cuándo va a regresar"

La autora

Audrey Niffenegger nace en Míchigan, Estados Unidos, en 1.963. Actualmente es profesora en la Universidad de Columbia y da clases de producción editorial y creación literaria. 
'La mujer del viajero en el tiempo' es su primera novela. Según afirma, ha sido inspirada en  sus propias experiencias con el amor, no siempre positivas, y en el matrimonio de sus padres.
Audrey Niffenegger comenzó a escribir la novela en 1.997 y tardó cuatro años en terminarla. Tras ser rechazada por más de una veintena de agentes, hizo llegar el manuscrito a pequeñas editoriales que no tardaron en interesarse por la obra. Tras encontrar, de pronto, que varios eran los candidatos para hacerse con los derechos, la novela salió a subasta alcanzando pujas de hasta 100.000 dólares, un precio altísimo tratándose de editoriales modestas por un lado y de una escritora desconocida por el otro.

Sinópsis

Clare y Henry forman una pareja aparentemente normal. Sin embargo, Henry padece una extraña enfermedad que le obliga a viajar en el tiempo, hecho que les separa continuamente. 
'La mujer del viajero en el tiempo' nos habla desde dos perspectivas: la de la siempre expectante y comprensiva Clare, y la del hermético Henry, el constante viajero.

Mi crítica

Llevo queriendo leer 'La mujer del viajero en el tiempo' desde hace más de tres años. Parte de un argumento muy original y eso es un punto a su favor. Además, no he leído una sola crítica negativa en todo este tiempo, y ardía en deseos por comprobar si era una novela tan buena como decían.

He de admitir que el comienzo me resultó algo lioso: tantos viajes en el tiempo, tantos bailes de fechas, edades, lugares, acontecimientos vividos por uno y aún por descubrir en el otro... en definitiva, una buena cantidad de saltos temporales que se produce cada dos o tres páginas. Esto exige al lector un esfuerzo extra para ir ordenando el caos cronológico en el que se sustenta la historia. Sin embargo y en contra de toda lógica, esta característica no supone ningún impedimento a la hora de leer. La obra avanza sin que uno apenas se dé cuenta. 

Esta no es una novela convencional, por si no queda claro a estas alturas. No es una novela de amor y ni mucho menos encaja dentro del género de ciencia ficción. Tampoco podría decirse que está a caballo entre ambos. Simplemente es lo que es: una extraña mezcla de todo esto y de nada a la vez. Sí, hay amor y sí, hay viajes en el tiempo, pero también hay espacio para la filosofía, para la poesía, para la metafísica, para el determinismo y para el libre albedrío. 

La historia de amor retratada en 'La mujer del viajero en el tiempo' no es en absoluto convencional, de esas de antaño. Es mucho más real, típica de una pareja joven del siglo XXI. 
Tanto Henry como Clare han mantenido relaciones sexuales con otras personas, algo que se aleja totalmente de las parejas clásicas retratadas con anterioridad en obras de corte semejante. Además, para describir las escenas sexuales el vocabulario utilizado es más bien explícito e incluso vulgar

En mi opinión, el punto flaco de Audrey Niffenegger como escritora está bien claro: los diálogos. En general, me resultan pesados de leer ya que en la mayoría de las ocasiones no ofrecen información de relevancia ni resultan interesantes. Es más, retrasan el discurrir de la trama de manera prácticamente injustificada. No ocurre siempre, claro está, pero dicha flaqueza se hace notar de manera evidente cuando intervienen tres o más personajes (las reuniones con la familia de Clare, con los amigos de la pareja...), y no es tan notoria cuando interactúan únicamente los dos protagonistas. 

Tampoco me gusta que en las conversaciones que mantienen Clare y Henry aparezcan de vez en cuando vocablos indistintamente en francés o en alemán sin una traducción a pie de página. Entiendo que la autora quiera dar a sus personajes principales unas pinceladas de cultura, y que ciertas expresiones sean más exactas en un idioma que en otro, pero a mi parecer, Audrey Niffenegger no está consiguiendo lo que persigue: otorgar profundidad a sus personajes. Hay formas más sutiles de conseguir el mismo efecto, pero no todos los autores son capaces de dar con ellas. La suya me parece una manera barata de dar carácter a un personaje.  

