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jueves, 23 de febrero de 2017

Me llamo Lucy Barton, Elizabeth Strout








Duomo Ediciones, 2.016
Premios: ninguno.
Precio: 16,80 €
Adquisición: regalo.









La autora

Elizabeth Strout es una escritora estadounidense nacida en Portland en 1.956. En 2.009 ganó el Premio Pulitzer de Ficción por su novela 'Olive Kitteridge', una colección de relatos sobre una mujer, su familia inmediata y amigos en la costa de Maine. El libro ha sido adaptado a una miniserie emitida por la señal HBO, la cual que ganó seis premios Emmy en 2.015. Se graduó con honores en 1.982 y ese mismo año publicó su primer cuento en la revista literaria New Letters. Trabajó durante seis o siete años para completar su primer libro, 'Amy e Isabelle', el cual, tras su publicación, fue preseleccionado en el año 2.000 para el Premio Orange y nominado para el premio Faulkner de ficción. Sus novelas más recientes son 'The Burgess Boys', que se publicó en marzo de 2.013 y 'Mi nombre es Lucy Barton', en 2.016.

Sinopsis

En una habitación de hospital en pleno centro de Manhattan, delante del iluminado edificio Chrysler, cuyo perfil se recorta al otro lado de la ventana, dos mujeres hablan sin descanso durante cinco días y cinco noches. Hace muchos años que no se ven, pero el flujo de su conversación parece capaz de detener el tiempo y silenciar el ruido ensordecedor de todo lo que no se dice. En esa habitación de hospital, durante cinco días y cinco noches, las dos mujeres son en realidad algo muy antiguo, peligroso e intenso: una madre y una hija que recuerdan lo mucho que se aman.

Mi crítica

Vi que cada vez se hablaba más en la blogosfera de este libro, de modo que comenzó a llamar mi atención. Ya lo tenía en el punto de mira cuando me lo regalaron de modo inesperado (¡gracias!). Decidí entonces que sería mi siguiente lectura: se trata de una novela corta y, pensé, seguramente fácil de leer. Tras concluirlo, lo que tengo claro es que 'Me llamo Lucy Barton' es una novela difícil de reseñar.

Por lo visto, la autora es bastante conocida, aunque sinceramente antes de esta novela no había oído hablar de ella ni me sonaba. Tampoco conocía otros títulos a pesar de los premios que los avalan. Cuando me puse a investigar sobre ella, vi que muchos lectores coincidían en que 'Olive Kitteridge' es su mejor obra hasta la fecha. Tras leer 'Me llamo Lucy Barton', no descarto volver a repetir con la autora, pero será si esta novela se cruza conmigo en el azar de libros que termino leyendo.

El estilo narrativo es bastante sencillo semántica y gramaticalmente hablando. Casi telegráfico. De hecho, al ser así deja mucho espacio para que el lector interprete y saque sus propias conclusiones de lo que hay escrito. Apenas hay cabida para las emociones, y el lector elige hasta qué punto las aporta él mismo. Se trata de un estilo muy coloquial y expositivo, casi como si estuvieran transcribiendo conversaciones entre madre e hija, así como monólogos de la protagonista, que estaría hablando en voz alta para ella misma. La novela parece componerse de diálogos, pensamientos y reflexiones un tanto inconexos, aunque en el fondo hay mucha más estructura y dedicación puesta en las palabras de lo que en un principio podría parecer.

La novela gira en torno a la peculiar y compleja relación que se establece ente madre e hija. Hay fantasmas del pasado que pueden condicionar el resto una vida. Es en nuestra infancia cuando se forja el carácter de cada uno, y el entorno familiar juega un papel fundamental en el desarrollo de las personas, en la manera que vemos el mundo y cómo nos enfrentamos a él.

Lucy tiene problemas serios para comunicarse con su madre. Siempre los ha tenido. Lo cierto es que el personaje de la madre parece difícil de tratar. Sin embargo, hay que comprender que solo se nos ofrece un punto de vista, el de la protagonista. Y que el mundo de Lucy y el de su madre, aunque muy distintos durante casi toda la novela, en el fondo no son tan diferentes. Ambas juegan a no hablar abiertamente, a callar más de lo que dicen. Hay mucho terreno vedado entre ellas. 

'Me llamo Lucy Barton' nos enseña que debemos dejar los rencores atrás, ya que un día podríamos arrepentirnos de no haber actuado de otro modo. Los errores que achacamos a nuestros padres podemos repetirlos, sin darnos cuenta, en nuestro entorno. Las circunstancias serán otras, pero la realidad es que no podemos huir de lo que somos ni de dónde venimos.

