martes, 18 de febrero de 2014

Botchan, Natsume Soseki








Impedimenta, 2.008 (primera edición 1.906)
Premios: Premio Llibreter 2.008 
Precio: 19 €
Adquisición: préstamo







"La cultura china se presenta siempre como el ondear del agua, mientras que la cultura japonesa se identifica más con la sequedad de la arena. Lo sinuoso, lo brillante, lo melodioso, lo identificamos con lo chino, mientras que lo japonés es limpio, austero, cuadrado y silencioso. Los jardines chinos tienen agua y carpas ondeantes; los japoneses, arena blanca y piedras espirituales. Algo similar sucede en ambas lenguas: en el chino no existe la "erre" y todo son acuáticas "eles", mientras que en japonés no existe la "ele" y todo son "erres" arenosas".

El autor

Natsume Sōseki es el seudónimo literario de Natsume Kinnosuke. Fue un escritor japonés nacido en 1.867 y muerto en 1.916. Fue profesor de literatura inglesa y escritor de haikus y poesía china. Sus obras más conocidas son 'Kokoro', 'Soy un gato', 'Botchan' y 'Sanshiro'.
Nació en el seno de una familia de funcionarios públicos, descendiente de una familia de samuráis venida a menos. Sus padres lo entregaron en adopción a uno de sus sirvientes a la edad de dos años. En 1.886 conoció y trabó amistad con el poeta Masaoka Shiki, que le inició en el arte de la composición de haikus, momento en el que adoptó el seudónimo de Sōseki, que en chino significa 'terco'. Tras licenciarse, fue profesor de inglés en esa capital, y a los 30 años aceptó un empleo en Matsuyama en la Isla de Shikoku, en aquel tiempo considerada como una zona fuera de los confines de la civilización. Sus amigos intelectuales le dieron el pésame, porque aquel trabajo parecía más bien un destierro que un trabajo. Pese a ello, Sōseki enseñó durante un par de años a aquellos rudos escolares, que describe con mucho sarcasmo en Botchan (1.906).

Sinopsis

Botchan es un joven tokiota descreído y cínico al que mandan como profesor a una escuela rural situada en la remota isla de Shikoku. En su nuevo destino pronto se topará con una serie de insólitos personajes, como el jefe de estudios Camisarroja o el Calabaza, un triste profesor de ciencias de aspecto enfermizo y ánimo sombrío. Pero sobre todo se verá obligado a hacer frente a una auténtica caterva de fieros alumnos asilvestrados, que se consagrarán a hacerle la vida imposible.

Mi crítica

He de reconocer que seguramente jamás habría leído este libro de no ser porque una compañera de trabajo me lo dejó para que lo leyera. A ella me gusta mucho la literatura japonesa y conociendo mi interés por la literatura, me lo recomendó. Me alegro de haber tenido la oportunidad de haber leído este libro, porque ha resultado ser una experiencia muy positiva salir de mi zona cómoda en lo que a lecturas se refiere.

Esperaba encontrar una novela de ritmo lento, lenguaje complicado y descricpiones eternas. Nada más lejos de la verdad. 'Botchan' me sorprendió por su ritmo dinámico y por su estilo narrativo sencillo. La acción gira en tono a Botchan, que no es su verdadero nombre sino un apelativo cariñoso que le puso una sirvienta de su casa cuando era pequeño. A lo largo de la obra, no le conoceremos con otro nombre.

Botchan también significa “niño mimado” o “niñato”, connotaciones negativas que podrían ser atribuidas al protagonista. Es un personaje muy particular, con una personalidad bien definida. Se deja arrastrar por las circunstancias, es ingenuo y egoísta pero también sincero, y no está preparado para la vida que le espera más allá de los protectores muros de su casa.

Considero que uno de los puntos fuertes de la novela es la evolución del personaje principal. Es consciente de lo fácil que es manipularle, pero sólo se da cuenta de lo influenciable que es cuando ya no tiene remedio. Los prejuicios, las primeras impresiones y las buenas y malas personas que Botchan encontrará en su camino a la madurez le ayudarán en todo este proceso.

El humor está bastante presente en la novela, pero es un humor japonés, muy distinto al español, o al occidental. Es un poco difícil encontrar la gracia a ciertos pasajes humorísticos que aparecen en la obra. Más bien, me resultaron curiosos.

