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martes, 20 de junio de 2017

El último adiós, Kate Morton








Suma de Letras, 2.015
Premios: ninguno.
Precio: 21,75 €
Adquisición: regalo.









La autora

Ya presenté a la autora, la australiana Kate Morton, en las reseñas de 'La casa de Riverton', 'El cumpleaños secreto' y 'Las horas distantes'.

Sinopsis

En la mansión en el campo de la familia Edevane, todo está limpio y reluciente, listo para la tan esperada fiesta de solsticio de verano. Alice Edevane, de dieciséis años y escritora en ciernes, está especialmente ilusionada. Pero para cuando llegue la media noche, la familia Edevane habrá sufrido una pérdida tan grande que tendrá que abandonar Loanneth para siempre... Setenta años más tarde: después de un caso especialmente complicado, Sadie Sparrow, investigadora en Scotland Yard, está cumpliendo un permiso forzoso en su trabajo. Refugiada en la casa de su abuelo en Cornualles, un día llega por casualidad a una vieja casa abandonada rodeada de jardines salvajes y espesos bosques y descubre la historia de un niñito desaparecido sin dejar rastro...

Mi crítica

Este ya es el quinto libro que leo de Kate Morton (de 'El jardín olvidado' no llegué a hacer reseña). Leer una obra firmada por la afamada escritora australiana suele ser una garantía. Sinopsis atractivas, misterios bien planteados, tensión durante páginas y páginas... en este caso, con 'El último adiós' también ha sido así. Sin embargo, he de reconocer que no me ha convencido tanto como otros títulos ahora que echo la vista atrás y los puedo juzgar en retrospectiva.

O quizá es que la trama no me ha convencido tanto. Lo que realmente puedo asegurar con certeza es que los personajes no han conseguido encandilarme como en otros libros. Kate Morton repite fórmula también en 'El último adiós'. No sólo porque se le da más que bien construir tramas interesantes utilizando este tipo de estructura, sino porque además le reporta una seguridad de la que tendría que prescindir si cambiara de planteamiento. 

Por tanto, en esta ocasión también se presenta ante el lector un misterio sucedido en el pasado. Existen dos líneas temporales, en cuyo presente se resuelven las incógnitas que existen desde hace mucho tiempo hasta que uno puede ver el puzzle completo al final. Además, se trazan paralelismos entre las dos tramas, que tendrán en común mucho más de lo que a simple vista parece. 

Son dos las protagonistas, por un lado tenemos a Sadie en el presente, una detective con problemas en su trabajo. Por otro lado, tenemos a Alice, una adolescente criada en el seno de una familia acomodada que pasa los veranos en una espléndida casa en Cornualles. El día en que un suceso traumático y que afecta a toda la familia acontece, se despide de su vida tal y como la conoce hasta entonces. 

Kate Morton juega con los secretos familiares para ir tejiendo una trama que atrapa, pero no tanto como quizá debería. Siempre me ha parecido muy conveniente que los personajes más longevos casualmente estén en sus cabales y tengan una memoria prodigiosa para rememorar sucesos acontecidos hace muchas décadas.

Es algo extraño el hecho de que el personaje que más me haya gustado sea una figura secundaria. Hablo de Eleanor, la madre de Alice. Ni siquiera me hubiera fijado en ella de no ser porque cuando la novela estaba bien avanzada y las piezas comienzan a encajar, uno tiene la oportunidad de entender el por qué de su comportamiento durante los pasajes anteriores. 

Lo que más me ha gustado de 'El último adiós' es que Kate Morton juega al despiste con el lector, y vaya guiándole por callejones sin salida siguiendo hipótesis falsas hasta que vuelve a cambiar el rumbo. Por lo demás, no hay variación en lo que a ambientación y desarrollo de las incógnitas respecta: sin duda son dos de sus puntos fuertes.

No me ha gustado algo que sucede al final, y en eso coincidimos la mayoría de lectores que ha dejado su opinión sobre la novela en la red. Kate Morton ha querido rizar el rizo de más, añadir al hilo de paralelismos trazado entre presente y pasado una línea más que a mi juicio sobrecarga el conjunto. Las piezas terminan encajando con soltura, salvo una que parece demasiado forzada y, realmente, así es en mi opinión. Una pena que el final tenga ese pero, y que ningún personaje principal haya llegado a convencerme plenamente salvo Eleanor. He echado eso de menos durante toda la novela, y debido a eso no se ha llevado mayor puntuación.

Conclusión

Esta no es la mejor novela de Kate Morton, pero es entretenida y llega un punto, cuando todo comienza a cobrar sentido, en que resulta difícil dejar la lectura. Recomiendo 'El último adiós' a los que hayan disfrutado antes de la prosa de Kate Morton. Volveré a probar con sus nuevos lanzamientos, pero porque una vez al año no hace daño. Creo que una dosis más alta, teniendo en cuenta que la fórmula se repite una y otra vez, sería demasiado. 

Espero que en algún punto de su carrera Kate Morton se vea con la suficiente confianza como para abandonar ese esquema narrativo que tantos éxitos le ha reportado. Que tenga la valentía suficiente como para crear algo de cero, aunque el resultado no sea tan perfecto porque no lo controla al dedillo. 

Valoración: 7,5/10
¿Recomendada?: No.

sábado, 27 de mayo de 2017

La luz entre los océanos, M.L. Stedman






Salamandra, 2.013
Adaptación cinematográfica de Derek Cianfrance en 2.016.
Premios: Libro del Año en Australia, entre otros.
Precio: 12 €
Adquisición: regalo.








