Planeta, 2.015
Premios: ninguno.
Precio: 19,50 €
Adquisición: regalo.
La autora
Paula Hawkins nació en Salisbury, en 1.972. Es periodista y escritora, conocida fundamentalmente por haber escrito el éxito súper-ventas 'La chica del tren'. Paula Hawkins se trasladó a Londres cuando tenía 17 años y más tarde estudió filosofía, política y economía en la Universidad de Oxford. Hacia el 2.009, comenzó a escribir novelas románticas con el seudónimo Amy Silver, sin alcanzar la fama, hasta que cambió la temática de sus novelas. En 2.015 publicó 'La chica del tren', que supuso un gran éxito comercial. Tardó seis meses, trabajando de forma intensiva en escribir este libro, en un momento en el que se encontraba en dificultades financieras, que le llevaron a pedir un préstamo a su padre para poder culminar su trabajo.
Sinopsis
Rachel es una mujer devastada por su divorcio que cada mañana toma el tren de las 08:04 hacia Londres. Todos los días el tren se detiene en un semáforo rojo, desde donde puede observar varias casas. En una de ellas vive una pareja a la que Rachel llama Jason y Jess y sobre la que se ha inventado una perfecta historia de amor, que más tarde descubre que no es tan perfecta. A raíz de ello, se ve involucrada en un misterio.
Mi crítica
Añadí este libro a mi lista de deseos por razones obvias: lo veía por todas partes, todos hablaban de él. Además, lo habían adaptado recientemente a la gran pantalla. La verdad sea dicha, no me molesté mucho en leer las reseñas. Pese a haberlo leído y no estar satisfecha con el resultado, no me importaría ver la película. Tanto revuelo por la novela, a mi juicio y aplicando la retrospectiva, no merecía la pena. Una buena campaña de marketing es lo que, básicamente, se encuentra tras el éxito de este libro. Una cortina de humo que esconde una obra estándar.
La protagonista, Rachel, es el elemento más llamativo y perturbador de la novela, bajo mi punto de vista. Me irritó durante casi toda la extensión de la obra que fuese tan inmadura en su comportamiento, tan inconstante, tan débil. Personalmente, me gustan los y las protagonistas fuertes, que resurgen de sus cenizas y siempre se levantan para seguir adelante. Desde luego, este no es el caso de Rachel: en ella no he hallado nada de eso. Pero al menos, se puede decir que esta anti-heroína aporta algo diferente.
En general, el hecho de que no solo Rachel, sino los otros dos personajes femeninos con los que comparte el peso en la trama, actuaran de manera tan inestable, egoísta e inmadura, no me ha terminado de cuadrar. En cuanto a los personajes masculinos, les ha faltado algo. Son, en esencia, muy similares entre sí, a pesar de que el rol de cada uno en la trama sea distinto. Me han resultado figuras simples. Los tres puntos de vista que ofrece la trama (Rachel, Anna y Megan), podrían haber sido más completos. En general, los personajes podrían haber estado mejor perfilados. Por ejemplo, en el caso de Rachel, creo que la autora se recrea demasiado en la espiral descendente por la que ha caído y continúa cayendo. Apenas deja ver al lector más allá de sus adicciones.
Me ha resultado difícil lidiar con la protagonista, no terminé de simpatizar con ella. Paula Hawkins ha sido relativamente hábil mostrando solo a la Rachel que quería dejar ver, aunque considero que esto le ha terminado perjudicando en el final. Considero que la novela tarda en despegar. A pesar de que el estilo narrativo facilite las cosas hasta el extremo, y pese a que la novela sea sencilla en cuanto a su estructura. El vocabulario accesible y el tono coloquial en el que, en primera persona, se va narrando la novela, no quita para que los primeros capítulos se terminen haciendo un tanto repetitivos.
'La chica del tren' no es absorbente, ni atrapa realmente. Quizá esto cambia en el último tercio, cuando las incógnitas están cerca de ser resueltas. A mi juicio, Paula Hawkins marea la perdiz un poco más de lo conveniente. No puedo hablar demasiado de la ambientación pues en el caso de esta novela, es bastante reducida: se limita a mostrar dos o tres localizaciones disitntas: las casas de los protagonistas, el tren, las afueras de los barrios en los que viven, poco más.
El último tercio de la novela, como expuse anteriormente, es el más interesante. Se produce el clímax, y las incógnitas se resuelven. Dicho momento álgido no ha estado mal, pero podría haber sido mejor, dando una vuelta de tuerca. Analizando lo que termina sucediendo, me pregunto cómo no me adelanté a los acontecimientos esta vez, cuando en novelas más elaboradas veo venir situaciones que acaban produciéndose. Supongo que no siempre los niveles de inspiración están alerta.
'La chica del tren' no es una mala elección para evadirse de lo cotidiano, para disfrutarla en una época relajada, comenzando la lectura alejándose de expectativas o de ideas preconcebidas. No requiere una concentración excesiva ni tampoco dura demasiado entre las manos de quien desee leerla. Quien lea con regularidad, estoy convencida de que tendrá menos posibilidades de salir satisfecho de la lectura. Habrá elementos que, como me ha sucedido, le chirríen casi desde el principio.
Dudo que vuelva a leer algo de Paula Hawkins si esto es todo de lo que es capaz. Prefiero dar la oportunidad al próximo thriller del año que bata todos los récords y que nos intenten colar las editoriales desde sus geniales departamentos de marketing cuando tengan la más mínima oportunidad. Pobre de a quien cojan con la guardia baja. Aún sigo queriendo ver la película, no obstante. Me gusta la protagonista que han elegido, pese a que jamás me imaginé a Rachel tan guapa ni tan delgada como su homónima en la gran pantalla.
Valoración: 6,5/10
En general coincidimos en impresiones. Para mi entretenido y poco más.
ResponderEliminarUn beso ;)
A mí me resultó muy entretenido, perfecto para leer en verano entre chapuzón y chapuzón que fue justo lo que hice.
ResponderEliminarBesos.
A mí me gustó más de lo que esperaba
ResponderEliminarMe pareció una novela adictiva y me mantuvo pegado a sus páginas durante unos días, así que yo la recomiendo un poco más abiertamente que tú.
ResponderEliminarUn besito.