Mostrando entradas con la etiqueta editorial Alreves. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta editorial Alreves. Mostrar todas las entradas

viernes, 24 de mayo de 2013

La fiesta, Luis Gutiérrez Maluenda








Alrevés, 2.013
Premios: ninguno
Precio: 17 €
Adquisición: colaboración con la editorial







"Aquella fiesta estaba resultando una mierda hasta que apareció el cadáver de aquella chica. Estaba en el cuarto de aseo del primer piso y alguien la había degollado. Nos anunció su presencia un chillido agudo y prolongado que bajó rebotando por la escalera, luego subió y quedó prendido del techo del salón como una nube oninosa. Al menos esa era la impresión que daba vernos a todos mirando hacia arriba, buscando al autor del alboroto".

El autor

Luis Gutiérrez Maluenda es un escritor nacido en Barcelona en 1.945. Estudió ingeniería industrial y marketing. Trabajó durante años como gestor de grandes cuentas antes de dedicarse al mundo de la literatura. Es conocido sobre todo gracias a su novela 'Putas, diamantes y cante jondo', finalista del premio Mejor Primera Novela del año 2.005. También es suya la obra 'Música para los muertos', entre otras muchas de diversos géneros. Su novela más reciente es 'La fiesta', publicada por la editorial Alrevés en 2.013.
Aficionado a jazz y blues, Luis Gutiérrez Maluenda ha dado una serie de conferencias al respecto de la presencia de estas músicas en las novelas negras americanas en varias universidades españolas.

Sinopsis

Aquella era una gran fiesta, uno de esos eventos en que los asistentes tenían la oportunidad de divertirse. Sin embargo, pocos lo consiguen: algunos porque otros problemas les ocupaban la mente, otros porque andan a otros menesteres. De pronto, la chica del cuarto de aseo del primer piso aparece muerta y todo cambia. Cuatro personajes que no se conocen, o no sienten el menor interés en conocerse, se ven involucrados en la muerte de la chica. Ellos son los narradores, y los encargados de esclarecer el misterio hasta llegar a un final como el lector jamás creería posible encontrar en una novela. 

Mi crítica

Tras leer las primeras páginas de 'La fiesta' cualquier lector se percatará de que está ante una novela diferente
Lo cierto es que tenía ganas de leer algo que rompiera un poco los moldes establecidos y que se alejara de lo convencional. Es, incluso, una novela distinta dentro de su género. Tiene personalidad; está escrita con un toque cínico y ácido que personalmente me encanta y que me gusta encontrar en novelas del género negro.

Incluso, se podría decir que la estructura de la propia novela no es en absoluto convencional. Son cuatro los personajes principales y todos ellos tienen el mismo nivel de relevancia en 'La fiesta'. Este particular elenco coincide en el momento y lugar en que se produce la muerte de una chica. A través de cada punto de vista, el lector irá construyendo lo que sucede a continuación.

Tras ese chispeante comienzo (en el que sorprende tanto lo que el autor cuenta como la forma de hacerlo), la cosa se relaja un tanto. Las siguientes veinticuatro horas no son tan interesantes ni explosivas como lo fue el principio. Salvo determinados momentos álgidos, la función del texto se reduce a partir de aquí a que el lector conozca en todo momento los pensamientos de los personajes alrededor de los hechos y de los demás protagonistas. Todos sus quehaceres diarios son expuestos, eso sí, de manera concisa.

En ocasiones, se me hizo reiterativa tanta explicación de los mismos hechos. Es interesante que cada personaje aporte un punto de vista, pero el solapamiento entre el final de la intervención de uno y el comienzo de otro, en ocasiones, es más una recapitulación de los datos que el lector ya tiene que una transición. No sólo con respecto a lo que se acaba de narrar, sino a momentos previos que son de sobra conocidos por el lector.

Luis Gutiérrez Maluenda, como ya he señalado previamente, utiliza un tono mordaz cargado de un cinismo que muestra una cara de la realidad que, en ocasiones, se echa de menos ver reflejada en la literatura. Hay tópicos en esta novela, sí, pero están sabiamente elegidos y distribuidos: se nota que ha sido adrede y eso otorga puntos extras al autor. Considero que es una acción inteligente el hecho de jugar con los recursos que tiene a su alcance, incluso con aquellos que a priori no parecen una buena elección, para utilizarlos en su provecho.