La autora

M. L. Stedman nació y se crió en Australia. Actualmente vive en Londres donde trabaja como abogada desde 1.997. Trabajando en su oficina, ante el ordenador, decidió probar con la escritura creativa. Se matriculó en un curso de escritura en Grecia donde escribió su primer cuento publicado. Posteriormente regresó a Londres donde, a tiempo parcial, empezó a estudiar escritura creativa en la Universidad. Publicó en el año 2008, una antología de cuentos. 'La luz entre los océanos' es su primera novela. Por este libro recibió los siguientes premios: Premio Libro del Año en Australia, Premio Goodreads a la Mejor Novela Histórica y nominada a la Medalla de Oro de la Australian Literature Society, al Women’s Prize y al Premio Walter Scott de Novela Histórica.

Sinopsis

Una mañana de abril de 1.926, un bote encalla en la costa rocosa de una remota isla australiana. En su interior yacen un hombre muerto y un bebé que llora con desesperación. A su encuentro salen Tom Sherbourne, el farero, y su joven esposa, Isabel. Se han instalado en la isla para dejar atrás los horrores de la Primera Guerra Mundial, y lo único que ensombrece su felicidad es la incapacidad de tener hijos

Mi crítica

Este libro llevaba en mi lista de deseos años. Impulsada por las buenas críticas, apunté el título en dicha wishlist con la esperanza de poder leerlo algún día porque supuse que sería una buena lectura. Por suerte, esta vez mi intuición no me falló. Si bien la novela presenta elementos a mi juicio mejorables, por otro lado pude hallar algo que es difícil de ver incluso en obras de mayor fama. 

'La luz entre los océanos' va de menos a más, y reconozco que tardé unos cuantos capítulos en sentir que estaba metida de lleno en la trama. Hay algún que otro altibajo más antes de que la trama comience a ponerse más intensa hasta llegar al clímax previo al final. Lo cierto es que en líneas generales considero que los momentos álgidos compensan los que son todo lo contrario. 

A pesar de que 'La luz entre los océanos' esté ambientada a principios del siglo XX (concretamente, tras la primera Guerra Mundial), la novela no debería, bajo mi punto de vista, ser calificada como histórica. El motivo radica en que está ambientada en dicho periodo por razones plenamente circunstancialesIrónicamente, ha ganado varios premios pertenecientes a dicha categoría. Lo más relevante de la novela es lo que sucede entre distintos personajes cuando determinado suceso les cambia sus vidas para siempre. 

La prosa de M. L. Stedman está bastante pulida y refinada, algo bastante extraordinario teniendo en cuenta que se trata de su ópera prima. Lo que más destacan son sus descripciones del océano y de la remota isla donde acontece casi toda la primera parte de la novela. A pesar de que coincido con otros lectores señalando que esta cualidad en la autora resulta notoria, no es a mi juicio, sin embargo, lo que más destaca en ella. Lo que prima por encima de cualquier otro elemento es el desarrollo de los personajes.

Los personajes van ganándose al lector poco a poco y van evolucionando a raíz de un acontecimiento que cambia las vidas de todos ellos. Sus decisiones tendrán más consecuencias de las que hubieran podido prever en un primer instante. La manera en que reaccionan ante los distintos escenarios que se producen a lo largo de la obra pone a prueba los lazos que los unen entre sí. Además sus verdaderos caracteres saldrán a la luz, y se ve de qué pasta está realmente hecho cada cual. 

Los personajes guardan mucha coherencia, siendo fieles a ellos mismos hasta sus últimas consecuencias. Solo son capaces de mirar más allá por el afecto que sienten entre ellos, y esto es algo que se percibe con toda claridad en la segunda mitad de la novela. En general me han gustado todos los personajes, pero destacaría a dos de ellos por encima de los demás: Tom, el farero; y Hannah. 

Muchos lectores se han puesto en contra del personaje de Isabel por determinados motivos que no se pueden señalar en una reseña sin spoilers. Es una figura que, si bien no me ha cautivado tanto como las otras, es con quien más afinidad he terminado sintiendo. Tiene un modo de actuar y sentir un tanto egoísta, pero es muy fácil ponerse en su piel, la autora se encarga de ello. Hasta la figura de Lucy, que es una niña de corta edad, está extraordinariamente lograda, y eso que en el caso de los niños es todavía más difícil crear personajes creíbles y con una voz propia genuina.

Considero que el desarrollo de los personajes es muy superior al que podamos encontrar en cualquier otra novela de características similares. Esto es algo casi insólito y desde luego muy llamativo en una novelista principiante, ya que es uno de los elementos más difíciles de llevar correctamente a lo largo de la trama, y que más tiempo le requiere a un escritor dominar. Incluso muchos autores consolidados tienen problemas en determinados casos cuando se trata de otorgarles vida a sus personajes.

Confieso que el desenlace me ha gustado más una vez analizado que mientras lo estaba leyendo. Valoro que M. L. Stedman no se haya decantado por un final puramente perfecto, sino que sea algo más realista

Conclusión

La adaptación cinematográfica ya está disponible y la verdad es que no me importaría verla para comprobar hasta qué punto han sido capaces de recrear las mejores cualidades del libro, tan difíciles de conservar cuando se adapta una trama escrita a formato visual. Quiero seguir la pista a M. L. Stedman y leer más libros suyos, ver si esto ha sido la suerte del principiante o si puede ofrecer una versión mejorada de sí misma en futuras obras y tiene madera de novelista

Recomiendo 'La luz entre los océanos' a quien se haya sentido atraído por la sinopsis y por la reseña. Es una novela bastante lograda aunque no llega a ser perfecta, pero que a todas luces merece la pena.

Valoración: 8/10
¿Recomendada?: .

domingo, 30 de abril de 2017

La modista, Rosalie Ham







Lumen, 2.016 (primera edición año 2.000).
Premios: ninguno.
Adaptación cinematográfica de Jocelyn Moorhouse en 2.015
Precio: 21,90 €
Adquisición: préstamo.






