miércoles, 25 de noviembre de 2015

Por favor, cuida de mamá, Kyung-Sook Shin








Grijalbo, 2.011
Premios: Premio Literario Man Asian.
Precio: 16,90 €
Adquisición: intercambio.








La autora

Kyung-Sook Shin es una autora surcoreana nacida en 1.963. Es principalmente reconocida por ganar, en 2.012, el Premio Literario Man Asian por su novela 'Por favor, cuida de mamá', siendo la primera vez que una coreana y una mujer gana este premio. Es la cuarta de seis hijos. Sus padres eran campesinos pobres que no tenían los recursos económicos para mandarla a la escuela secundaria. A los 16 años se mudó a Seúl para vivir junto con su hermano mayor. Durante esta época trabajó en una fábrica de aparatos electrónicos mientras estudiaba en una escuela nocturna. En 1.985 hizo su estreno literario con la novela corta 'Cuento de invierno', después de haberse graduado del Instituto de las Artes de Seúl. Kyung-sook Shin es, junto a Kim In-suk y Gong Ji-young, una de las escritoras más prominentes de la generación conocida como 386.

Sinopsis

Park So-nyo, una humilde campesina, ha sido durante toda la vida una abnegada madre de familia, una mujer que siempre lo ha sacrificado todo para dar una educación a sus hijos. Ahora, tras haberse perdido en la estación central de Seúl cuando iba a visitar a los suyos a la ciudad, su búsqueda desesperada se convierte en un encendido elogio de los lazos familiares.

Mi crítica

Reconozco que he tenido mis más y mis menos con 'Por favor, cuida de mamá'. He hallado aspectos tanto positivos como negativos a lo largo de la lectura. Para nada me arrepiento de haberla leído, pero también es cierto que bajo mi punto de vista no es una obra que se deba recomendar a todo tipo de lectores. Ni siquiera es una novela que se deba leer en cualquier momento lector.

Me explico: en general, la novela de Kyung-Sook Shin es bastante triste y el lector puede llegar a pasarlo un poco mal a lo largo de las páginas a poco que tenga algo de corazón. La novela se centra sobre todo en los lazos familiares que se establecen en el núcleo del hogar: el amor, la relación que tienen madres e hijas y madres e hijos y viceversa... Los hijos tendemos a ver a los padres como seres unidimensionales. Olvidamos que alguna vez tuvieron nuestros años, que tienen aspiraciones propias, sueños por cumplir y deseos frustrados que pueden haber sido abandonados total o parcialmente debido a nuestra llegada al mundo.

Todo ello, muchas veces, ni siquiera nos lo planteamos, mucho menos lo agradecemos suficientemente. La protagonista, Park So-nyo, se ha sacrificado por su familia mil veces sin que apenas hacerse notar. Es curioso que no aparezca realmente en ningún momento de la obra, no esté presente físicamente, pero la lleguemos a conocer tan bien. Todo lo que ocurre se muestra desde su punto de vista contado a través de la mirada de sus hijos. Una perspectiva nueva para sus allegados, que descubren algo que siempre estuvo delante de sus ojos.

Los personajes se dirigen al lector directamente y le tratan de tú, como si estuviesen contando sus vivencias exponiéndolas en segunda persona. Con ello la autora logra que el mensaje llegue de una manera mucho más impactante y es entonces cuando uno puede pasar un mal rato leyendo, puesto que parece que esas culpas nos son recriminadas. El tono en que se dirigen los personajes al lector no es acusador o de reproche, pero sí que hace que uno tome conciencia de todo lo que ha estado haciendo mal y sigue haciendo mal en relación al ser que a cada cual le trajo al mundo.

Porque es cierto: los hijos podemos ser muy egoístas. Darse cuenta de ello agobia e incomoda lo justo como para que la lectura no sea agradable. Sin embargo, con ello la autora logra hacer ver al lector que los sacrificios de los padres son los mejores regalos que un ser humano puede hacer a otro, y que no se deben dar por sentado por nimios que puedan parecer desde nuestro punto de vista. Todos los familiares de la protagonista tienen alguna que otra cuenta pendiente con ella. Hijos, cuñadas, marido. 

Park So-nyo estorba en las vidas de todos hasta que desaparece. Es entonces cuando se vuelve realmente visible, y cuando se percatan de lo valioso que es y ha sido el papel que ha desempeñado a lo largo de los años. Y es que el ser humano es así y nunca parece que aprenda la lección: solo se valora lo que uno tiene... cuando lo pierde.

El estilo narrativo de Kyung-Sook Shin es sencillo. La novela se hace cuesta arriba por las cosas que cuenta y por cómo lo hace. Por exponer los hechos directamente y sin florituras. No hay parones ni descansos a lo largo de las poco más de doscientas páginas que dura la obra. Por ello, aunque no sea una novela larga, no es fácil avanzar. Por otra parte el final, siendo totalmente sincera, no lo he llegado a comprender. Si alguien que haya leído la obra puede iluminarme, estaré agradecida por ello.

Conclusión

'Por favor, cuida de mamá' esconde una lección dura, pero valiosa. No lo recomiendo abiertamente a todo tipo de lectores, como mencionaba al comienzo de la reseña. Tampoco es aconsejable abordarla en cualquier momento: el lector, advertido, deberá escoger el adecuado. 


Valoración: 6,5/10

2 comentarios:

  1. ¡Hola!
    Me parece interesante la trama a pesar de ser una historia dura así que me lo apunto.

    Acabo de conocer tu blog y es muy de mi estilo, así que me quedo ;)

    Besos

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  2. A mi me pareció una historia llena de mensajes, pero falta de emociones, por lo menos a mi no me las transmitió.
    Un abrazo

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