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domingo, 18 de marzo de 2012

Riña de gatos, Eduardo Mendoza







Planeta, 2.010
Premios: premio Planeta 2.010
Precio: 21,50 €
Adquisición: biblioteca









"- Mire, padre, la gente no quema iglesias ni conventos sin ton ni son. Nunca han quemado una taberna, ni un hospital, ni una plaza de toros. Si en toda España el pueblo elige quemar iglesias, con lo que cuestan de prender, por algo será".

El autor

Eduardo Mendoza nace en 1.943 en Barcelona. En 1.965 se licencia en derecho y ejerce la abogacía hasta 1.973, año en que se convierte en traductor de la ONU.
Durante su estancia en Estados Unidos publica su primera novela, 'La verdad sobre el caso Savolta' (1.975). Su ópera prima lo lanza a la fama y un año después, tras la muerte de Franco, recibe el premio de la Crítica.
Después vino 'El misterio de la cripta embrujada' (1.979), una parodia de la novela negra mezclada con la gótica, que marca el comienzo de una trilogía protagonizada por un personaje peculiar. 'El laberinto de las aceitunas' (1.982), consolida a Eduardo Mendoza como uno de los autores con más éxito de ventas. Cierra la saga 'La aventura del tocador de señoras' (2.001).
Otras obras destacables son 'La ciudad de los prodigios' (1.986), llevada a la gran pantalla por Mario Camus en 1.999, 'Sin noticias de Gurb' (1.990) y 'El último trayecto de Horacio Dos' (2.001).
Además de otros títulos publicados entre medias, en 2.010, Eduardo Mendoza gana el premio Planeta de novela con la obra 'Riña de gatos'. 

Sinópsis

Un inglés llamado Anthony Whitelands llega a bordo de un tren al Madrid convulso de la primavera de 1.936. Deberá verificar la autenticidad de un cuadro desconocido, presumiblemente de Velázquez, perteneciente a un amigo de José Antonio Primo de Rivera, cuyo valor económico puede resultar determinante para favorecer un cambio político crucial en la historia de España. Turbulentos amores con mujeres de distintas clases sociales distraen al crítico de arte sin darle tiempo a calibrar cómo se van multiplicando sus perseguidores: policías, diplomáticos, políticos y espías, en una atmósfera de conspiración

Mi crítica

El primer y único acercamiento que había tenido hasta ahora a la prosa de Eduardo Mendoza fue gracias a ‘Sin noticias de Gurb’. Hace muchos años de esto y sólo recuerdo que no me gustó.
No compartí el humor absurdo del que hace gala el escritor catalán, y por tanto no pude disfrutar tanto como quise de aquella novela.

No me volví a animar con algo de Eduardo Mendoza hasta que acabé leyendo la sinópsis de ‘Riña de gatos’. Me apetecía volver a leer una novela ambientada en la guerra civil española, en este caso, en el preludio del acontecimiento. 

Me gusta mucho cómo escribe Eduardo Mendoza. Desde las primeras páginas el lector puede disfrutar de una prosa cuidada y selecta, culta, elegida con cuidado. Es extremadamente preciso con los adjetivos que utiliza para aderezar los ambientes y personajes. El estilo de Eduardo Mendoza podría compararse con la alta cocina. Es un gourmet de las palabras.

Creo que Eduardo Mendoza se defiende muy bien a la hora de escribir diálogos. No me convence tanto en las descripciones. Aunque en ambos aspectos su calidad sea notable, se luce realmente cuando hace hablar a los personajes. Cada uno de ellos tiene su voz atendiendo a su género, clase social, edad… diferencias evidentes que han de tenerse en cuenta por los escritores, aunque a la hora de la verdad casi ninguno logra conseguir autenticidad en las conversaciones.

El ritmo comienza siendo ágil, sin embargo se ralentiza poco a poco, a medida que las páginas van quedando atrás. La pintura, en concreto la perteneciente a Velázquez, es un tema muy importante en ‘Riña de gatos’. Desgraciadamente, la manera en que lo ha tratado Eduardo Mendoza en su novela se me antoja pesada y aburrida. Quizá se haya debido al hecho de que contextualizara mucho el universo del famoso pintor. Esta es una opinión muy personal, y puede que otro lector haya quedado encantado con el homenaje que el escritor catalán rinde a Velázquez. Esa valoración es muy subjetiva. 