Es cierto que no me ha costado leerlo, o mejor dicho no me ha parecido una novela tan dura como han indicado otros lectores. A pesar de que los asuntos no solventados del pasado en lo que a relaciones familiares se refiere puedan ocasionar dolor a la protagonista, para mi el tono que emplea al relatarlo facilita mucho las cosas. 

Lo hace de un modo que quizá pretenda transmitir sencillez, a pesar de que 'Me llamo Lucy Barton' no sea un libro sencillo. También a mi juicio algo cercano a la frialdad se transmite, aunque no llega a ser del todo eso, y esto impide que las emociones lleguen en estado puro al lector.

Conclusión

No estoy demasiado segura, siendo totalmente honesta, de si me ha gustado la lectura de 'Me llamo Lucy Barton' o no. Dudo que sea una obra apta para cualquier tipo de lector en general. Solo la recomendaría a quien se sienta atraído por la obra tras todas esas reseñas a las que sumo la mía propia. 

sábado, 26 de septiembre de 2015

El perfume secreto del melocotón, Joanne Harris







Duomo Editorial, 2.013
Premios: ninguno.
Precio: 21 €
Adquisición: intercambio.










La autora

Ya presenté a la autora, Joanne Harris, en las reseñas de 'Chocolat' y 'Cinco cuartos de naranja'.

Sinopsis

Vianne Rocher vive en una casa flotante en el Sena con su familia. Cuando recibe la carta de su vieja amiga Armande donde le pide que ponga flores en su tumba y recoja los melocotones de su jardín, sabe que no puede negarse y debe regresar a Lansquenet, el lugar que marcó su destino. Pero allí todo ha cambiado: la chocolatería que tanto revolucionó la vida del pueblo y la suya propia, se ha convertido en una escuela. El malestar y la desconfianza, por otra parte, recorren ahora las estrechas y empedradas calles de entonces, el paisaje es tan distinto que, incluso el párroco, ya no teme a Vianne y requiere, en cambio, su indispensable ayuda.

Mi crítica

Cuando me hice con este libro, a través de un intercambio, creí que se trataba de la segunda parte de 'Chocolat', pero resulta que es el volumen que cierra la trilogía. Por lo tanto, desconozco lo que 'Zapatos de caramelo' podría aportar a la historia, y sin embargo no he notado nada extraño al respecto. No me he perdido ni he sentido que me faltaran referencias o información para seguir el hilo de la novela, por lo que entiendo que se pueden leer por separado perfectamente.

En esta ocasión, volver a introducirme en el universo de Vianne Rocher me ha dejado los niveles de azúcar un poco altos de más, pero no ha estado mal la experiencia. La manera en que ve el mundo Vianne Rocher me satura un poco: en muchas cosas somos bastante distintas. Joanne Harris logra reinventarse creando el último capítulo de la saga de esta protagonista tan especial. Tenemos el mismo pueblecito francés, Lansquenet. Tenemos al mismo antagonista, monsieur le curé. Aunque haya cambiado mucho con respecto al personaje del primer libro, sigue jugando un papel muy importante en el desarrollo de la trama. Han pasado ocho largos años desde que Vianne Rocher decidiese abandonar el bucólico escenario que conocimos en 'Chocolat'. ¿Qué ha podido cambiar desde entonces?

Bajo mi punto de vista la autora arriesga y mucho, ya que introduce en 'El perfume secreto del melocotón' un elemento que siempre es y ha sido objeto de polémica: la religión. Con ello, se produce una avalancha de nuevos personajes que serán los que provoquen la discordia y una guerra en Lansquenet. Reconozco que me ha sorprendido que Joanne Harris haya decidido conducir su historia por este camino, no era lo esperado. Con ello, pone punto y final a una saga de una manera original. Uno no encuentra más de lo mismo en este libro.

Además, la autora se moja e introduce mensajes en la novela que sinceramente me ha gustado mucho encontrar: critica tanto a cristianos como a musulmanes. Unos, por ser devotos creyentes y asistir a misa todos los domingos pero luego atacar sin piedad al prójimo. Otros, por justificar en nombre de su dios los actos más crueles y deleznables. La autora da argumentos, a través de sus personajes, en contra y a favor del velo islámico. Sin embargo, el mensaje final que da es el de tolerancia y respeto mutuos para una convivencia pacífica, en la que las religiones no deben resultar un impedimento para trabar amistad.

Los capítulos se van alternando, igual que en 'Chocolat'. En unos, Vianne Rocher es el personaje encargado de ir narrando en primera persona y bajo su propia perspectiva lo que va ocurriendo. En otros, es monsieur le curé el que cuenta lo que sucede. A pesar de que este último personaje sigue pareciéndome igual de pedante que en la primera novela, su papel en la obra es diferente, casi se podría decir que es una figura distinta. También hay cambios en lo que respecta a los personajes secundarios que se encontraban en 'Chocolat': su aparición es apenas residual, ya que la acción se centra en los nuevos habitantes del pueblo.