Según mi experiencia, 'La mujer del viajero en el tiempo' es una obra muy irregular. Hay partes que me enganchan sobremanera, en cambio otras me aburren y se me hacen increíblemente pesadas. La historia pide un ritmo un poco más rápido del que la autora le ha querido dar. 

El final no está mal, pero tampoco me parece espectacular. Me gustan ciertos detalles que la autora ha sabido cuidar, y me sorprendió gratamente la carta de despedida que Henry le escribe a Clare. Sin embargo, la fuerza emotiva de estas escenas se diluye al haber sido mezcladas con otras de la vida cotidiana que no tienen demasiado interés ni aportan nada. 

Conclusión

Pienso que, en realidad, Audrey Niffenegger no tiene dotes de novelista como tal. Es una artista que experimentó con la escritura, que al fin y al cabo también es arte. Así surgió esta obra. Tenía una historia que contar y es lo que ha hecho
El resultado no está nada mal. Su estilo es muy relajado, muy visual, casi de andar por casa. No creo que profundice todo lo que debería tratándose de una historia como la que se trae entre manos. La trama pedía más y podría haber dado mucho más de sí.  

Sí, 'La mujer del viajero en el tiempo' entretiene y es una bella oda al amor incondicional, pero me esperaba más. 
Ni la recomiendo ni la dejo de recomendar. Depende de lo que a cada uno haya podido transmitirle la lectura de esta reseña. Intervienen multitud de factores personales a la hora de decidir si una novela merece la pena o no, y puede que mi opinión esté contaminada por unas expectativas previas muy elevadas. Por esa razón no puedo dictaminar una respuesta simple. 

Valoración: 7/10

domingo, 15 de enero de 2012

Novedades literarias enero 2.012

Sí, lo sé. Este mes pinta duro con la empinada cuesta de enero y todo eso. Aún así, siempre se puede pasar uno por la sección de libros de unos grandes almacenes y curiosear a ver que hay. Nadie obliga a comprar y personalmente, tal cual está mi economía, casi nunca lo hago. Lo que sí suelo hacer es tocar esos libros nuevos, pasar los dedos por sus páginas, leer la contraportada. Me encanta.
Este mes es algo flojo en mi opinión. Casi ninguna de las novelas que me dispongo a mencionar me atrae realmente. En cualquier caso, las que más han llamado mi atención de publicación reciente son: 


'El legado', Katherine Webb. Lumen. 22,90€
Un argumento interesante sumado a críticas positivas que he podido leer en diversos blogs (como este) se traducen en que, para mí, esta sea una de las novedades más jugosas de enero. No las tengo todas conmigo, sin embargo. No conozco a la autora y tengo en mente otras novelas que me gustaría leer antes (como las que cité en el pasado mes de diciembre), y que me llaman mucho más la atención que esta. De todos modos, quién sabe si algún día me da por leerla. 


'Sombras en el tiempo', Jordi Sierra i Fabra. Plaza & Janés. 19,90 €
Con esta novela el escritor catalán se ha hecho con el premio Ciudad de Torrevieja. El galardón es lo de menos. Lo cierto es que uno de mis géneros preferidos es la novela negra y esta obra es la que más me ha llamado la atención este mes dentro de esta categoría. Tampoco he leído nunca a Jordi Sierra i Fabra, pero el argumento me parece más atractivo que en el caso anterior. Una más que apunto por si se cruza conmigo en la biblioteca. 
Por cierto: la portada me gusta mucho.
'El sabor de las pepitas de manzana', Katharina Hagena. Maeva. 19,90 €
He de reconocer que a priori esta novela no me atrajo. A pesar de que la portada sí me resultó llamativa, el título me hizo pensar que se trataba de un libro de cocina o algo por el estilo. He leído la sinópsis y me ha picado la curiosidad. Apuntada queda en mi lista. En esta ocasión tampoco conozco a la autora y su manera de escribir y, pese a que veo probable que me decepcione (intuición mía), no me importaría probar.

