Páginas

lunes, 12 de marzo de 2012

Come, reza, ama, Elisabeth Gilbert






Suma de letras, 2.010
Premios: ninguno. 
Adaptación cinematográfica de Ryan Murphy en 2.010
Precio: 19,50 €
Adquisición: propia








"O sea, ¿que lo has abandonado todo por esto? ¿Por esto has tirado a la basura nuestra vida? ¿Por unos espárragos esmirriados y un periódico en italiano?
Le contesté en voz alta:
- Para empezar, siento decirte que eso ya no es asunto tuyo - Le solté -. Pero te diré que la respuesta a tu pregunta es... sí".

La autora

Elisabeth Gilbert nació en 1.969 en Connecticut, Estados Unidos. Se crió sin televisión, por lo que leía mucho y escribía obras de teatro para divertirse.
Se inició en el mundo de la escritura en una prestigiosa revista como autora de una serie de cuentos titulado 'El debut de una escritora norteamericana'. Esto la condujo a un trabajo estable como periodista para multitud de revistas.
Su primer libro, titulado 'Pilgrims' -sin traducción al castellano- (1.997) recoge una serie de historias cortas que recibió el premio Pushcart. Después vendría una novela: 'Stern Men' -de nuevo sin traducción al castellano- en el año 2.000.
En 2.006 publicó 'Come, reza, ama', un libro de memorias de sus viajes por Italia, India e Indonesia pero, sobre todo, de la búsqueda de sí misma. Esta crónica de exploración espiritual y personal estuvo más de ochenta y ocho semanas entre los libros más vendidos. Los derechos del mismo fueron adquiridos por la productora Columbia Pictures. Julia Roberts fue la actriz encargada de interpretar a Elisabeth Gilbert en la adaptación cinematográfica. 

Sinópsis

Después de un divorcio traumático y en plena crisis emocional y espiritual, Elizabeth Gilbert se pregunta qué es lo que realmente quiere hacer con su vida. Decide entonces emprender un largo viaje que la llevará sucesivamente a Italia, la India e Indonesia, tres escalas geográficas que se corresponden con otras tantas etapas de búsqueda interior. Este libro es la bitácora de esa doble travesía, en la que la autora descubrirá la dolce vita en Roma, la paz interior alcanzada a tavés de la meditación en Bombay y, por fin, el deseado equilibrio entre cuerpo y espíritu en Bali

Mi crítica

Decidí llevarme esta novela en una de mis idas a la librería porque estaba bien de precio y me apetecía probar con un género que no es novela propiamente dicho.  Es no ficción (aunque no todo lo que cuenta me lo creo, sinceramente) novelada, una especie de cuaderno de viaje, tanto espiritual como geográfico, que recoge todo lo que aconteció en la vida de Elisabeth Gilbert durante doce meses. Esto es algo que no es común en las novelas: la protagonista de la historia es la propia autora.

La novela está narrada, como no podía ser de otra manera, en primera persona. El lenguaje que utiliza Elisabeth Gilbert es sencillo y directo, como si una amiga cercana estuviera contándonos la experiencia que ha vivido. ‘Come, reza, amaes una lectura ligera, que nadie se engañe. Por muy trascendente que se haya querido poner la autora en ocasiones, y por mucha espiritualidad que podamos encontrar en el segundo y tercer capítulo de la novela, esta obra no va a cambiar la vida de nadie, ni va a abrir los ojos a nadie, y dudo que su pretensión sea esa, sino entretener. 

Come, reza, amano pasará a la historia de la literatura por su calidad, pero consigue lo que se propone: dar alas a todo lector que se haya visto atrapado en su propia existencia alguna vez, dar esperanza a aquellos que hayan pasado por una crisis de identidad, ya que ella es la prueba viviente, digamos, de que se puede salir de ella (teniendo unos cuantos miles de dólares en la cuenta corriente, mucha suerte y ninguna carga familiar a cuestas, claro está).

Hacer una valoración de esta obra desde el punto un punto de vista estético, prestando especial atención al estilo narrativo, sería cometer una estupidez de proporciones épicas. Lo que pretende la autora es llegar al lector a través de su historia, no a través de su prosa que, en este caso en concreto, es lo de menos. Por ello, me centraré más en otros aspectos de ‘Come, reza, ama’.