Los personajes principales tienen una personalidad bastante bien definida que determinará sus actos hasta el final. Algunos secundarios también merecen la pena, como el comisario Colomber, el detective Humphrey o Fredo. Luis Gutiérrez Maluenda es capaz de ponerse en la piel de cada uno de ellos para hacerles hablar en primera persona de manera que parezca un proceso sencillo.

El ritmo pasa por todo tipo de etapas: a veces es más lento y otras, en cambio, más rápido. He tenido la sensación, tras pasar el detonante inicial, de que la novela avanzaba a trompicones.

El final es raro, original, sobre todo: los protagonistas "deciden" ceder la palabra al autor para quitársela instantes más tarde. Eso me ha gustado; lo que no me ha acabado de convencer ha sido que llega un punto en que el autor parece cortar de raíz la trama e implantar el cierre de 'La fiesta'. En seguida se han desvelado todos los pormenores del misterio que se ha ido fraguando durante la obra. En las novelas negras, me gusta que la trama se cueza a fuego lento para después saborear los frutos poco a poco, no en un par de páginas (casi literalmente) como ha sido el caso.

Conclusión

'La fiesta' es una obra que, debido a sus características, estructura y extensión, se lee muy rápida y cómodamente. Son poco más de trescientas páginas. A aquellos amantes de la novela negra que busquen un ejemplar diferente y original, les diría que adelante: están ante su libro. A los que no lo tengan claro no se la aconsejo.

En mi opinión, 'La fiesta' comienza muy bien pero a partir del segundo tercio de la novela la acción decae para volver sólo a rachas. Es una novela refrescante y diferente, ideal para intercalar entre otras lecturas densas.

No sé si leeré algo más de Luis Gutiérrez Maluenda en un futuro. Sólo puedo decir que el tiempo lo dirá. Quiero agradecer, de cualquier modo, a la editorial Alrevés por haberme cedido el ejemplar y que me haya dado la oportunidad de probar con un autor al que, de otro modo, seguramente jamás me hubiera acercado.

Valoración: 7/10
¿Recomendada?: Sí.

*Gracias a Editorial Alrevés por haberme cedido el ejemplar.

jueves, 7 de marzo de 2013

Respirar por la herida, Víctor del Árbol







Alrevés, 2.013
Premios: ninguno
Precio: 20 €
Adquisición: colaboración con la editorial








"Quizás Dios juega a los dados con nuestro destino, desperdigando las piezas de un rompecabezas que siempre vuelve a unirse de un modo u otro. Acaso sea el azar el que nos arrebata lo que más amamos, pero puede que todo lo que nos ocurre sea simplemente el resultado de nuestros propios actos".

El autor

Ya presenté anteriormente a este escritor, el español Víctor del Árbol en la reseña de 'La tristeza del samurái', novela que también publicó con la editorial Alrevés.

Sinopsis

Varias son las preguntas que atormentan a Eduardo, un pintor para quien nada tiene sentido tras la muerte de su mujer y su hija, hasta que una famosa violoncelista, Gloria Tagger, le encarga el mayor reto de su vida: pintar el retrato de Arthur, un empresario de pasado incierto. Aceptar ese encargo desencadena una espiral de emociones y acontecimientos trágicos que succiona inevitablemente a cuantas personas le rodean. Con cada pincelada, Eduardo va abriendo puertas que habría sido mejor mantener cerradas, pero que, una vez abiertas, nada ni nadie podrá volver a cerrar.

Mi crítica

Ya desde las primeras páginas de 'Respirar por la herida', Victor del Árbol imprime carácter a su novela, su toque personal. Es el mismo autor que me sorprendió con 'La tristeza del samurái'. Sus diálogos, ideados como si de una batalla se tratase, conquistan a cualquier lector. Son verdaderas carnicerías, como partidos de tenis en los que los personajes se pasan una pelota podrida que no desean tener en su campo. Las descripciones tampoco son nada desdeñables: Víctor del Árbol es un escritor muy detallista, al que no se le escapa nada. Es, sobre todo, interesantísimo su modo de describir los comportamientos humanos, el lenguaje no verbal, los gestos, las posturas, todo lo que no se quiere decir y que sin embargo, se dice.

