Lumen, 2.015
Premios: ninguno.
Precio: 23,90 €
Adquisición: regalo.
El autor
Justin Go es un autor norteamericano nacido en Los Angeles. Estudió en la Universidad de California y en Londres. Ha vivido en el viejo continente casi la mitad de su vida, incluyendo París, Londres y Berlín entre otras ciudades. Su primera novela fue publicada en 2.014 y ya ha sido traducida a más de veinte lenguas distintas. Actualmente, Justin Go está preparando su segunda novela.
Sinopsis
Tristan Campbell acude a Londres respondiendo al requerimiento de un despacho de abogados: todo indica que podría ser el titular de la herencia de Ashley Walsingham, un montañero británico que murió en 1.924 dejando su fortuna a la misteriosa Imogen Soames-Andersson. Se le concede a Tristan un corto plazo para demostrar que hay lazos de sangre que le unen a Imogen y es por lo tanto el heredero de un legado que puede cambiar su vida. El chico sabe poco o nada de la historia de su familia, pero asume el desafío y emprende una investigación contrarreloj sobre sus antepasados.
Mi crítica
Hace tiempo estaba convencida de que una lectura avalada por el sello Lumen era garantía de estar ante una obra de calidad. Ahora que llevo leídos varios libros seguidos pertenecientes a esta editorial que no han terminado de convencerme, estoy poco a poco poniendo en duda dicha afirmación. Por desgracia, 'El tiempo que nos queda' no representa la excepción, sino todo lo contrario.
A excepción del final, 'El tiempo que nos queda' no ha resultado ser una mala experiencia lectora, pero tampoco contiene, bajo mi punto de vista, nada especialmente reseñable. La obra presenta un punto de partida para nada original el cual hemos visto decenas de veces: dos tramas, una en el presente y otra en el pasado que están conectadas por un misterio que se debe resolver. En este caso, ese misterio está relacionado con una extraña herencia.
La figura que más destaca a lo largo de la obra es Imogen. Una mujer de quien se enamora Ashley, un alpinista que recorre el mundo para coronar las montañas más altas del mundo. El paradero de Imogen, tras una serie de circunstancias, se torna totalmente misterioso, y se le pierde la pista en el primer tercio del siglo XX. Este es el enigma que debe resolver Tristan.
El protagonista de la trama del presente es Tristan, un joven norteamericano que resulta ser un mero peón. Su única función es atar los cabos que permanecen sueltos desde hace décadas para descubrir qué fue de Imogen. No me han convencido en líneas generales las figuras que intervienen en la novela. No solo porque el autor está más pendiente de realzar los hechos que de desarrollar a sus personajes, sino porque, bajo mi punto de vista, Justin Go los ha querido embadurnar de una capa de misterio tal que resultan, a ratos, inaccesibles. Como si fueran fantasmas antes de tiempo.
El lector recibe información acerca de los personajes a través de cartas que Tristan va hallando, y a través de flashbacks en los que podemos acercanos más a estos personajes. Como siempre suele suceder en este tipo de obras, la trama del pasado es mucho más interesante que la del presente. He leído tantas novelas similares a lo que ha resultado ser 'El tiempo que nos queda' que es como si ya hubiera leído la obra. Es como leer otro libro de Kate Morton, pero ni tan interesante ni con una trama tan bien estructurada.
'El tiempo que nos queda' no es una mala novela, pero nunca me terminó de enganchar. El ritmo es muy lento y se le da demasiado foco a la trama del presente. Esto impide que la acción sea más fluida. Además, considero que Justin Go se empeña obstinadamente en dar demasiados detalles a lo largo de las páginas, tanto a nivel narrativo como a nivel del desarrollo de la trama.
Sin duda, lo peor de la novela es el final. Un final que, soy plenamente consciente, ha enfadado a muchos lectores. No solo deja al lector con la miel en los labios sin dar respuestas a numerosas cuestiones que llevaban en el aire prácticamente desde el inicio, sino que todo resulta demasiado confuso. Da la sensación de que a uno le han tomado el pelo o peor, que no es capaz de comprender nada porque se ha perdido algo. El final, bajo mi punto de vista, es una parte esencial en una novela, es el último contacto del lector con el autor y con la historia que le ha tenido durante horas pendiente antes de cerrar las páginas de un libro. Y no se puede jugar así con los lectores. Absolutamente decepcionante.
Conclusión
Aparte del hecho de que Justin Go aporta poca originalidad al panorama literario actual, antes de terminar la novela quería reservarme el derecho a aconsejar su lectura o no. Sin embargo, tras ese final tan decepcionante, mi conclusión está clara: no lo recomiendo. No volvería a probar con el autor a menos que mejore mucho sus dotes literarias, y solo si la obra viene recomendada por varios lectores de cuyo criterio y gustos me fíe. Considero que Justin Go aún tiene mucho que mejorar, y que una buena estrategia de marketing sería revisar el clímax de sus historias un par de veces, por si acaso.
¿Recomendada?: No.
Hola amigo me gusta esta
ResponderEliminarpagina por su buen contenido
es muy bueno.
http://www.gnula.mobi/
He terminado el libro ahora mismo y pienso que este autor se ha reido de todos sus lectores.
ResponderEliminarIndependientemente de que no sea nada novedosa la trama, no puedes hacer un final de semejante magnitud.La primera vez que un libro me cabrea por un despropósito así.
Puede tener un final mejor o peor, pero que al menos tenga uno que aclare ciertos temas.
El libro estaba en cogiendo polvo en uns estantería, ahora me arrepiento de haberle rescatado.
No se si ha sido un regalo o lo ha comprado alguien de mi familia, pero me compadezco de esa persona por haber gastado el dinero en algo así.
Necesitaba algún lugar donde decirlo.