La autora

Rosalie Ham es una autora australiana nacida en 1.955. Es sobre todo conocida por su ópera prima, 'La modista', editada por primera vez en el año 2.000 y que fue adaptada cinematográficamente en 2.015 y protagonizada por la oscarizada Kate Winslet. Ese mismo año, el conjunto de sus obras había vendido unas 75.000 copias alrededor del mundo y han sido traducidas a una variedad de idiomas, como pueden ser el alemán, el francés y el castellano. Hija de granjeros, tuvo lo que ella denomina una infancia maravillosa. Completó sus estudios de dramaturgia y literatura en Reino Unido. 

Sinopsis

En los años cincuenta, tras pasar parte de su vida como modista de alta costura a lo largo y ancho de Europa, Tilly regresa a Dungatar, la pequeña localidad australiana donde pasó su infancia. Llega convertida en una hermosa y glamurosa muchacha que contrasta con la grisura de los vecinos del pueblo. Tilly ha vuelto para cuidar de su madre, con la intención de volverse a marchar cuanto antes, pero su regreso despierta cierto alboroto entre los habitantes del lugar. La muchacha no claudica: con la ayuda de su máquina de coser y mucha imaginación conseguirá que el pueblo entero respire un aire nuevo y por las calles desfilen vestidos nunca vistos.

Mi crítica

Realmente, llegué a este libro por casualidad. Buscando otro título similar, se me puso a tiro y decidí hacerme con él también y darle una oportunidad. Desgraciadamente, no fue una buena decisión ya que no he conectado con la novela en ningún momento. Desconocía que 'La modista' tenía adaptación cinematográfica, protagonizada nada menos que por Kate Winslet. Se me hace raro que una actriz de este calibre se ponga en la piel de una figura que me ha sabido a tan poco, pero quizá la película consigue sacarle partido a una novela que me ha parecido muy insulsa. No sería la primera vez que sucede.

El comienzo de 'La modista' no me resultó nada atractivo ni me inspiró para continuar leyendo. Tilly regresa a su pueblo natal, en la profunda Australia rural de mediados del siglo XX. Debe no solo enfrentarse a antiguos fantasmas del pasado, sino también a los típicos asuntos de estos pequeños lugares: el qué dirán, el hecho de que todo el mundo conozca a todos o crea conocerlos, esos prejuicios y esa predilección por las historias ajenas que tanto harán sufrir a Tilly.

No es de extrañar que a Tilly volver "le dé alergia", tal y como alega en uno de los pasajes de la primera mitad de la novela. La vida en aquel lugar es aburrida y monótona, y la obra se encarga de reflejarlo muy bien. De hecho, hasta casi el ecuador no sucede algo verdaderamente relevante, y eso a mi juicio es algo imperdonable y el peor rasgo que presenta 'La modista'.

La novela de Rosalie Ham podría llegar a considerarse una obra coral de no ser porque todo finalmente termina girando en torno a la hija pródiga que regresa. El funesto acontecimiento que alejó a Tilly de su hogar es uno de los secretos mejor guardados de la trama y una de las pocas razones que personalmente encontré como aliciente para continuar leyendo.

El estilo narrativo es coloquial, sencillo, sin nada que lo haga destacar. Un poco como los personajes que aparecen en la obra, incluyendo la protagonista. Me ha parecido una figura sin demasiado carácter, que acepta su sino con una resignación poco creíble. La autora apenas da la oportunidad al lector de conocerla, ya que en lugar de desarrollar su personaje está más centrada en narrar las vidas de algunas personas del pueblo. Bajo mi punto de vista, esto ha sido un error, ya que Tilly tuvo una vida en Europa mucho más interesante que la de sus vecinos, pero nunca se sabrán los detalles sobre cómo logró convertirse en una gran modista.

Tilly no solo ha tenido una juventud complicada sino, como era de esperar, una infancia infeliz. La protagonista no solo se ha creado una reputación basada en hechos acaecidos varias décadas atrás, sino que arrastra consigo la historia de sus padres. Tilly no puede escapar de su pasado, los habitantes del pueblo no olvidan por más años que pasen. Este es uno de los mensajes que el libro transmite con mayor contundencia y, a pesar de que luego se pretenda suavizar la conducta de la gente, desde luego realiza un más que fiel retrato de lo que era la vida no solo en aquel remoto pueblo de Australia, sino en general en todos los del mundo.

La novela va mejorando hacia la segunda mitad, pero en líneas generales opino que no merece la pena el esfuerzo de leer el libro, ya que luego ni mejora ni a largo plazo se mantiene, bajo mi punto de vista. De hecho, las páginas que preceden al final se me han hecho eternas, el pueblo centrado en organizar un evento que para nada ha llamado mi atención. 

No me ha convencido el final, ese que pretendía ser una especie de jaque mate karmico para los pueblerinos, pero es que 'La modista' tampoco lo ha hecho en líneas generales. Eso sí, ha habido puntos en la trama que no me han resultado predecibles, y esto sería un aspecto a resaltar si no fuera porque parecía en ocasiones que la obra iba un poco a la deriva. Hay pasajes que, en mi opinión, no guardan demasiada coherencia con el resto del conjunto.

Conclusión

No dudo que la película pueda ser interesante, incluso no descartaría verla en un futuro, cuando haya olvidado esta experiencia. A día de hoy, no me gustaría volver al universo de Tilly. Dudo que vuelva a leer algo de Rosalie Ham, prefiero centrarme en otros autores. Ninguno de los elementos que considero fundamentales me ha llegado a convencer: ni la trama, ni los personajes, ni la ambientación, ni el ritmo narrativo, ni las incógnitas que la autora se guardaba bajo la manga. No lo recomiendo, para nada.

