lunes, 30 de enero de 2012

El cementerio de Praga, Umberto Eco







Lumen, 2.010
Premios: ninguno
Precio: 23,90 €
Adquisición: biblioteca










"Los que han de falsificar documentos tienen que documentarse siempre, por eso frecuentaba las bibliotecas. Son fascinantes: a veces parece que uno está bajo la marquesina de una estación ferroviaria, y otras de estar viajando hacia mares lejanos"

El autor

Umberto Eco nació en la ciudad de Alessandria, al norte de Italia, en 1.932. Se doctoró en Filosofía y Letras en 1.954. Trabajó como profesor desde entonces y a partir de 1.971 ocupa la cátedra de Semiótica en la Universidad de Bolonia. 
Además de todo ello es escritor y crítico literario. En 1.980 se ganó el favor del público con 'El nombre de la rosa', que resultó ser un éxito editorial, traducida a múltiples idiomas y llevada al cine en 1.986, protagonizada entre otros por Sean Connery. Escribió además otras novelas, muchas ambientadas también en la Edad Media. Su última obra es 'El cementerio de Praga' (2.010).

Sinópsis

París, 1.897: Simonini, un piamontés en el ocaso de su vida, se encuentra escribiendo sus memorias. Desde muy joven se ha dedicado al noble arte de crear documentos falsos. Es un personaje muy peculiar: antisemita, anticlerical, misógino y glotón. En sus manos se han forjado los destinos de hombres muy influyentes del siglo XIX: ha fomentado intrigas, difundido falsos rumores o difamado grandes figuras de la política europea. Simonini carece de escrúpulos y se vende al mejor postor


Mi crítica


Quiero comenzar con una advertencia: esta novela no es fácil de reseñar y mucho menos de leer. Es bastante compleja, ya que se compone de múltiples personajes (la mayoría reales), hay tres narradores que se van turnando y aborda la historia de mitad del siglo XIX de varios países al mismo tiempo. Umberto Eco es un hombre con una cultura impresionante, de la que no duda en hacer gala escribiendo esta novela. 

'El cementerio de Praga' no me llegó a convencer nunca, desde el principio. A pesar de que la documentación que hay detrás de esta obra es impresionante, y a pesar de que está bien narrada. Es una obra muy completa ya que, además, el lector encuentra numerosas ilustraciones entre las páginas (daguerrotipos, grabados, carteles satíricos de la época, retratos...) que amenizan un poco la lectura y permiten la abstracción momentánea de la novela.

¿Qué falla, entonces? El estilo narrativo de Umberto Eco es un tanto raro. No se me ocurre un adjetivo que case mejor para calificarlo. No pude adaptarme a él fácilmente. La prosa suele ser densa, y en algunas partes se hace difícil de digerir. A la hora de escribir las descripciones, el autor da cuenta de casi todos los objetos que pueden encontrarse, por ejemplo, en una habitación. No deja nada en el tintero. Todo, absolutamente todo, es enumerado.  

Y no sólo eso. Su manera de exponer los hechos que acontecen en la novela se me antoja un tanto desordenada. Esta característica guarda mucha similitud con la descripción del cementerio judío de Praga: "habían clavado las lápidas de piedra sin miramientos, ajenos como eran (los judíos) a todo sentimiento de belleza y orden".

Poco antes de llegar al ecuador del libro, la cantidad de datos históricos que el lector lleva a cuestas comienza a pesar. Umberto Eco se encarga de contar la realidad político-social de la época de manera amena e informal, pero la sensación que me dio como lectora fue la de estar asistiendo a una clase de historia, y no leyendo una novela. Masones, jesuitas, conspiraciones judías para acabar con los cristianos apoderándose de todo y sociedades secretas se mezclan en 'El cementerio de Praga'. Simonini tendrá la vida de muchos hombres influyentes en sus manos, pudiendo encumbrar a unos y condenar al ostracismo a otros, según lo que redacte en sus falsos documentos, cambiando así la historia de Europa por unas monedas.

Como mencioné antes, no hay un sólo narrador sino tres: Simonini, en primera persona, es el que más peso tiene en la obra. El abate Dalla Piccola, que no se sabe si es un personaje más o si se trata del propio Simonini en un extraño desdoble de personalidad con el que se intercambia mensajes en su diario. Por último, está la figura del narrador omnisciente que se encarga de poner un poco de orden en todo este embrollo.