No obstante, 'Respirar por la herida' no me ha entusiasmado tanto como su predecesora. Para empezar, a mi parecer tarda más de lo esperado en arrancar la acción, en que la historia despegue. El principal motivo es que el autor presenta a numerosos personajes de entrada, y a un nivel psicológico bastante profundo. 'Respirar por la herida' es una novela larga que no se hace larga, pero sí intensa por la inmensa carga emocional que arrastra.

Las comparaciones son odiosas, sí, pero irresistibles: la nueva obra de Víctor del Árbol tiene en común con 'La tristeza del samurái' varios elementos. Se podría decir que son primas hermanas. Los personajes, en ambas novelas, están atormentados por la culpa, el rencor, el odio... han sufrido pérdidas o se han visto involucrados en situaciones dramáticas que les han afectado de manera casi irreversible a nivel mental. Sufren, no son felices, soportan pesadas cargas de conciencia y sus vidas son oscuras. No tratan, en la mayoría de los casos, de seguir adelante, sino solamente de sobrevivir.

Víctor del Árbol tiene un don especial para mostrar el lado más negativo y perverso del ser humano, y lo hace de modo que parezca sencillo escarbar en las miserias. Seguramente debido a la propia naturaleza de sus obras, no es un autor que se pueda recomendar a todo tipo de lectores, pero creo que merece la pena realizar esta introspección, sumergirse en los rincones más oscuros del alma. Lo que sucede al protagonista podría pasarle a cualquiera, en cualquier momento. Por un lado, da pavor asomarse a lo que podría ser, pero por el otro, la curiosidad es uno de los instintos más básicos del ser humano.

En este sentido, el autor no pretende, ni mucho menos, adornar la verdad, sino mostrarla tal cual es, en su versión menos amable y más sórdida. Seres humanos que abusan de otros, que se traicionan y atormentan mutuamente. Salen victoriosos, pero por poco tiempo: el precio que pagan por salirse con la suya es demasiado alto.

El ritmo es más lento que el de 'La tristeza del samurái'. Además, las épocas en las que se sitúa dicha novela son, a mi entender, más interesantes que la actual, en la que se desarrolla 'Respirar por la herida'. Ese caleidoscopio de tiempos, de pasados y presentes le daba un toque extra que he echado, quizá, de menos en la nueva novela. En cuanto a los personajes, no hay demasiadas diferencias a priori: diferentes vidas, mismos demonios. Sin embargo, en el caso de 'Respirar por la herida', el lector puede tener problemas con el protagonista a ciertos niveles que no se acusan tanto con las principales figuras de 'La tristeza del samurái'.

Llegado a un punto, las piezas del puzzle que ha diseñado Víctor del Árbol comienzan a encajar. Coincidencia tras coincidencia, los destinos de los personajes están firmemente unidos por multitud de factores que escapan a su control, pero no evidentemente del del autor. Víctor del Árbol ha preparado concienzudamente y con cuidado cada detalle con el fin de que nada quedase al azar. Ello sucede más allá del ecuador de la novela, y lo cierto es que he echado en falta que no se produjera antes.

Es en ese momento cuando el lector va a disfrutar más de la novela, pues el autor despliega todo su poder y comienza a ser el endiablado dios que ata y desata destinos, que urde casualidades macabras y que disfruta viéndolo todo desde su privilegiado sillón de espectador. El autor se luce y deja al lector boquiabierto en más de una ocasión. De hecho, a pesar de que ya estaba prevenida pues sabía de lo que era capaz Víctor del Árbol al haber leído previamente 'La tristeza del samurái', no he podido evitar impresionarme por los giros de la trama que no vi venir.

Ninguno de los personajes se sitúa completamente en un bando o en otro. Todos son escalas de grises, con sus buenas acciones y sus malas intenciones, con sus ansias de venganza y con sus frenos morales. Incluido el protagonista, una figura con la que es difícil conectar según qué momentos. No hay maldad en esta novela, pero tampoco bondad, y es la ausencia de ella el mensaje que pretende transmitir el autor a sus lectores: es lo que rige el mundo actual. Nadie se salva de la quema, debido a sus circunstancias. Nadie es inocente.