¿Recomendada?: No.

domingo, 4 de diciembre de 2016

La lista de Schindler, Thomas Keneally






Punto de Lectura, 2.002 (primera edición 1.982)
Adaptación cimematográfica de Steven Spielberg en 1.993
Premios: 
Precio: 9,95 €
Adquisición: librería de segunda mano.







El autor

Thomas Michael Keneally es un autor nacido en Sídney, en 1.935. Es mundialmente famoso por escribir 'El arca de Schindler', que fue adaptada al cine en la película de Steven Spielberg, 'La lista de Schindler'. La mayor parte de la obra novelística de Thomas Keneally son reinterpretaciones de material histórico en las que moderniza su psicología y estilo. Esta estilo es especialmente claro en 'El arca de Schindler' y en su biografía de Abraham Lincoln, donde mediante diálogos ficticios recrea situaciones históricas. También ha escrito guiones, memorias y libros de no ficción.

Sinopsis

Oskar Schindler, un hombre de enorme astucia y talento para las relaciones públicas, diseña un ambicioso plan para ganarse la simpatía de los nazis más poderosos. Alemania acaba de invadir Polonia y, gracias a sus influencias, consigue la propiedad de una fábrica de Cracovia. A partir de ese momento, comienza una transformación personal que le lleva a convertirse en una persona totalmente distinta. 

Mi crítica

Conseguí hacerme con un viejo ejemplar de 'La lista de Schindler' (o 'El arca de Schindler', como reza su título original) a un precio bastante económico. Me apetecía mucho leer la obra tras haber visto la magnífica película dirigida por Steven Spielberg: tuve que hacerme con ella. Pese a las críticas que algunos se empeñaron en objetar (llegué a escuchar que para ponerse serio como el tema de la película así exigía, el aclamado director tuvo que recurrir al blanco y negro), a mí me pareció una película genial.

No sólo están basados en hechos reales tanto la película como la novela, sino que en mi opinión es una historia que a todas luces merece ser contada independientemente del soporte que uno desee utilizar para hacerlo. No se debe permitir que caiga en el olvido: todos deberíamos conocer quién fue Schindler y qué hizo. Da una lección de humanidad, arroja un halo de esperanza a la raza entera y demuestra que no todos los alemanes eran malos entre 1.939 y 1.945, que había buenas personas que estaban dispuestas a jugárselo todo, a perderlo todo por salvar a unos cuantos. 

Es un maravilloso ejemplo de lo que todos deberíamos querer llegar a ser. Todos los niños deberían decir: yo de mayor quiero ser como Oskar Schindler . Creo que todas las personas venimos al mundo por alguna razón, y estoy convencida que Oskar Schindler tenía una misión que cumplir; ¿era una especie de ángel, acaso?, ¿un enviado?, ¿un salvador? No. Según la novela, que de modo muy poético lo explica, se trataba de uno de los treinta y seis hombres justos, uno de los gentiles que, según la doctrina judía, envía Dios en medio de la destrucción para ajustar la balanza. Pero vamos al meollo de la cuestión: la novela.

Schindler es un empresario de éxito que aprovecha las circunstancias ventajosas de los años previos a la guerra para ubicar en Polonia su fábrica, contratando a obreros judíos porque resultan mucho más baratos. Oskar se hace rico, pero detesta el régimen nazi para el que suministra sus productos. No entiende ese odio hacia los judíos, y poco a poco se convence de que debe ayudarlos. El punto de inflexión se produce en una de las evacuaciones del ghetto de Cracovia: es testigo del horror, y decide hacer todo lo que esté en su mano por salvar al mayor número de personas posible, aunque se arruine en el proceso. Por eso, figurar en la lista de Schindler significaba estar a salvo, librarse de las garras del Holocausto.

Prestando atención únicamente a la forma y no al fondo, hay algunos puntos a destacar. Bajo mi punto de vista sin ningún poso de duda afirmo que Thomas Keneally es buen escritor, pero no es un buen novelista. Dudo que sea casualidad el hecho de que no haya apenas noticia de él antes de esta novela y no hayamos sabido nada del autor tras ella. He de reconocer que estuve a punto de abandonar la lectura muy pronto, pero un amigo lector que la había leído previamente me animó a continuarla, asegurándome que merecía la pena y que no me arrepentiría. 

Tras continuar, seguí pensando que Thomas Keneally me pareció "poco perro para tanto hueso", y es una pena. Esto lo digo desde un punto de vista muy personal, pero válido al fin y al cabo: esta novela es demasiado no-ficción para mi gusto. Sinceramente, hubiera disfrutado el triple de este libro si hubiera encontrado más recursos propios del género novelístico: un estilo narrativo más pulido y cuidado, con un intento deliberado por embellecer el lenguaje, más hondura en la psique de los personajes secundarios… 

Toda la novela transmite una frialdad y una distancia que sobrecoge a veces. Creo que en este caso sólo había dos posturas posibles desde el punto de vista del autor: o bien se alejaba para contar los hechos (reales, porque no pasa ninguna página sin que el autor se encargue de que el lector no olvide que se trata de hechos que sucedieron, y no hace tanto tiempo). O bien por el contrario se acercaba hasta crear una atmósfera claustrofóbica que hubiera convertido 'La lista de Schindler' en un dramón épico. Cuestión de gustos. 

Bajo mi punto de vista el autor es frío en cuanto al estilo, en cuanto a la narración, en cuanto al vocabulario, que está repleto de palabros técnicos y de términos que no están traducidos del alemán. El lenguaje es demasiado puntilloso y está demasiado detallado. Cuando se tiene una historia así, personalmente pienso que los tecnicismos están de más, que la trama tiene ya de por si mucho peso, y que incluir tantos detalles puede acabar por saturar al lector. Salvo por algunos detalles, tenía la impresión de que estaba leyendo un libro de historia. Le sobran, lo menos, cien páginas, y tarda una eternidad en llegar al meollo de la cuestión. 