Hay personajes en 'Botchan' que, en mi opinión, merecen una mención especial. Desde la dulce Kiyo hasta los profesores del colegio de provincias al que entra a trabajar el protagonista: Calabaza, Camisarroja, Puercoespín... el lector únicamente cuenta con el punto de vista de Botchan, por lo que ve todo a través de sus ojos. Su visión de las cosas, como se puede deducir, no es para nada imparcial. Por eso, en ocasiones las acciones de los personajes parecen malintencionadas y en otras todo lo contrario. Ello complica la misión de dilucidar si los compañeros de trabajo de Botchan son buenas o malas personas.

Hay un pasaje poco antes del final que no me ha gustado mucho. En mi opinión, la novela acusa un bajón en este punto antes de remontar con un final que, al menos a mi, me ha sorprendido y gustado bastante.

Botchan representa la ingenuidad y la inocencia que existen en este mundo podrido por la corrupción y la burocracia, en el que unos pocos utilizan el sistema en su propio beneficio, haciendo y deshaciendo a su antojo. Al final, Botchan se convierte en un héroe defensor de causas justas. Algo que, por desgracia, pocas veces se ve en el mundo real.

Conclusión 

'Botchan' me ha gustado, es diferente a lo que suelo leer. Comentan que guarda ciertas semejanzas con 'El guardián entre el centeno' aunque no sé hasta qué punto será verdad porque no he leído ese libro.

Me ha gustado ese guiño a lo sencillo, a lo auténtico y a lo sincero en 'Botchan'. La recomiendo a los amantes de la literatura japonesa y a quienes tengan curiosidad por leerla tras haberse pasado por mi reseña. Una novela fácil de leer, de estilo sencillo y protagonizada por un personaje bastante peculiar.

¿Recomendada?: .

*Gracias a S. por haberme dejado su ejemplar para esta lectura.

14 comentarios:

  1. Me alegro que te haya gustado tu incursión a la literatura japonesa. Yo la tengo pendiente desde que leí Luz y oscuridad del mismo autor.

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  2. No suelo leer demasiada literatura japonesa aunque alguna novela sí he leído y por lo que cuentas no me importaría animarme con esta, aunque tampoco la colocaré entre mis lecturas a corto plazo
    Besos

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  3. No soy muy amante de la cultura japonesa, la verdad, así que no creo que disfrutara de este libro. Lo dejo pasar.

    Un besito.

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  4. A mi los japoneses me hacen recular,pero tras leer tu opinion me quedo con el título a mano

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  5. Estas salidas de la zona de confort pueden ser buenas excursiones, de vez en cuando. Aún no leí nada de Soseki pero me apetece mucho, por ese ritmo que mencionas, el humor tan peculiar, etc. a ver cuando puedo ponerme a ello.
    Un beso

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  6. Los autores orientales siempre despiertan mi curiosidad y llevo tiempo detrás de este libro. Me apetece mucho.
    Un beso.

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  7. No lo conocía!!
    Me lo llevo =)

    Besotes

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  8. Esa similitud con el guardían me hace dudar, pero no lo descarto. Un beso!

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  9. He leído poquísimo de cultura oriental,pero éste no me lo apunto, no me ha llamado mucho la atención.De todas formas gracias por el aporte.Un saludo

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  10. Le tengo ganas a Soseki, de hecho tengo un par de libros suyos (por cierto qué bonita portada, la primera foto que pones en "Mi crítica"). Lo bueno de salir de tu zona segura de lecturas es que descubres libros como este que resultan una agradable sorpresa. Lo "malo" es que tu zona de confort se amplía y ahora entran en la "saca" unos cuantos libros más (con lo que supone eso para la lista de pendientes...)

    Besos

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  11. He tenido mis más y mis menos con la literatura japonesa, solo me gustan unos pocos autores japoneses, pero a éste lo quiero leer desde hace tiempo. Pensaba empezar con él por la de Soy un gato, pero me haces dudar porque la que reseñas tiene muy buena pinta.

    Un beso!!

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  12. Recuerdo que lo tengo puntado, aunque no me acordaba muy bien de lo que contaba. Me resulta interesante ese humor japonés de que hablas, menos mal que lo defines como "curioso" y no como "absurdo".

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  13. Lo he leído y me gustó.
    Ese sentido del humor tan peculiar mezclado con una leve crítica me gustó muchísimo más que Soy un gato
    Besos

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  14. No se, no lo descarto, aunque este tipo de literatura no es la que suelo leer.
    Besos

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