El caleidoscopio en que se ve envuelto el lector al final es endemoniado. Es la traca final y es la parte que más se disfruta de la novela. Los personajes están conectados a un nivel mucho más elaborado que en 'La tristeza del samurái'. En eso, me quito el sombrero ante el autor: pocos pueden hacerle sombra en ese aspecto, ningún autor en el panorama actual, desde luego. Ni siquiera en el cierre de la novela hay hueco para la esperanza. Es un lujo que personajes como estos no pueden permitirse.

Conclusión

Si tuviera que elegir, me quedo sin duda con 'La tristeza del samurái'. Pienso que es una novela mejor en muchos aspectos, más redonda y con unos personajes que me han convencido más, sobre todo, los protagonistas. Eduardo me ha parecido un personaje más interesante, con más matices, pero parecido al resto de las figuras que aparecen en la novela de lo que me hubiera gustado. No destaca entre los demás, algo que pienso es importante en un protagonista. Con ello no quiero decir que 'Respirar por la herida' sea una mala elección, sino todo lo contrario. La recomiendo a cualquier lector que haya leído previamente la anterior novela de Víctor del Árbol, y a cualquiera que se sienta atraído por la sinopsis.

Valoración: 7,5/10
¿Recomendada?:


*Gracias a Editorial Alrevés por haberme cedido el ejemplar.

jueves, 22 de noviembre de 2012

La tristeza del samurái, Victor del Árbol








Alrevés, 2.011
Premios: premio a la Mejor Novela Negra Europea por la revista Le Point
Precio: 20 €
Adquisición: a través de libroscompartidos.com







"-¿Por qué no? Puede ser divertido -dijo, como si hablase consigo mismo. El funcionario lo obligaba ya a caminar hacia la puerta -. Venga a verme, si quiere. Hablaremos sobre Isabel, sobre nuestros padres, y sobre espadas y tristezas".

El autor

Víctor del Árbol nació en Barcelona en 1.968. En la biografía que se puede leer en su editorial pone que es escritor de nacimiento. Su madre le dejaba en la biblioteca desde la salida del colegio hasta la hora de cenar y esto le permitió leer multitud de libros que alimentaron su vocación de escritor. 
Fue seminarista durante cinco años, para más tarde cursar estudios de Historia en la Universidad de Barcelona y trabajar, actualmente, como Mosso d´esquadra, profesión que le ha permitido acercarse al aspecto más humano de las personas.
Recibió el premio Tiflos por su primera novela, 'El peso de los muertos'. 'La tristeza del samurái' ha sido galardonada con el premio a la mejor novela negra europea de la revista francesa Le Point.

Sinópsis

Un crimen cometido durante la posguerra española produce dantescas consecuencias en tres generaciones de la familia Alcalá y en aquellos que se han cruzado en sus vidas durante cuarenta años. Misterios y secretos que no quedan enterrados por el pasar de las décadas. Intriga e investigación, sentimientos y rencores, amor y odio, ambición y dolor, hipocresía pero sobre todo culpa irán arrastrando a los personajes que, generación tras generación, los hijos heredarán  de sus padres los delitos que ellos transmiten a sus nietos.

Mi crítica

'La tristeza del samurái' es una novela que me ha gustado mucho, que está muy bien escrita y que recomiendo, pero que no he querido conservar para una posterior relectura por el poso de tristeza tan amargo que me dejó su lectura. La verdad es que me convenció desde el principio y la he disfrutado mucho, a pesar de su dureza. Su estructura es la típica que se desarrolla simultáneamente en dos épocas distintas. En este caso, durante la posguerra, al inicio de la década de los cuarenta; y durante los primeros años de la Democracia, a finales de los setenta.

El ritmo de la novela es constante en todo momento, y me pareció razonable: ni muy lento ni muy rápido. El planteamiento y la ejecución del argumento fueron también de mi agrado. Son varios los personajes que tienen bastante importancia; el protagonismo está bastante bien repartido en mi opinión, y las personalidades de cada uno están bien perfiladas, haciendo de todos figuras verosímiles que aportan muchísimo a la trama. Me gusta, además, cómo escribe el autor, Víctor del Árbol. Creo que su punto fuerte reside en las conversaciones, que destacan por ser muy creíbles y estar adaptadas a los tiempos en los que discurre la historia. 