Me gustó ver que el autor iba creando poco a poco una atmósfera de intriga y misterio. Eduardo Mendoza va preparando al lector gradualmente hasta tener todos sus elementos dispuestos para comenzar la aventura, que no es otra cosa que el cuerpo de la obra. 

No obstante, ‘Riña de gatos’ está muy enfocada a dos aspectos que han contribuido sobremanera a que la valoración de la misma se vea afectada negativamente: la política y, en menor medida, la pintura. De hecho, estoy convencida de que esta novela hubiese sido muchísimo más amena si el escritor se hubiera centrado más en la ficción y menos en estos temas. 

José Antonio Primo de Rivera, Sánchez Mazas, Azaña y hasta el mismísmo Franco aparecen como personajes de Riña de gatos’. No sé hasta qué punto ha sido buena idea ubicar a estos hombres en esta historia de ficción. No sólo debe respetar el rigor histórico que toda novela situada en el pasado requiere, sino que, además, Eduardo Mendoza ha debido estudiar cuidadosamente la vida y obra de estos políticos y militares. Por lo tanto, la verosimilitud era un asunto peliagudo y delicado que el autor ha sabido solventar sin problemas


Ojalá pudiera estarle agradecida por tamaño esfuerzo, pero lo cierto es que no es así. El hecho de que estos personajes intervengan ha contribuido a que ‘Riña de gatos’ sea una novela lenta y pesada en los pasajes en que estos señores salen a escena. Sus devaneos políticos no influyen tanto en el transcurso de la novela como cabría esperar, y considero que la obra podría haber funcionado de maravilla prescindiendo de ellos

Es cierto que durante esos convulsos años la política tuvo un peso muy considerable en el transcurso de los acontecimientos, pero, en mi opinión, esta tendría que haber sido una excusa para crear tramas, y no una trama en sí misma

En cambio, la parte dedicada a la ficción, fruto de la imaginación de Eduardo Mendoza, es la mejor. Me encanta la tensión amorosa que crea entre el protagonista, Anthony Whitelands, y Paquita del Valle y el misterio que rodea la figura de la joven

Conforme avanzan las páginas, se supone que ‘Riña de gatos’ tendría que ponerse más interesante. Al fin y al cabo, estamos ante una novela histórica con tintes bien marcados de intriga y misterio. Por desgracia, no ocurre eso en absoluto. El ritmo cada vez se ralentiza más y no vuelve a acelerarse hasta el final. 

Las ganas de abandonar Riña de gatosme acompañaron un trecho bastante considerable. En cuanto la política y sus protagonistas entran en escena, mi atención y mis ganas de seguir leyendo se evaporaban por completo. Cuando Eduardo Mendoza cambiaba de tercio, mi interés volvía a renacer de una manera espectacular. La Falange española, las JONS, los republicanos, los anarquistas… son temas que, en este contexto novelado, no me interesan lo más mínimo.

Alcanzando el final, me alegré de no haber abandonado esta obra. Todo comenzó a ponerse mucho más interesante. Me refiero, claro está, al desenlace de los amoríos de Anthony Whitelands y Paquita del Valle.  Mejora ‘Riña de gatos’ en este punto porque la política queda relegada a un segundo plano (ya era hora), cobrando los personajes de ficción más protagonismo. Me gustó cómo fueron desvelándose todos los misterios poco a poco sin dejar escapar toda la intriga que había ido acumulando el lector antes de tiempo. 

El final no es predecible, al menos no en todas sus facetas y aunque considero que podría haber estado mejor, este miramiento obedece más a criterios estrictamente personales que a aspectos formales de la obra y del argumento.

Conclusión

Es una pena que ‘Riña de gatos’ esté tan cargada de politiqueo puro y duro. Si no fuese así, la novela de Eduardo Mendoza me hubiera gustado muchísimo. Odio cuando suceden estas cosas, ya que esta obra tenía todos los ingredientes para haber sido genial y sin embargo, no ha sido así. 