Es casi un milagro que, tras todo esto que he expuesto anteriormente la novela todavía tuviera enganche, que me resultara aún interesante lo que me estaba contando y quisiera avanzar más. Es una paradoja extraña, porque a pesar de que conocía la historia y el desenlace había algo extraño que me impulsaba a seguir leyendo. Uno de los detalles que me ha gustado de esta novela ha sido que el autor ha sabido plasmar con bastante precisión lo que supongo sería el carácter y la personalidad de Schindler.

Nos deja claro prácticamente desde el principio que el protagonista no era un ángel ni mucho menos; es decir, no está idealizado (como podría haber sido): Schindler engaña a su mujer, bebe con mucha frecuencia y lleva años evitando a su padre enfermo y moribundo por una pelea que tuvieron dos décadas atrás. Las primeras sesenta o setenta páginas del libro están dedicadas a ponernos en antecedentes, en relatarnos su infancia y su adolescencia, para que podamos conocer al personaje desde el principio. 

No sé si será cosa del autor o es que realmente fue así, pero de la lectura de esta novela se desprende que Schindler no fue apenas nadie antes del Holocausto y que apenas fue nadie después. Una sombra errante que, si bien subsistía gracias a la ayuda de los judíos que logró salvar y de instituciones y asociaciones de víctimas del genocidio, no supo dónde caerse muerto. Esto me sobrecogió y me dio una pena infinita el saberlo. Tras la lectura he sentido que he conocido a Oskar Schindler de verdad, algo que con pocos personajes me ha sucedido. 

A Thomas Keneally no se le puede negar ni dejar de reconocer la ardua tarea de documentación e investigación que ha realizado para hacer que cobre vida este personaje y la historia de la que fue protagonista junto a los judíos de su lista. Tiene mucho mérito y no voy a ser yo quien se lo quite. Pero, como bien decía antes, otro novelista (y no cualquiera, eso también es cierto), hubiera clavado esta obra. 

Conclusión

No obstante, siempre nos quedará la película, que recomiendo sin miramientos a todo el mundo. En cuanto a la novela… bueno, dejando a un lado la increíble historia que cuenta, las hay mucho mejores, incluso tratando este tema. Ni la recomiendo ni la dejo de recomendar. Tiene sus pros y sus contras, sus puntos fuertes y débiles. Es el típico caso de excepción en que la adaptación cinematográfica supera con creces al libro. Al menos, bajo mi punto de vista.

viernes, 4 de noviembre de 2016

A siete pasos de la primavera, Steven Conte






De Bolsillo, 2.010 (primera edición 2.007)
Premios: Australian Prime Minister’s Literary Award.
Precio: 8,95 €
Adquisición: librería de segunda mano.








El autor

Steven Conte es un autor australiano nacido en Sydney en 1.966. Ha vivido en numerosas ciudades y pueblos de toda Australia y ha viajado a lo largo y ancho de Europa, particularmente por Italia. Steven Conte estudió escritura profesional en la universidad de Camberra, así como literatura australiana. Tiene un doctorado en escritura creativa por la universidad de Melbourne, aunque ha desempeñado numerosos oficios aparte de escritor: barman, taxista, crítico de libros, tutor universitario... En 2.007 publicó su primera novela 'A siete pasos de la primavera', que ganó el Australian Prime Minister’s Literary Award. La novela fue publicada en Reino Unido y Australia, además de ser traducida al portugués y al castellano.

Sinopsis

A finales de 1.943, Axel Frey ve cómo el Zoo de Berlín, del que es director, es arrasado por las bombas británicas y sus trabajadores más válidos son llamados a filas. Su obsesión por tratar de reconstruir el zoo inquieta a su esposa, Vera, quien inicia un breve romance con un nuevo empleado del zoo: un prisionero de guerra condenado a trabajos forzados. 

Mi crítica

Me pude hacer con este libro a auténtico precio de ganga y por eso decidí traérmelo conmigo. Me llamó mucho la atención la portada y la sinopsis también. Tras un par de años esperando en la estantería, por fin le llegó su turno y, a pesar de que no tenía ni grandes ni pequeñas esperanzas puestas en él, no he disfrutado demasiado de la lectura. 

Los motivos por los que no ha funcionado en esta ocasión son, básicamente, los mismos que han hallado otros lectores que han expresado su opinión sobre la novela en internet. La opinión general que se encuentra en la red es muy cercana a la mía, así que me uno a la corriente de críticas que ha recibido este libro, al menos, entre los lectores de habla castellana. 

Desde las primeras páginas hay algo que no termina de ir del todo bien, aunque al principio no sea apenas perceptible, se incrementa a medida que el libro avanza. Bajo mi punto de vista, el principal problema es que la protagonista, Vera, es un personaje poco empático, que no resulta amigable o carismática. Es difícil ponerse en su lugar, compadecerle cuando las cosas van mal y alegrarse con ella en caso contrario. Nunca me convenció como personaje principal. A pesar de que la guerra en Berlín sea cruda y peligrosa, se queda junto a su marido que es el director del zoo de la capital alemana. Las bombas caen, el hambre se ceba con los habitantes, humanos y animales. Pero alguien tiene que cuidar a los más desprotegidos. 

Transmite frialdad y egoísmo aunque hable de los animales del zoo o de las personas que le rodean, que tan mal lo están pasando en la guerra. Sus sentimientos no parecen sinceros. Hay pasajes realmente terribles y crudos acerca del sufrimiento de los animales del zoo de Berlín: muertos, hacinados, pasando frío y hambre, desnutrición y falta de atención veterinaria. Algunos, agonizan durante días. Describe todo esto con un revestimiento sentimental muy ligero, da la sensación de que en el fondo le da lo mismo. Vera no habla como una auténtica amante de los animales ni de la vida. Alberga la misma compasión superficial para los prisioneros de guerra que, a partir de determinado punto, comienzan a trabajar para su marido.