La novela tiene puntos graciosos –Elisabeth Gilbert tiene una visión sarcástica y algo ácida de la vida y de sí misma- pero también toca temas bastante peliagudos. ¿Cómo, teniéndolo todo, se puede ser infeliz? Era el caso de la autora. La historia de su viaje comenzó con una simple pregunta: “¿y qué quieres hacer?”.

Aún no he decidido si Elisabeth Gilbert, a través de la lectura de sus páginas, me resulta simpática o no. En algunos momentos (que se repiten bastante a menudo) parece la típica pija insulsa de Nueva York que tantas veces vemos en películas y series americanas. Otras veces, en cambio, dice verdades como puños. No dudo de que la historia contada en ‘Come, reza, ama’ no haya sucedido, pero sí pongo en duda que haya sido fiel a toda la verdad y que no haya sucumbido a la tentación de cambiar un par de cosillas que no quedaban del todo bien en su súper viaje. Es imposible que alguien tenga tanta suerte.

La narración en la primera parte es muy fluida, casi un reguero de anécdotas que van contándose una detrás de otra. La segunda parte es la que menos me ha gustado. Hay muy poca acción y demasiada información acerca de la meditación y el yoga en India. Era necesario bombardear al lector con ella para que se haga una idea de lo que Elisabeth Gilbert quería alcanzar durante su descanso en aquel país. Sin embargo, no me atrae nada ese mundo y a consecuencia de ello se me hizo tremendamente pesado. La tercera parte también contiene muchos datos acerca de Indonesia, su gente y sus costumbres, pero es más amena porque suceden otras cosas en la vida de la protagonista más terrenales. 

Realmente me impresionó la agilidad de Elisabeth Gilbert de pasar de un tema a otro, de unir los puntos que quería contar con esa soltura, haciendo la lectura mucho más amena de lo que podría haber sido. También tiene un don especial en lo que se refiere a las metáforas. Algunas son chocantes e inesperadas. Creo necesario resaltar estas capacidades porque contribuyen notablemente a que la acción sea más dinámica. Su estilo narrativo no tiene pretensión alguna más allá de contar una historia.

Además, se sincera hablando sobre cuestiones que ella veía desde una perspectiva errónea o excesivamente superficial cuando todavía vivía en Nueva York. En su viaje alrededor del mundo abre los ojos a otras experiencias y, por primera vez en su vida, se moja. Esto hace que la veamos en su etapa anterior como una frívola, e incluso, a mis ojos, como una tonta. Abordaba ciertas ideas desde un cómodo y egocéntrico punto de vista del que se deshace a lo largo de su travesía. El lector es testigo del paulatino cambio de Elisabeth Gilbert. Un cambio que estaba pidiendo a gritos.

Me gustó la parte que dedica al perdón. Perdonarse a sí misma por los errores cometidos en el pasado, y perdonar a los demás. De verdad. Para hacerlo, se da cuenta de que necesita querer a quien le ha ofendido, y además, es una muestra de humildad, algo de lo que carecía cuando vivía en la Gran Manzana. Me agrada el hecho de que Elisabeth Gilbert haya podido dejar los demonios atrás y que sea capaz de seguir adelante le pese a quien le pese.

Llegando al final, me di cuenta de todo lo que había ido leyendo y no pude evitar pensar que la lectura se me había hecho un poco pesada en general. La segunda parte de la novela, India, es la más larga y la que menos me gustó, y esto ha influido enormemente en mi valoración del conjunto. Por otro lado, la conclusión deCome, reza, amame gustó. Es muy introspectiva, compara el antes y el ahora. Elisabeth Gilbert es una mujer nueva.

Conclusión

Come, reza, ama’, como bien dije anteriormente, es una lectura de evasión, perfecta para quien no tiene mucha costumbre lectora y perfecta también para aquellos que sí la tengan y necesiten descansar de obras densas. 