'Tiempo de arena', Inma Chacón. Planeta. 21 €
Pese a que no es una novedad de enero ni muchísimo menos, he de reconocer que cada vez me llama más la atención esta novela. La veo por todas partes. Además, tengo una relación de amor-odio con los premios Planeta. Sé que su calidad es una lotería, pero me siguen atrayendo, año tras año, como la luz a las polillas. Suelen gustarme infinitamente más los finalistas, como este caso. Además, si Inma Chacón comparte las aptitudes literarias de su tristemente fallecida hermana Dulce Chacón, la calidad de esta novela está asegurada. 


Y hasta aquí las novedades (algunas no tan novedosas) de enero de 2.012. La verdad es que sólo una de las cuatro me llama tanto la atención como para tomarme la molestia de buscarla y leerla. Con las demás... quién sabe. Depende de si se cruzan en mi camino, y de cómo pinten los meses venideros (febrero promete). Aún me queda tanto por leer...

jueves, 12 de enero de 2012

Criadas y señoras, Kathryn Stockett






Maeva, 2.009
Premios: ninguno
Adaptación cinematográfica de Taylor Tate en 2.011
Precio: 20 €
Adquisición: regalo








"Hay secretos que lo cambian todo"

La autora

Kathryn Stockett nació y se crió en el lugar donde transcurre esta novela: Jackson, Mississippi. El profundo sur de Estados Unidos. Se instaló en Nueva York para trabajar en el mundo de las editoriales durante casi una década. Y de pronto, 'Criadas y señoras' (2.009). O quizá no tan de pronto: su ópera prima fue rechazada por nada más y nada menos que sesenta agentes literarios. Finalmente consiguió que alguien le representara y voilà: cien semanas consecutivas en la lista de los más vendidos del New York Times, más de cinco millones de copias vendidas en todo el mundo y traducción a treinta y cinco idiomas. 
Después de este frenético baile de cifras no queda más remedio que sentarse a leer 'Criadas y señoras' y comprobar si se trata de "todo un clásico contemporáneo" como dicen los críticos u otra novelilla más a la que se ha dado bombo. 

Sinópsis

Eugenia Phelan, más conocida como Skeeter por su esbelta delgadez y su gran altura, tiene veintidós años y acaba de regresar de la universidad tras terminar sus estudios. 
Su sueño es convertirse en escritora, pero su madre tiene reservados para ella otros planes y no descansará hasta que no la vea con una alianza en la mano. 
Aibileen es una criada negra que trabaja para una de las amigas de Skeeter. Una mujer trabajadora que ha criado a diecisiete niños blancos. Hace tres años perdió a su hijo y siente que poco a poco una amarga semilla va germinando en su interior. Minny, la mejor amiga de Aibileen, es probablemente la mujer más descarada de todo Misisipi, pero cocina como nadie. 
A pesar de lo distintas que son entre sí, los destinos de estas tres mujeres acabarán uniéndose para siempre. Juntas llevarán a cabo un ambicioso proyecto que pone en riesgo  sus carreras e incluso algo más, pero quien no arriesga, no gana.

Mi crítica

'Criadas y señoras' es una novela de personajes. Cada uno de ellos, desde los más importantes hasta los que menos peso tienen en la obra, está moldeado de manera diferente. Los matices que envuelven a los mismos son muchos, muchísimos. La autora se apoya en un estilo sencillo para que el lector apenas se dé cuenta de ello, pero lo cierto es que el trabajo que realiza Kathryn Stockett a la hora de elaborar las voces y la psique de cada uno de los personajes es brutal. Puedo afirmar que esta es una de las mejores novelas de personajes que he leído en mucho tiempo. Y no sólo eso: engancha, se disfruta. El ritmo es siempre constante. Nunca tuve la sensación de que iba demasiado lento o que los los acontecimientos se precipitaran. Las páginas pasan y uno apenas se da cuenta de ello, literalmente: me he quedado leyendo hasta muy tarde, atrapada entre las páginas de 'Criadas y señoras'
Esta obra es sin duda un soplo de aire fresco en el panorama literario actual. Es la respuesta a las plegarias de numerosos lectores que estamos cansados de siempre lo mismo y buscamos algo nuevo y diferente.

'Criadas y señoras' está narrada en presente, en primera persona, casi como si fuera un diario coral. El estilo es directo, sencillo y muy depurado. Los diálogos y las situaciones que se narran tienen mucho más peso que las descripciones ambientales. Los personajes están cuidados con mimo y son fieles a sí mismos hasta en los más mínimos detalles.

