Maeva, 2.012 (primera edición 2.010)
Premios: ninguno
Precio: 17,90 €
Adquisición: a través de libroscompartidos.com
"Una mañana, poco antes de mediodía, estoy solo en casa. No recuerdo haberlo estado nunca. Harris está trabajando. Ginny ha salido a hacer la compra. Sammy y Jessie están en el colegio. Bubbies está con Ligaya en los columpios. Yo debería estar escribiendo, pero lo que hago es pasearme por los espacios vacíos: la sala de juegos, los dormitorios de los niños, los pasillos... Sólo se oye zumbar la nevera."
El autor
Roger Rosenblatt es un periodista y escritor norteamericano nacido en 1.940. Su carrera literaria comenzó cuando se convirtió en editor y columnista. Antes de eso, enseñaba escritura en Harvard, y fue uno de los profesores más jóvenes de esa universidad. Ha ganado por sus notables cualidades docentes numerosos premios, así como por los distintos ensayos que ha ido escribiendo.
Roger Rosenblatt es autor de más de una docena de libros, que han sido traducidos a catorce idiomas. Ha ganado diversos premios, como el Robert F. Kennedy Book Prize, y ha sido finalista del National Book Critics Circle Award.
En 2.008 publicó 'Desayuno en familia', en la que, a través de una serie de artículos publicados en un conocido periódico estadounidense, habla de lo que aconteció después de la trágica y repentina muerte de su hija.
Sinópsis
Tras la muerte de Amy, de 38 años, que sobreviene de una manera repentina, su padre, Roger, intenta, a través de la rutina, superar la pérdida. Él y su mujer deciden irse a vivir con sus tres nietos: Jessica, de siete años, Sammy, de cinco, y Bubbies, de veinte meses, para facilitarle las cosas a su yerno, Harris. Admirado por la fortaleza de este, Roger cumple con su principal tarea: convertir el desayuno con sus nietos en el momento más íntimo e instructivo del día.
Mi crítica
El principal problema, si se le puede calificar de tal manera, que he tenido con esta obra es que no ha resultado ser como me esperaba. No es un caso aislado: por lo visto les ha sucedido lo mismo a algunos lectores, mientras que a otros les ha gustado bastante. Antes de que llegara a mis manos, casi por casualidad, me habían advertido que más me valía tener un pañuelo cerca, ya que las lágrimas estarían aseguradas. No sé si es que el modo en que Roger Rosenblatt narra su experiencia no me ha llegado, o que soy una lectora insensible. El caso es que de lágrimas, nada de nada.
La culpa de todo la tiene la portada. La editorial Maeva casi siempre se encarga de confeccionar unas portadas muy atractivas que convierten sus novelas en lecturas muy apetecibles. La sinópsis me llamó la atención pero no de forma espectacular. Seguramente, si no hubiera aparecido en la página de libroscompartidos jamás hubiese leído 'Desayuno en familia'.
Casi desde el primer momento, mientras leía las páginas de inicio que suponen la toma de contacto con la novela, supe 'Desayuno en familia' no me iba a terminar de gustar. Acabé la lectura porque se trata de una obra breve, de poco más de ciento cincuenta páginas. La manera en que está escrita no me llegó. Es cierto que el texto desprende mucha ternura, tanta que para mi gusto es excesiva, resultándome empalagosa.
Además, el estilo narrativo de Roger Rosenblatt es muy estándar, casi informativo, muy pelado. Apenas se encuentran recursos literarios, ni emplea las distintas formas de que dispone un escritor a su alcance para embellecer un poco su prosa. Esto no me gusta, me produce el mismo rechazo que un texto en exceso recargado y pomposo. Se nota que el autor es un experimentado articulista, pues 'Desayuno en familia' es un conjunto de ellos. Más que una novela, tuve la sensación de estar leyendo el diario personal de Roger Rosenblatt.
'Desayuno en familia' transmite las sensaciones que invaden a Roger Rosenblatt en esta extraña y dura etapa que le ha tocado vivir, pero también se compone de muchos pasajes descriptivos que, en mi opinión, poco aportan. No tienen alma. Los sentimientos tienen prioridad absoluta, empequeñeciendo y descuidando tanto la trama como el estilo narrativo. Reitero que no me ha aportado demasiado la lectura de 'Desayuno en familia', ni siquiera me ha tocado la fibra sensible. Y, en una historia tan triste como esta, resulta difícil de digerir.
Quizá el punto fuerte de la novela resida en la simplicidad de la narración, en que Roger Rosenblatt se centra tan sólo en contar los hechos desde su punto de vista, eliminando cualquier otro elemento. Al mismo tiempo, esto se convierte en el punto débil de la obra, pues en mi opinión hace falta algo más que una historia trágica para despertar los sentimientos del lector.
'Desayuno en familia' se centra mucho en el detalle, en las anécdotas que van surgiendo día a día. Apenas se puede apreciar como un conjunto, y no se puede hacer un análisis en perspectiva de la obra. No hay conexión entre lo que sucede en las primeras páginas y en las últimas. Es la vida de esta familia, golpeada por la tragedia como tantas otras, y no hay mucho más que eso. Creo que el hecho de que no se haya profundizado más hace un flaco favor a la novela, aunque esto es cuestión de gustos. Considero que el autor ha hecho un ejercicio de desahogo, escribe para sí mismo y no para sus lectores, que pueden llegar a sentirse intrusos, como si estuvieran espiando por un agujero practicado en la pared la dura experiencia que deben atravesar como familia.
El mensaje que transmite la novela en sí es mucho más firme: cómo, entre todos, logran salir adelante, superar su pérdida apoyándose los unos en los otros, trabajando muy duro. Roger y su mujer son el pegamento que mantiene unidos al marido viudo y a los hijos huérfanos.