Recomiendo esta novela a aquellos que se hayan sentido atraídos por el argumento, a los que simpaticen con la meditación y el yoga y la búsqueda del yo interior y la espiritualidad. A los que, después de leer mi reseña, no estén muy seguros todavía, les diría que vieran la película un domingo en el que os encontréis ociosos. 

Valoración: 6/10
¿Recomendada?: .

14 comentarios:

  1. Es un libro que tengo entre mis lecturas dudosas, por un lado me llama la atención pero por otro he visto bastantes críticas negativas y creo que puede que no me guste, asi que ahí está, cuando tenga menos lecturas pendientes quizás me decida finalmente a darle una oportunidad. Una reseña muy completa!
    besos

    ResponderEliminar
  2. Sigo teniendo dudas, principalmente porque el tema de la espiritualidad no es algo que me interese, así que seguiré tu consejo y veré primero la película y si me gusta, pues ya veremos.
    Gracias por la reseña!

    Un beso!

    ResponderEliminar
  3. Buena reseña, aunque no me llama mucho. La portada me ha parecido más propia para una película.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, es que esta portada salió después de que se estrenara la película y es la misma que la de la versión cinematográfica.

      Eliminar
  4. Yo es que he leído críticas que lo ponen bastante mal así que ya hace tiempo que lo había descartado...

    ResponderEliminar
  5. Este no me llama especialmente... en general he leído reseñas positivas, la tuya es muy muy completa.
    Pero creo que lo dejo pasar =)

    Besotes

    ResponderEliminar
  6. Yo lo que pasa es que vi la película y me aburrí mortalmente, por eso no me he animado con el libro.
    Una gran reseña, besos.

    ResponderEliminar
  7. Genial! me gusta eso de que esté relacionado con la meditación,la búsqueda del yo interior,la espiritualidad... muy buena reseña! Quizas lo lea pronto :)

    ResponderEliminar
  8. Yo tengo muchas ganas de ver esta película, porque el libro en sí no me ha "tincado" mucho, así que haré como tu dices y la veré un día domingo que no tenga nada mejor que hacer. Muchas gracias por la reseña.
    saludos^^

    ResponderEliminar
  9. Me ha encantado tu análisis, no la voy a leer pero sí me ha dado curiosidad por ver la película. Creo que esta novela, a la que había visto leer a mucha gente en el metro en Madrid, puede ser el producto de una búsqueda de identidad muy de moda actualmente, con el postit de los típicos países que te llevan a reencontrarte a través de sus riquezas culturales, en la diferencia del otro se encuentra el yo profundo. Muy tipificado. Yo francamente creo que para encontrarse con uno mismo basta enfrentarse cara a cara con nuestros problemas, nuetros miedos y sufrir un poco las pequeñas batallas de la vida diaria, entendiendo, tras este fogueo nuestras limitaciones y queriéndonos como somos, sin más pretensiones que viviendo lo corto de la vida y el amor de los que nos rodean . Un poco simple, verdad???

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡Me ha encantado tu comentario!! Estoy totalmente de acuerdo contigo. Para encontrarse y conocerse a uno mismo, nada como enfrentarse a lo que más miedo te dé. Así sabes hasta dónde puedes llegar. Y lo mismo con el amor y mil cosas. Los que dan la vuelta al mundo para encontrarse a sí mismos gastan mucho más dinero y no sé si será igual de efectivo.
      Un beso.

      Eliminar
  10. Tengo pendiente ver esa película, pero tampoco me llamó mucho la atención, así que estoy indecisa de hacerlo o no, pero supongo que si cae en mis manos le daré una oportunidad al libro, un beso!

    ResponderEliminar
  11. La búsqueda del yo interior, de la espiritualidad... eso me gusta, me atrae, pero no sé, no acabo de estar convencida. Es que es ver a Julia Roberts y se me quitan la ganas...
    Besos,

    ResponderEliminar
  12. Este libro me defraudó bastante la verdad, esperaba algo mucho más ameno y divertido y me pareció un rollo que ni sé como lo pude terminar. Y mira que no suelo opinar mal de los libros, pero este en concreto me aburrió extremadamente. Se me quitaron las ganas de ver la película... sorry. Besos

    ResponderEliminar