El protagonista, Simonini, es el anti-héroe. Odia a todos, es un estafador y un falsificador. Arremete especialmente contra los judíos (de hecho, antes de 1.900 ya charla con otro personaje sobre una primitiva idea del Holocausto). Tampoco se salvan los jesuitas, las mujeres, los franceses y los alemanes. Lo único que le gusta es la comida, que engulle con glotonería. Es un personaje patético que no se gana el favor del lector en ningún momento. Simonini no sólo es un experto en falsificar documentos, sino que también lo es falsificándose a sí mismo. Tiene múltiples caras. Justifica sus malas artes afirmando que él es, simplemente, un estafador de estafadores. Y quizá tenga razón. 

Me ha llamado la atención el protagonismo que tiene el escritor francés Alejandro Dumas (autor, entre otras, de obras como 'Los tres mosqueteros' o 'El conde de Montecristo'). 
Es mencionado en múltiples ocasiones y además aparece como personaje en la novela. Simonini siente una especie de amor-odio hacia él.
Cuando finalmente todo acaba, el protagonista se siente vacío: por fin se ve un rasgo humano en él. Las aventuras que ha vivido le han afectado y ya no es el mismo que era al principio. Al menos eso me gustó.

Conclusión

Sinceramente, no es que esperara más o menos de esta obra: me esperaba otra cosa. Creí que esta era una novela negra ambientada a finales del siglo XIX en París y Praga, con sus asesinatos y detectives. Sin embargo, es algo totalmente diferente. 'El cementerio de Praga' está protagonizada por un ser repelente y la trama, lejos de parecerme interesante, no me inspiró mucho interés, la verdad. La Historia tiene mucho más peso que la ficción en esta obra. 
Me pregunto cuánto tardará Hollywood en hacer una película basada en esta obra. Sin duda iba a ser un hueso duro de roer, difícil de adaptar al lenguaje cinematográfico.

No puedo ponerle nota a una novela que no me ha gustado por las razones anteriormente mencionadas. No es que esté mal escrita o mal documentada, pues es todo lo contrario. Lo que sí puedo hacer es no recomendarla, a menos que uno sea amante de la historia con devoción absoluta

¿Recomendada?: No.

8 comentarios:

  1. No he leído ninguna crítica favorable hacia este libro, por otra parte estoy deseando echarle el guante a "El nombre de la rosa". Un saludo.

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  2. Es un libro que no me llama nada y después de leer tu reseña, que te ha quedado genial a pesar de ser como dices un libro difícil de reseñar, no me animaré con él. De este autor solo he leído El nombre de la rosa y ya practicamente ni me acuerdo de su estilo
    un beso!

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  3. Como bien dices, este libro requiere un ejercicio de esfuerzo, sobre todo las primeras 70 o 100 páginas en las que es denso, casi farrangoso. A mi, sin embargo, si que me gustó después, recuperando el personal estilo del autor y, si bien sigue siendo de ritmo lento, el contexto en que lo sitúa me pareció detalladísimo.
    Besos

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  4. Recuerdo que cuando intente leer este libro me sentí bastante frustrada por no poder seguirle el "hilo" a la trama. Claramente no lo terminé, pero creo que no deberían cerrarse los lectores a este autor
    saludos :)

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  5. No me gustó nada de nada, es más se me hizo eterno...me lo regalaron por navidades y me hizo mucha ilusión porque el nombre de la rosa me encantó, pero ha sido una completa decepción!!!

    Un beso

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    Respuestas
    1. Gracias por comentarme en esta entrada antigua. No he leído 'El nombre de la rosa' pero desde luego tras haber leído este libro no me han quedado demasiadas ganas, la verdad. Me alegro que coincidamos.
      Un beso.

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  6. Saludos,
    contario a la gran mayoria de comentarios, creo que se está dejando de lado los "términos" o la "forma" de dicción que una '"novela" de Eco demanda. EL libro ya lo he leido y a mi parecer cumple su objetivo, y es el de irritar y sublevar la romantica idea que se tiene de la novela contemporanea. Eco plantea en un estilo sencillo y en la opción más livina una narrativa enriquecida por las descripciones (aspecto carácterístico de la Semiología) y la ambientación de escenarios europeos del siglo XIX.
    Audaz y descarado, Eco rompe uno de los paradigmas de la narrativa contemporanea y sin autocensura ofrece un contenido directo y crítico.
    Yo recomendaría este libro, no ciegamente a todo el mundo, sino a aquellos que disfrutan este tipo de escritos.

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    Respuestas
    1. Debe ser que no es un autor para mi (o yo no soy una lectora para él).

      Besos.

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