La lectura, a mi parecer, aburre un poco transcurridas unas decenas de páginas. Además, percibí algo que quizá muchos lectores no hayan notado, pero que me gustaría señalar: sentí lejana 'Desayuno en familia'. No el sufrimiento de la familia y su dolor, sino todos los ritos que acompañan esta situación. En Estados Unidos se enfrentan a la muerte de una manera un tanto distinta a la europea. 'Desayuno en familia' es una novela muy yanki, pues las becas en Harvard, los partidos de baseball, el día de Acción de Gracias, esa imagen de familia perfecta en la que nadie se lleva mal con nadie... todo ello se aleja mucho de las costumbres, tradiciones y manera de vivir de aquí.
La novela contiene un mensaje de esperanza, pero eso es todo. La protagonista no es Amy, ni siquiera es Roger, sino toda la familia al completo. Una familia que, sinceramente, me cuesta mucho aceptar como real. Asimilan la muerte de Amy de una manera bastante civilizada. Todos interiorizan mucho lo que sienten. Nadie discute, nadie se pelea, todo es prácticamente perfecto. Ningún personaje destaca por encima de otro, todos me parecieron cortados por el mismo patrón.
Pensé que esta sería una obra emotiva, pero no me conmovió lo más mínimo. Roger Rosenblatt va alternando tiempos, personajes y ambientes según los devenires de su memoria, bastante caprichosa y voluble. Intervienen muchísimos personajes en estas anécdotas, pero la mayoría desaparece tan rápido como ha venido. Son únicamente nombrados para llegar a otros, y no vuelven a intervenir.
El final, en consonancia con el resto de la novela, no es un final en sí mismo ya que no es concluyente, aunque reconozco que no está mal del todo.
Conclusión
Creo que 'Desayuno en familia' puede llegar a ser una lectura bastante recomendable para aquellas familias que hayan tenido la desgracia de perder a un ser querido recientemente, joven y de manera inesperada. Seguro que ven reflejadas en las palabras de Roger Rosenblatt sus propios sentimientos y emociones, conectando de algún modo con el autor. Yo he sido incapaz.
Quizá no sea disparatado considerar 'Desayuno en familia' como un libro de ayuda a la superación de la muerte encubierto. Desde luego, una novela no es, ya que carece de estructura, y tras terminar la lectura sigo sin descubrir cuál es el argumento. Hay introducción, y nudo pero no desenlace.
Finalmente, en la última página de 'Desayuno en familia' se desvela que en realidad el texto es una recopilación de artículos que el autor publicó en The New Yorker, pero desde la editorial se vende como novela. Si se generan ciertas expectativas, no es de extrañar que esta obra no haya llegado a todos los lectores.
Solo si, una vez leída la reseña, aún hay ganas, recomiendo su lectura.
Valoración: 5,5/10
¿Recomendada?: No.
Yo le tengo bastantes ganas, aunque soy consciente de que no va a resultarme la lectura del año, pero igualmente me haré con el libro =)
ResponderEliminarBesotes
Todas las reseñas que he leído de este libro comentan lo mismo, que no llega a enganchar y que literariamente tampoco vale mucho, así que no me llama mucho, la verdad.
ResponderEliminarUn beso
Ya no me atraía y ahora, con tu reseña, lo tengo claro. La portada, tienes razón, es de lo más atractiva...
ResponderEliminarBesos,
Vaya!! creo que no lo leeré y mira que tengo una amiga que me lo prestaba peor con estas impresiones... no me convence nada.
ResponderEliminarBesos
Me suelen llamar mucho la atención los libros de Maeva pero en este caso, este es un título que dejé pasar, no me atraía ni la portada ni el argumento y aunque he visto alguna crítica positiva creo que mi opinión iría más en tu línea, así que no me animaré a leerlo
ResponderEliminarbesos
Hola!! La verdad es que pienso como tu: cuando he visto el libro he pensado que sería muy apetecible, te da una sensación de acogerte en la portada con ese desayuno.
ResponderEliminarPero veo que no tienes muy buena opinión de él...así que casi que lo dejo pasar .^^
Un beso! Soy nueva por este blog, me gusta así que te has ganado una nueva seguidora. Pásate por el mío: http://wherearemybooks.blogspot.com.es/
Pues con muchas ganas no me has dejado de leerlo, aunque había leído una opinión bastante positiva de él. No sé, no sé... no lo descarto del todo, pero ahora mismo no me apetece este tipo de lectura.
ResponderEliminarUn beso!!
vaya, pues esperaré a ver otras reseñas antes de lanzarme a leerlo :-)
ResponderEliminarPues yo, al igual que Meg, me esperaré a ver otros puntos de vista porque como a ti, la portada me atrae mucho :S (lo sé, soy muy superficial)
ResponderEliminarUn beso
A mi este tipo de libros en los que parece que no pasa nada me terminan por aburrir, se me repiten letras y al final los voy aparcando... los termino por orgullo y enfurruñada. Así que suelo optar por desestimarlos.
ResponderEliminarEsta vez no me lo voy a apuntar.
Besos
Coincido contigo... pero lamentablemente no lo terminé de leer, de verdad se me hizo imposible. No enganché para nada, ya que como tú lo dices, no es una novela, es un relato de cosas, un diario de vida, una recopilación de artículos.... no fue de mi gusto, no enganché con ningún personaje, simplemente me aburrí. Decidí dejarlo, ya que leer no debe ser un castigo, y este libro se estaba convirtiendo en uno. Muchas gracias por tu reseña (así no me siento tan sola...jajajaja)
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