'El perfume secreto del melocotón' tiene más acción que 'Chocolat', sobre todo en la segunda mitad del libro, que es la parte que personalmente más he disfrutado. Los misterios que giran en torno al enigmático personaje de Inès Bencharki, uno de los personajes secundarios más importantes de la novela, se van intensificando hasta que llega el momento de las revelaciones. Quizá la magia ha sido un elemento que se ha visto perjudicado por una acción más intensa. Apenas aparece, si lo comparamos con el primer libro, y ha sido algo que he echado de menos. Tampoco he conectado con Vianne Rocher tanto como me esperaba, y como recordaba haber hecho en 'Chocolat'.

Conclusión

Esta novela no es una mala opción de lectura si uno va con la mente abierta y sin esperar encontrar algo similar a 'Chocolat', pues no lo va a hallar. No sé si, tras leer esta obra, resta algún libro de la autora que me apetezca leer. A fecha de hoy, no lo creo. Dudo que lea 'Zapatos de caramelo', pues he escuchado críticas muy dispares que me desaniman a abordar su lectura. Recomiendo la lectura de 'El perfume secreto del melocotón' a aquellas personas que disfrutasen en su día de 'Chocolat'

Valoración: 7/10
¿Recomendada?: .

martes, 10 de julio de 2012

El jardín de Lala, Jacek Dehnel








Duomo, 2.012 (primera edición 2.006)
Premios: premio  Paszport 2.006 
Precio: 21.80 €
Adquisición: colaboración con editorial









"¿De qué madera estaban hechas aquellas bisabuelas y tatarabuelas que pasaban por la frontera a curas escondidos bajo el miriñaque, que daban refugio a prófugos y frecuentaban los bailes vestidas de luto? ¿De qué madera estaban hechas las madres que despedían a sus hijos en enero o en diciembre para luego recoger en estaciones grandes y frías sus ataúdes con nombres escritos en letras deformes?".

El autor

Jacek Dehnel nació en Polonia en 1.980.  Es un joven muy polifacético, ya que además de novelista y poeta es traductor y artista figurativo.
Está considerado como el niño prodigio del panorama literario polaco actual ya que comenzó su carrera en la literatura bien joven. Publicó su primer libro de cuentos en 1.999 y en 2.004 y 2.005 dos volúmenes de poesía por los que recibió la aclamación del Nobel de literatura Czesław Miłosz'El jardín de Lala' (2.006) es su primera novela y con ella obtuvo el célebre premio Paszport otorgado por la revista Polityka. La obra ha sido traducido a diversos idiomas.

Sinópsis

Lala nace en pleno periodo de entreguerras en el seno de una familia numerosa y excéntrica en la que se entremezclan polacos, rusos y alemanes. Es una mujer dinámica, sensible y culta, amante de los buenos libros, y enamorada al mismo tiempo de dos hombres muy diferentes. Su vida es una aventura que queda para siempre entrelazada con el destino de la Europa del siglo XX: la guerra y la paz, revoluciones, episodios de valentía y supervivencia. Abanderada de una generación de mujeres con coraje, Lala desgrana su historia a través de diversas conversaciones con su nieto.

Mi crítica

'El jardín de Lala' cuenta la historia de una familia cuyos miembros provienen de varios países de Europa oriental. El elenco es bastante variopinto, y la mayoría de los personajes que intervienen en esta novela posee un carácter fuera de lo común y una personalidad digna de ser plasmada en papel.

Si soy sincera, tardé un rato en acostumbrarme a la manera de narrar del autor. Aunque él mismo, convertido en narrador de la historia, advierte al lector de que los acontecimientos que se dispone a contar no están ordenados, la manera en que lo hace es un tanto caótica, desordenada. La lectura es casi una sucesión de anécdotas que parecen ir surgiendo espontáneamente, a medida que las conversaciones con su abuela abren la veda a más y más episodios familiares.

Tal y como advirtió en autor, la historia parece tener vida propia. Jacek Dehnel es tan sólo el instrumento de que se sirve para poder llegar al lector. Una anécdota lleva a otras, pasado presente y futuro se mezclan. Retrocede, avanza, se detiene... A pesar de que en principio este modo de relatar una novela (y más si se trata de una saga familiar) no me entusiasma demasiado, Jacek Dehnel se las ingenia para lograr que el lector no le dé tanta importancia a ello y se centre en lo que cuenta: el sentido del humor está muy presente en 'El jardín de Lala', a pesar de que en ciertos momentos la familia lo pase bastante mal. 