'La tristeza del samurái' es una novela de corte y tono bastante triste. Víctor del Árbol muestra un mundo injusto y gris, repleto de maldad y desesperanza. 
Esta visión pesimista de la vida no se aleja demasiado de la cara más amarga de la realidad, desgraciadamente. 
Todos los personajes están unidos por el pesar que sienten, de una manera u otra, en lo más hondo de sus corazones. 
A veces, esa infelicidad está teñida por el odio, otras por la venganza. 

Todo se va complicando progresivamente para los protagonistas, y si algo puede salir mal, casi se puede dar por hecho que así será. Me gustan algunos personajes porque son seres imperfectos, que conocen bien sus demonios interiores. Algunos, merecen una mención especial: principalmente la protagonista, la abogada María, pero también Isabel Mola, César Alcalá, Ramoneda... son personajes muy trabajados a nivel psicológico. En cambio, los antagonistas son malos "bastante malos": aunque su maldad esté respaldada por ciertos antecedentes que el autor pone en conocimiento del lector al comienzo de la novela, me parecen quizá demasiado desalmados, demasiado extremos sin que exista una justificación plausible.
En cualquier caso, el lector no desea más que llegar al momento en que las tornas cambien, si es que lo hacen, para que el mal no triunfe sobre el bien.

Sin duda, la novela está conducida de forma magistral. Víctor del Árbol es un gran estratega, un jugador magnífico que utiliza el folio en blanco como tablero y a sus personajes como peones para ir configurando una danza endemoniada, en la que las almas de los protagonistas están sometidas a placer de su dios, que danzan al son de sus palabras con una sincronización asombrosa. Los movimientos que maquina el autor son inteligentes y, la verdad, un tanto macabros. Debo reconocer que me encanta que un escritor tenga tan bien cogidas las riendas de su propia novela, y más si se tiñe de tonos crueles y duros, como es el caso.

Ha habido giros en la trama que no me esperaba, y secretos desvelados que no había visto venir. El resultado es que todo se vuelve aún más interesante. Víctor del Árbol consigue crear una atmósfera oscura, asfixiante, en la que una espiral de odio y venganza campa a sus anchas causando estragos entre los personajes y que acaba atrapando al lector. 
El ritmo no decae en ningún momento, como anteriormente mencioné, pero es que llega un momento en que se traspasa una especie de punto de no retorno en el que la acción se vuelve algo trepidante. El lector corre el riesgo, entonces, de no poder parar de leer hasta que la novela termine. Es de locos. 

Creo que el autor domina una serie de elementos que son claves para considerar bueno a un escritor: la confección de una buena historia, comenzando por sus entresijos hasta llegar a lo básico; una ejecución brillante, que es más difícil; y el diseño de unos personajes verosímiles y la construcción de unos diálogos creíbles. En este último punto, Víctor del Árbol lo supera ya que en su novela se caracterizan por ser mordaces, ir directos al grano y estar cargados de significado.

El final me ha gustado, aunque he echado de menos ciertos detalles que a mi parecer se han escapado. Es un tanto pesimista, a tono con el resto de la novela, pero me ha hecho volver a creer que en el fondo existe una especie de justicia poética, algo que va más allá de las leyes y de los corruptos que las crearon o que las aplican como les conviene.

Conclusión

A pesar de ser una novela dura, 'La tristeza del samurái' me ha gustado mucho y desde ahora sigo la pista a este escritor, del que me encantaría volver a leer algo. Seguro que en un futuro próximo nos vuelve a deleitar con otra obra, al menos, tan buena como esta. El nombre de Víctor del Árbol se hará más conocido con el transcurso de las novelas y los años, de eso no albergo duda. 

Recomiendo la lectura de 'La tristeza del samurái', pero solo a aquellos lectores a los que no les importe enfrentarse a una historia dura, triste y gris, sí, pero repleta de matices y con una calidad narrativa notable. Tan sólo por su planteamiento y su ejecución merece la pena ser leída, pero entiendo que no todos estamos preparados en todo momento para leer una novela de estas características. A aquellos que todavía duden, les aconsejo que lo piensen bien.

Valoración: 8/10
¿Recomendada?: .
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...