Tres son las protagonistas indiscutibles de la novela: por una parte Eugenia Phelman 'Skeeter', y por otra las criadas Aibileen y Minny Jackson. Por tanto, nos encontramos con dos puntos de vista que, según vaya avanzando la novela, se irán acercando cada vez más: el de una muchacha blanca recién salida de la universidad que se pregunta si las cosas no podrían cambiar y el de dos criadas negras que afrontan su realidad cotidiana con valentía y una superficial resignación.

A pesar de lo que pueda parecer en un principio, Skeeter, Aibileen y Minny tienen mucho en común: las tres viven en un ambiente represivo. Si bien es cierto que el recorte de libertades es mucho más acusado para las criadas que para la periodista, ninguna de ellas está a gusto con su vida, ni con ciertos acontecimientos del pasado, ni con lo que el futuro les pueda deparar. Esta es la razón por la cual deciden que si el cambio no viene a ellas, ellas serán el cambio.

Quiero rescatar una frase de la novela que resume todo lo que más me gusta de la misma. La reflexión que conduce a Eugenia Phelman, Skeetera escribir ese libro:

Durante toda mi vida me habían dicho lo que tenía que pensar sobre política, sobre los negros, sobre el hecho de ser mujer... pero con el pulgar de Constantine apretándome la palma de la mano, me di cuenta de que yo era libre para elegir en qué creer.

Al instante el lector se siente identificado con las tres protagonistas. Basta con leer unas cuantas páginas para que uno simpatice con ellas de manera incondicional. Creo que esta es, sin duda, una de las claves por las que el libro ha tenido tanto éxito no sólo en Estados Unidos, sino alrededor del mundo. Es la magia de Kathryn Stockett

Me gusta especialmente la amistad que va surgiendo entre Skeeter y Aibileen a medida que van avanzando en su proyecto. La manera en que surge es muy natural y creíble: a Skeeter le cuesta ganarse la confianza de la criada. La autora no sólo es buena retratando personajes, sino que también lo es a la hora de hacerlos interactuar entre ellos. Es capaz de crear tanto relaciones estrechas como relaciones frías, soportadas por los convencionalismos. 

A pesar de que no todas las mujeres blancas de Jackson, Mississippi, tratan bien a sus criadas negras, no creo que ninguna de ellas sea mala, excepto Hilly, que es mezquina y egoísta, pero no a la manera de los personajes de ficción, sino de una manera tan real que es escalofriante. Hay muchas Hillys en la vida cotidiana de cada uno de nosotros.   
Las demás son simplemente víctimas de su tiempo, de su infinita incultura y de las leyes que allí imperaban. Después de leer 'Criadas y señoras' cuesta creer que cincuenta años más tarde un presidente negro haya sido posible. 

El final es agridulce, como lo es tomar decisiones valientes en la vida. También es emotivo. Una culminación verosímil que está a la altura del resto de la novela, en la que las tres protagonistas asumirán las consecuencias de sus actos.

Conclusión

Hace unos pocos meses vi la película que está basada en 'Criadas y señoras' sin tan siquiera saber que se trataba de una adaptación. Aún la tenía fresca en la memoria mientras leía la novela. Lo cierto es que ambas guardan más similitudes que diferencias, y es divertido descubrir qué secretos se desvelan antes en la película con respecto al libro, y cuáles después. El retrato de los personajes es muy fiel al libro físicamente hablando. Por ejemplo, creo que sólo Octavia Spencer podría haber interpretado a Minny Jackson. En cambio, Skeeter y Hilly quizá son las que menos parecido guardan con respecto a su descripción en el libro. Entrando ya en terreno psicológico, todos los personajes han sido trasladados a la gran pantalla con mucha precisión.



'Criadas y señoras' es una novela simplemente genial. Es una historia estupenda. La recomiendo a todo tipo de lectores. La he devorado en pocos días y no querría haberla soltado nunca. Ah, y también quiero hacer una mención especial a la película, está muy bien. Me han entrado ganas de verla otra vez. 

Valoración: 10/10
¿Recomendada?: .
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