Todo esto puede crear un sentimiento de vacío en el lector y de rechazo hacia Vera. Ese fue mi caso. Aparte de este gran problema, Vera en líneas generales es un personaje poco perfilado, en gran parte estereotipado y cuya evolución es tan difusa que apenas existe. Me hubiera gustado que su marido, Axel, tuviese más protagonismo a lo largo de la trama, porque de la pareja parece el más racional y sensato. Creo que se merecía más, en todos los sentidos, de lo que da de sí su papel en la novela.

Al tener semejantes problemas con la protagonista, aquellos pasajes en que sus sentimientos y vivencias ocupan el primer plano me resultaron aburridos, poco creíbles o interesantes. El zoo, sus animales y el destino que corren van quedando progresivamente en un segundo plano que a mi juicio ha sido un tremendo error, ya que era el elemento que hacía la novela distinta a muchas otras ambientadas en el Berlín de la segunda Guerra Mundial.

El ritmo es en general pausado aunque se acelera al final. Sin embargo, el estilo narrativo es sencillo por lo que afortunadamente no cuesta demasiado seguir el hilo y, a pesar de que la lectura podría haber sido más ágil, al menos no se hace cuesta arriba. El único punto positivo que he logrado hallar más allá de esto es que la ambientación está cuidada y uno se imagina perfectamente el paisaje desolado del gris y frío Berlín de aquella época.

Conclusión

Una protagonista fría y egoísta, que apenas evoluciona a lo largo de la novela estropea cualquier buen punto de partida, bajo mi punto de vista así podría resumir mi experiencia leyendo 'A siete pasos de la primavera'. La trama o tramas románticas de la obra, que al fin y al cabo terminan siendo lo más relevante, a mi juicio no merecen tanto la pena como para salvar un conjunto desvirtuado y que hace aguas en los puntos clave. Dudo que vuelva a leer algo de Steven Conte en un futuro, habiendo tantos libros por leer firmados por autores que son capaces de crear personajes mucho más interesantes.

Valoración: 4,5/10
¿Recomendada?: No.

viernes, 12 de agosto de 2016

Una casa en Thornwood, Anna Romer








Suma de Letras, 2.014
Premios: ninguno.
Precio: 19 €
Adquisición: librería de segunda mano.








La autora

Anna Romer es una autora australiana que creció en el seno de una familia de amantes de los libros y de contar historias. Diseñadora gráfica de profesión, también ha pasado muchos años viajando por el mundo y acumulando vivencias para sus historias en el interior de Australia y posteriormente en Asia, Nueva Zelanda, Europa y Estados Unidos. Su primera novela, 'Una casa en Thornwood', refleja su fascinación por los diarios y las cartas del pasado, las intrigas familiares, las mansiones de época y el amor en sus múltiples facetas, así como su pasión por la belleza incomparable del paisaje australiano. Cuando no escribe, se entrega a fondo a la jardinería, las labores de punto, el senderismo y la ecología. Vive en una remota finca rural en el norte de Nueva Gales del Sur.

Sinopsis

Audrey hereda de su ex pareja, que ha muerto de forma súbita e inesperada, una finca abandonada en Queensland. Decide no venderla y aprovechar la oportunidad para escapar de la ciudad y de una vida sin mucho aliciente. En una habitación descubre la fotografía de un guapo médico de la Segunda Guerra Mundial, Samuel Riordan, el antiguo dueño de la casa. Pronto se obsesiona con él y empieza a indagar sobre su vida hasta descubrir que fue acusado de asesinar a su novia a la vuelta de la guerra en 1.946. 

Mi crítica

Tenía en mente leer este libro desde hace mucho tiempo. Lo reservé para una época en que pudiera ponerme con él sin prisas, sin que la rutina del día a día me impidiera leerlo cuando quisiera. Me sentí atraída por 'Una casa en Thornwood' tanto por la sinopsis como por la portada. Además, había leído numerosas reseñas positivas. Mi experiencia con la novela podría haber sido mejor. No creo que haya merecido la pena reservar este libro para una ocasión especial y sinceramente me ha decepcionado un poco.

Para empezar, el ritmo en líneas generales es lento, y se da vueltas a las mismas ideas y hechos en ocasiones de manera demasiado reiterativa. La autora se recrea en descripciones minuciosas del paisaje australiano. Anna Romer sabe que se le dan bien, es sin duda uno de sus puntos fuertes. Las ambientaciones son hermosas y detalladas, pero terminan resultando un tanto tediosas debido a que interrumpen constantemente el discurrir de la acción.

La protagonista tampoco me ha convencido. Audrey llega a descuidarse a ella misma y a su hija de once años por resolver el misterio que se promete ya desde las primeras páginas. La manera en que se obsesiona resulta a mi juicio enfermizo y extremo. Para nada verosímil, por no hablar de aquellos pasajes en los que lo paranormal se adueña por completo del raciocinio de Audrey de un modo que no me ha convencido. En determinado punto, la hija de la protagonista llega a afirmar que ella misma es más madura que su madre, y no puedo estar más de acuerdo porque es algo que llevaba pensando desde hacía unas cuantas decenas de páginas.