Además, la cercanía que caracteriza a la prosa del autor polaco es otro de los puntos a favor: al leer 'El jardín de Lala' sentía como si estuviera manteniendo una conversación con mi propia abuela, salvando las distancias. Jacek Dehnel ha creado unos personajes cercanos, que llegan al lector, que saben transmitir emociones. 

Al principio tenía un poco de confusión con los nombres. Son muchos los miembros de la familia de Lala, y algunos aparecen y vuelven a aparecer intermitentemente. Otros, son mencionados de pasada para luego ser protagonistas durante muchas páginas. Lo malo de que la narración sea tan errante es que me da la sensación de que no los llego a conocer del todo en esta historia, salvo a los imprescindibles: los más cercanos a Lala.

Algo que me sorprende del estilo de Jacek Dehnel es su versatilidad: durante muchas páginas puede ser correcto y formal, haciendo gala de un vocabulario muy culto y refinado. En otras ocasiones, cuando quiere, y a placer, puede expresarse con un lenguaje muy de andar por casa. No llega a ser vulgar ni mucho menos, pero me asombra ese abanico de registros que no es tan común entre los autores como pueda parecer en un principio.

He echado en falta un poco más de conversación. Aunque hay diálogo, no suelen durar mucho. Esto impide que el lector tenga sensación de continuidad en la lectura. Si bien es cierto que abuela y nieto (narrador) mantienen largas charlas, entre los demás personajes estas se reducen drásticamente.  

Las historias que cuenta Jacek Dehnel en su novela son por lo general muy amenas y entretenidas, a pesar de que cuando comenzaba a notar que me estaba sumergiendo de lleno en la acción, esta concluía para dar paso a las vivencias de otra rama del árbol genealógico. Es esa cercanía que me inspiran estas historias lo que hace de 'El jardín de Lala' una novela especial.

A partir del centenar de páginas aproximadamente, el orden cronológico comienza a imponerse y la narración se vuelve más uniforme, más definida. Destacan las historias de amor fallidas durante la juventud de la protagonista, Lala. Me hubiese gustado mucho que el autor se hubiera detenido más en este punto ya que considero que esa es la mejor parte de la obra. Muchas de las historias, en realidad, son divertidas, curiosas, y la mayoría tiene un componente de esperanza y positivismo, valores de los que se vale esta familia para salir adelante. Durante las peores épocas, en la guerra, el autor se las ingenia para que el lector sienta la intranquilidad y la preocupación de aquellos años. 

Son significativas y chocantes algunas de las manías que comenzaron a brotar entre algunos de los personajes antes y durante el conflicto bélico. Algunas convivieron con ellos durante el resto de sus días.

Algo que ha llamado mi atención en esta novela es la perspectiva con la que se vive el periodo de la segunda guerra mundial: hasta ahora, todas las obras que había leído ubicadas en esta época estaban narradas desde la perspectiva de los aliados, o bien desde la de los judíos. En 'El jardín de Lala' se ve de otra manera: la población local polaca no judía veía a los nazis no como seres horribles necesariamente, sino como personas educadas, compasivas e incluso heroicas, salvando a ciertos miembros de la localidad de los estragos de las bombas en un par de ocasiones. 

En el periodo más agitado de la vida de Lala, la novela se pone más interesante. El lector es testigo de las tribulaciones que se ve obligada a pasar. Es imposible no sentir cierta empatía por ella: es una mujer fuerte, valiente, dura, que no teme enfrentarse a nada para conseguir lo que desea, luchando hasta el final sin rendirse, sin dejarse vencer por la adversidad. 
Llegando a las últimas páginas, me di cuenta que me había encariñado bastante con los personajes y odié que algunos lo pasaran mal. Son divertidos, entrañables. Esto no lo logra cualquier autor, ni cualquier novela

Conclusión

A pesar de que la calidad de esta novela no se puede poner en duda, la manera en que están expuestos los hechos que narra no me ha terminado de convencer. Tanto los personajes como el estilo y el ritmo son excelentes, pero el hecho de que la obra parezca tener vida propia es algo a lo que no logré acostumbrarme del todo. En 'El jardín de Lala', el hilo argumental es cortado en numerosos fragmentos, y estos no están unidos sino que quedan sueltos, como si formaran un mosaico.

A quien no le importe que la novela tenga estas características, le animo sin ningún genero de dudas a que lea 'El jardín de Lala'. Va a disfrutar con estas pequeñas historias que, poco a poco, forman una grande. Un fresco de una época, costumbres y personas que son recordadas con nostalgia y con cariño.
Historias raras, historias curiosas, historias alegres y tristes, historias del día a día y anécdotas que sólo podían suceder una vez en la vida. 
Recomiendo esta novela a todos aquellos que deseen disfrutar de una prosa madura y amena al mismo tiempo

¿Recomendada?:.

*Gracias a la editorial Duomo por cederme el ejemplar
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