Recomiendo su lectura a personas que disfruten con la política, a las que les guste de verdad. A los que no, aviso que probablemente se aburran entre sus páginas. 

Valoración: 6,5/10
¿Recomendada?: No.

15 comentarios:

  1. Es una pena que la política predomine tanto en una obra, es decir, al punto de que ésta deje de ser llevadera...pero bueno, siempre pasa que hay cosas innecesarias :( Saludos! :)

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  2. Azalea, muy buena tu reseña. La he leído detenidamente, porque este libro lleva en mi cabeza un tiempo y mi balanza siempre oscila entre leerlo y no leerlo. Con tu reseña, me ha quedado claro. Creo que no la leeré. No me gusta la política y muy probablemente no consiga terminarla. Es una pena, porque me encanta la forma de escribir de Eduardo Mendoza. Hace tiempo leí "El año del diluvio" y me gustó mucho. Te la recomeiendo.
    Besos

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    1. Marian, me alegro de que gracias a mi reseña hayas podido decidirte. Tomo nota de tu recomendación.
      Muchos besos! :)

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  3. al principio este libro no me llamaba mucho, después tras leer algunas reseñas me fui animando pero creo que cuando lo lea me voy a encontrar con el mismo problema que tú y es que el tema político me va a resultar aburrido, pero bueno, aún así le daré una oportunidad porque me gusta la época que refleja y también la pintura y Velázquez. Muy buena reseña
    besos

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  4. :O Pues yo le tenía ganas. Le tengo en el e-book esperando, aunque veré si al final me lo leo o no

    Besotes

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  5. De este autor me he leído tan solo El año del diluvio, que me gustó sin más, pero este ya me lo saco de la cabeza...
    Besines,

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  6. De Mendoza sólo he leído El misterio de la cripta embrujada y aunque me pareció entretenida no me convenció del todo.
    Riña de gatos, la verdad es que no me llama mucho. Mi hermana que es muy fan de este escritor no la pudo terminar y ya con tu reseña me dejas las cosas más claras.

    Un beso!!

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  7. Me gustó este libro, intenta evitar el politiqueo y tiene alguna nota de humor. También partes reiterativas, todo un cambio para este veterano autor
    Besos

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  8. Genial definición:...es un gourmet de las palabras.Coincido contigo en la valoración de Mendoza.Me quedo con la magia de su obra : La ciudad de los prodigios , para mí su mejor obra.Tu valoración crítica ...como siempre certera , directa.Yo particularmente me siento hastiado del manido y gastado tratamiento de la Guerra Civil , como materia narrativa.Como siempre tomo nota.Un cálido abrazo.

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  9. Lo poco que he leído del autor, me ha encantado... sin embargo este no termina de llamarme, no sabría decir por qué exactamente.

    Besotes

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  10. Es una lástima que tenga tanta política entre sus hojas. Me había gustado la sinopsis, ya veremos que otra cosa del autor puedo leer.
    saludos^^

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  11. A mi me gusta mucho este autor tanto en su faceta seria como en la más cómica.
    Pero este libro no me atrae mucho y ahora aun menos sabiendo que hay tanta política.
    Besos

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  12. A mi me pareció una novela escrita con muy buen gusto.
    El final lo noté precipitado y poco concluso, pero me resultó una lectura exquisita.

    Besos
    Lupa

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  13. Sin ánimo de menospreciar tu crítica, no entiendo cómo puedes decir que la novela está cargada de politiqueo: Cierto es que aparecen en ella políticos y personalidades que marcaron el devenir de los acontecimientos, pero en mi opinión Mendoza simplemente se sirve de ellos para presentar (creo que muy acertadamente y con la equidistancia debida) la convulsa y complicada situación que vivía España y que desembocó poco después en lo que todos sabemos.
    Por lo demás, muchas gracias por compartir tu opinión sobre una novela que a mi sí que me gustó mucho mientras la leía, aunque el final, al igual que le pasó a Lupa, me dejó bastante perplejo.

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    Respuestas
    1. No sé, es que lo he intentado con este autor tanto en su faceta cómica como en la no cómica y no nos hemos entendido. Creo que van más por ahí que por otra parte los tiros.

      Un beso.

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