Anna Romer se ha dejado llevar demasiado por su propio personaje, bajo mi punto de vista. Así como Audrey tiene ciertas carencias absurdas en una persona supuestamente adulta, su hija de once años es todo lo contrario: demasiado sabelotodo, avispada y perspicaz como para resultar verosímil. En cuanto al resto de personajes, apenas ninguno me ha terminado de gustar. Algunos son planos y/o estereotipados; otros, presentan contradicciones en su manera de actuar y su manera de ser. La trama amorosa, que aparece con una importancia secundaria en la obra, tampoco me ha convencido. En absoluto, y principalmente debido al carácter de la protagonista y lo absurdo de algunos momentos que vive junto al otro personaje que juega el papel de su interés amoroso. 

El desarrollo de la trama, además de lento, en su conjunto y valorándolo de manera retrospectiva, una vez se conocen todas las artimañas del misterio desvelado, no me ha terminado de convencer debido a que ciertas piezas encajan de modo forzado. No obstante, mientras iba leyendo no tenía esa sensación, que más bien me ha abordado a posteriori. Cuando uno lee y va desentrañando el misterio poco a poco es distinto. Ha sido cuando me he puesto a meditar sobre 'Una casa en Thornwood' para redactar la reseña el momento en que he comenzado a detectar esos peros.

Mentiría si dijera que 'Una casa en Thornwood' me ha atrapado. De hecho, el último tercio de la novela se me ha hecho algo cuesta arriba, y esto es algo que no debería suceder teniendo en cuenta que es cuando se desvelan todas las incógnitas presentadas a lo largo de las páginas anteriores. El final no me ha gustado para nada: es lento en su desarrollo, casi como si sucediera todo a cámara lenta a pesar de que la acción en teoría es frenética. Además, es demasiado peliculero para mi gusto en el sentido más peyorativo de la palabra.

Conclusión

Considero que Anna Romer podría haber condensado un poco más los misterios e incógnitas que aparecen y se resuelven en la novela. Tendría que haber creado unos personajes mucho más consistentes y convincentes, sobre todo hablo por Audrey y su hija. No termino de estar cómoda recomendando 'Una casa en Thornwood', sobre todo teniendo en cuenta que la compatriota de Anna Romer, Kate Morton, es una maestra en este género y le da, en mi opinión, cien mil vueltas. Dudo que vuelva a leer algo de Anna Romer en un futuro, aunque tampoco me cierro en banda a ello. Desde luego, por ahora, no.

Valoración: 6,5/10
¿Recomendada?: No.

domingo, 19 de junio de 2016

Mi nombre es Sei Shonagon, Jan Blensdorf







Alfaguara, 2.004
Premios: ninguno.
Precio: 16,65 €
Adquisición: intercambio.









La autora

No hay disponible demasiada información acerca de Jan Blensdorf en la red. Se sabe que es una autora nacida en Australia, pero que lleva trabajando y viviendo muchos años fuera de su país natal. Actualmente está afincada en Inglaterra. Su novela más conocida, 'Mi nombre es Sei Shonagon' se gestó durante los dos años que estuvo viviendo en Tokio. 

Sinopsis

En la caótica ciudad de Tokio hay una habitación situada sobre una tienda de incienso en la que una misteriosa mujer escucha detrás de un biombo las palabras de cualquier extraño que se acerque hasta ella. Y todos abandonan el lugar extrañamente reconfortados. 

Mi crítica

Esta novela llegó a mi gracias al azar. A través de un intercambio, una persona que conoce bastante bien mis gustos me recomendó 'Mi nombre es Sei Shonagon'. Supuse que acertaría y por ello acepté el envío del libro a cambio de otro. Además, la sinopsis, aunque no me decía gran cosa, parecía al menos tener un punto interesante. Tras algunos meses en la estantería, decidí que sería mi siguiente lectura porque me apetecía leer una novela corta. 

Sin embargo, en ocasiones la longitud de un libro puede ser relativa: novelas de varios cientos de páginas son devoradas en un par de días mientras que otras veces, las lecturas se atragantan. Esto último es lo que lamentablemente me ha sucedido con la novela de Jan Blensdorf. 'Mi nombre es Sei Shonagon' me ha parecido una obra lenta y la trama bastante insulsa, carente de interés bajo mi punto de vista. No me ha llamado para nada la atención el desarrollo de la misma, no he sentido conexión con la protagonista.

A pesar de que la novela está narrada desde una perspectiva original y llamativa, no he conseguido salir de la apatía en la que se sume el lector en las primeras páginas de la obra. Además, considero que es demasiado intimista para mi gusto y que por otro lado no termina de explotar otros temas que podrían dar mucho de sí, como el choque cultural existente entre Estados Unidos y Japón. La protagonista se tiene que enfrentar de manera continua a situaciones que ponen en entredicho su pertenencia a una de las dos culturas, y de hecho es como si realmente no encajase por entero en ninguna.

La historia y ritos japoneses narrados en el libro no me resultaron interesantes, y esto es algo que no suele ocurrirme ya que personalmente, la cultura nipona me llama bastante la atención. La poca acción de la trama y el poco diálogo acentúan el hecho de que el ritmo sea pausado. Es lógico que estas sean las características principales de la novela dada la manera en que comienza, sin embargo, esto no me parece justificación suficiente como para que la lectura se me haya hecho cuesta arriba.

Algo que ya he mencionado es el hecho de que no he podido conectar con la protagonista. Esto es vital en todas las novelas, prácticamente sin excepción. Sin embargo, en 'Mi nombre es Sei Shonagon' es del todo obligatorio, ya que es su visión de las cosas la que impera, y ella es la pieza fundamental de la novela en todo momento, dejando en segundo plano casi todo lo demás. 

El final me ha resultado precipitado, queda poco qué sucede aparte de lo más obvio: me refiero a los sentimientos y a las sensaciones físicas de la protagonista en los momentos que preceden al punto y final. El hecho de que mezcle sus vivencias con sus pensamientos y reflexiones me ha parecido en ciertos momentos algo enrevesado e incluso caótico. No me ha gustado en líneas generales la novela y dudo que vuelva a leer algo de Jan Blensdorf en un futuro. Me consta que a la mayoría de lectores 'Mi nombre es Sei Shonagon' les ha parecido una novela que merece del todo la pena. Sinceramente, yo he tenido una experiencia lectora del todo distinta y no he visto en esta obra nada especial.

