DeBolsillo, 2.007 (primera edición 1.987)
Premios: ninguno.
Precio:
Adquisición: intercambio.
La autora
Ya presenté a esta autora, la norteamericana Nora Roberts, en las reseñas de 'Polos opuestos'.
Sinopsis
Rica y guapa, a Whitney MacAllister le gustan los coches deportivos, las películas antiguas y los hombres peligrosos. Douglas Lord, ladrón de guante blanco, está acostumbrado a vivir a la carrera. La única regla que no quiere romper es trabajar solo. Pero apremiado por la necesidad de encontrar dinero para lo que puede ser la brillante cumbre de su carrera, acepta a Whitney como su socia. Y con los titulares de los periódicos locales clamando por la desaparición de la heredera de los MacAllister, y una banda de criminales tras los talones, Doug y Whitney escapan hacia Madagascar a la búsqueda de un fabuloso tesoro datado en la Revolución francesa. Para Whitney acaba de comenzar una excitante aventura. Para Doug, la oportunidad de ese último gran golpe. Para ambos, la rendición a una pasión por la que merece la pena arriesgarse. Han entrado en un juego a vida o muerte que seguirá hasta su terrible conclusión: ni ganadores, ni perdedores.
Mi crítica
He leído libros mucho mejores. Tanto de Nora Roberts como de muchos otros autores. Al principio no me desagradaba la novela, pero al final estaba deseando terminarla debido a lo absurdo que se acaba volviendo el argumento. Es como si la escritora hubiese decidido mezclar la ciencia ficción (en el sentido más literal del término) con el romance para crear esta novela. Lo digo porque tanto los caracteres de los dos protagonistas como la trama, tienen tela.

Él, Doug Lloyd, es un ladrón de poca monta al que Nora Roberts intenta vender como un sofisticado mangante de un modo a mi juicio chapucero y poco sutil. Intenta que este personaje se gane el cariño del lector aplicando un par de pinceladas aquí y allá a modo de anécdotas para que se note que es un chorizo con moral. Lo consigue si el lector colabora, porque sus tácticas realmente no funcionan bien. Bajo mi punto de vista, la autora no logra que Doug Lloyd tenga encanto, aunque ponga bastante empeño en ello. Es un jeta, un caradura sin carisma, un protagonista que no ha resultado para nada especial.
Hablemos ahora de Whitney MacAllister, la protagonista femenina. Una pija cuasi perfecta sin oficio ni beneficio que se aburre. Ansía vivir aventuras, y por ello le baila el agua a Doug Lloyd, embarcándose con él en una empresa que no tiene ni pies ni cabeza. Si el lector no piensa constantemente en que el relato deba respetar la verosimilitud, disfrutará de 'Al rojo vivo'. Si no, la lectura se convierte en una especie de misión imposible, en un despropósito. Las aventuras que viven los dos personajes principales son totalmente surrealistas. Además, no hay absolutamente ninguna química entre Doug y Whitney.
Unos mafiosos de pacotilla se encargan de hacer las veces de malos de la película. Más que inspirar temor, como pretende Nora Roberts, inspiran pena y dan risa. Persiguen cada dos por tres los talones de Doug y Whitney, pero estos consiguen siempre darles esquinazo. No porque sean más inteligentes que los antagonistas, sino porque una suerte desmedida está siempre de su lado. Resultado: los malos, son ineptos.
El objetivo de todos los personajes que aparecen en la novela es hallar un tesoro que data de los días de la Revolución francesa. Me ha resultado chocante cómo Nora Roberts describe este acontecimiento histórico: básicamente lo pinta como una desgracia que tuvo que sufrir la alta sociedad de la época, una guerra en la que lo perdieron todo.
Todos mis intentos por tomarme este libro en serio fracasaron, y a medida que avanza la obra, cada vez era más difícil seguir leyendo sin que el escepticismo planeara sobre mi cabeza. A partir del segundo centenar de páginas, ya no pude evitarlo más. 'Al rojo vivo' es un completo desastre, hace aguas por todas partes. Bajo mi punto de vista, el argumento es estúpido y sus personajes también. El hecho de que no se guarde respeto a la verosimilitud al principio no me importaba tanto, pero cada vez me fue molestando más y más.
Conclusión
Otros libros de Nora Roberts escritos hace casi tres décadas no han sufrido tanto el paso del tiempo como este. 'Al rojo vivo' ha envejecido muy mal, no ha superado la prueba del tiempo y se ha quedado anclado a finales de los ochenta. No creo que sea un libro que merezca la pena ser reeditado, pero desde la editorial Debolsillo no lo han visto así.
Se supone que las novelas de este tipo prometen evasión y una lectura ligera. En mi caso, ha resultado ser todo lo contrario y me ha costado terminarla. Obviamente no la recomiendo por nada del mundo.
Valoración: 4/10
¿Recomendada?: No.