Conclusión

Siendo quizá algo más objetiva, no creo que sea un libro recomendable para todo tipo de lectores, pero además tampoco opino que sea un libro recomendable para cualquier momento lector. Jan Blensdorf emplea un tono triste para narrar las vivencias de su protagonista. Quizá sólo aconsejaría su lectura a aquellos que prefieran la novela intimista y a los que no se sientan disuadidos tras leer mi reseña. De hecho, casi todas las críticas de esta obra son favorables, por lo que entiendo que no hay que tener la mía demasiado en cuenta. 

¿Recomendada?: No.

martes, 12 de enero de 2016

La lavanda silvestre que iluminó París, Belinda Alexandra








Martínez Roca, 2.011
Premios: ninguno.
Precio: 22,90 €
Adquisición: intercambio.









La autora

Ya presenté a la autora, la australiana Belinda Alexandra, en la reseña de 'Secreto de hermanas'.

Sinopsis

La joven Simone Fleurier, de catorce años, vive arropada por el amor incondicional de su familia, dueña de una plantación de lavandas que atraviesa graves problemas económicos. Cuando por fin las cosas parecen mejorar, su padre fallece en un fatídico accidente de tráfico. Su familia, destrozada y sin recursos, se ve obligada a enviar a Simone a un vieja casa de huéspedes en Marsella dirigida por su tía, una cruel mujer que la obligará a trabajar como criada en unas pésimas condiciones. Sola, sin el amor de los suyos y perdida cualquier esperanza, Simone cae en una vida triste y miserable. Pero su suerte cambiará cuando trabe amistad con Camile Casal, una hermosa, fría y calculadora joven dedicada al teatro de variedades que le descubrirá el mundo del espectáculo. 

Mi crítica

Tras leer deliberadamente primero el libro de Belinda Alexandra que peor críticas tenía, 'Secreto de hermanas', me dispuse a empezar con ansias una de las supuestas mejores obras de la autora: 'La lavanda silvestre que iluminó París'. Opino con brutal honestidad que el título traducido al castellano es una cursilada, pero las diversas alabanzas que se pueden encontrar a lo largo y ancho de la blogosfera me impulsaron a querer leer la novela, a pesar de que la contraportada ofrecía una sinopsis un tanto ambiciosa que me hizo recelar en el último momento.

Y, efectivamente, se ha cumplido lo que pronosticaba: la trama abarca mucho más de lo que Belinda Alexandra es capaz de manejar con tino, bajo mi punto de vista. A pesar de que se trata de una novela extensa, contiene demasiadas vivencias para un solo personaje. Quizá es que mis altísimas expectativas han jugado la peor de las pasadas, pero estamos ante la que puede ser la decepción del año lector 2.016. Y eso que acabamos de estrenarlo.

Desde las primeras páginas sentí que algo no marchaba bien. Ni siquiera el ritmo, dinámico al principio, ha conseguido meterme de lleno en la trama. Lo peor de todo es que no he conseguido sintonizar con la protagonista, Simone. Vive tantas experiencias, ocurren tantas y tantas cosas en su vida... y a pesar de ello, apenas he logrado sentirme cómoda con esta figura principal. Sí, su mundo me resulta atractivo, todos los obstáculos que debe salvar para poder lograr sus objetivos, pero me ha faltado algo por su parte. Algo que sí hallé en 'Secreto de hermanas', una obra que supuestamente está muy por debajo de esta.

Opino que a 'La lavanda silvestre que iluminó París' le falta alma, chispa. Gran parte de la culpa la tiene, como ya he mencionado, una protagonista a la que no he percibido cercana ni he llegado a comprender. Sus motivaciones y comportamientos no los he visto del todo claros o sinceros. No termino de creérmela como protagonista. En cambio, sí considero que la ambientación está a la altura. Si no llega a ser por este elemento, quizá hubiese abandonado la lectura.

Con la introducción de la trama amorosa, a mi juicio la novela comienza a decaer seriamente. Esto sucede más o menos en el ecuador de la obra. Considero que la segunda parte es mucho peor que la primera debido a que progresivamente el entorno en el que se mueve Simone va cambiando, y todo su mundo comienza a ser conquistado por determinado personaje. La historia de amor me ha parecido aburrida, poco interesante, sobre todo si lo comparamos con el ambiente de cabarets y demás espectáculos del París de principios de siglo.

Llega un punto en que parece que el lector está leyendo otro libro, que apenas tiene nada que ver con las trescientas páginas anteriores. Desconecté de la lectura y no pude recuperar las ganas de leer. El contexto histórico va pesando cada vez más y más a medida que un importante acontecimiento más trascendente que cualquier actuación está por llegar. Mientras, algunos pasajes me resultaron de lo más inverosímil; en cambio otros me parecieron predecibles. Es como si el término medio nunca hubiera existido.

Conclusión

La lectura de 'La lavanda silvestres que iluminó París' se me ha hecho lenta y larga. Considero que Belinda Alexandra ha intentado expandir sus límites como autora yendo por unos derroteros que se han tornado arenas movedizas. No ha logrado conquistarme esta vez, ha arriesgado mucho pero este movimiento no ha dado los resultados que quizá yo estaba esperando. Siempre veré con buenos ojos las historias de autores que se arriesgan y tratan de impedir caer en su zona de confort una y otra vez, pero no hay muchas cosas positivas que yo pueda decir acerca de esta novela. Y no puedo recomendarla.

¿Recomendada?: No.
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