DeBolsillo, 2.012 (primera edición 2.008)
Premios: ninguno.
Precio: 10,95 € (en edición de bolsillo)
Adquisición: regalo
"Estamos solos en el mundo, pero si somos afortunados, llega un momento en que pertenecemos a algo, a alguien, y ese momento nos sostiene durante toda una vida de soledad…".
La autora
Paullina Simons es una autora norteamericana de origen ruso nacida en 1.963. A los diez años su familia emigró a Queen, en Estados Unidos y estudió en la Universidad Estatal de Nueva York. Casada con un inglés, marchó al Reino Unido, estudiando en la Universidad de Essex, en Colchester. Regresó a Estados Unidos y se licenció en Ciencias Políticas en la Universidad de Kansas, trabajando como periodista y traductora financiera hasta 1.995, fecha en la que publicó su primer libro, titulado 'El sueño imposible', seguido de su trilogía 'El jinete de bronce' a la que pertenece esta novela, 'Tatiana y Alexander'.
Sinopsis
Tatiana, embarazada y viuda a sus dieciocho años, huye de un Leningrado en ruinas para empezar una nueva vida en Estados Unidos. Pero los fantasmas del pasado no descansan: todavía cree que Alexander, su marido y comandante del Ejército Rojo, está vivo. Entre tanto, en la Unión Soviética, Alexander se salva en el último momento de una ejecución. Tatiana viajará hasta Europa como enfermera de la Cruz Roja y se enfrentará al horror de la guerra para encontrar al hombre de su vida...
Mi crítica
Cada vez leo más novela romántica, pero hubo un tiempo en que este género apenas lo leía y 'Tatiana y Alexander' constistuyó la excepción en mis estanterías. La razón por la que me decidí por él fue la fama que tenía la obra de Paullina Simons: me habían hablado tan bien de esta (gustará incluso a los más escépticos, está muy bien escrita, decían...) que opté por darle una oportunidad.
Más tarde me enteré de que tanto Tatiana como Alexander están presentes a lo largo de una trilogía: 'El jinete de bronce' es el primer volumen y el que da título a la saga, 'Tatiana y Alexander' es el segundo y 'El jardín de verano', la obra que cierra la historia. Quise empezar por el primero, como es lógico, pero como sólo estaba disponible el segundo, a él que me lancé. En honor a la verdad, reconozco que no tuve absolutamente ninguna clase de problemas por no leer la primera parte, pues nunca tuve la sensación de que me perdí algo: se deducía perfectamente bien qué había pasado al principio de la historia y la acción se centraba en lo que ocurría en este segundo volumen, y no en lo que ya había ocurrido.
¿Qué mejor prueba de amor que una guerra, el distanciamiento, el horror, la muerte? Otra de las razones por las que me lancé a leer la novela de Paullina Simons fue su argumento: el amor a prueba de las circunstancias más adversas. Tatiana es enfermera y Alexander, oficial del Ejército Rojo. Como es de suponer, el destino conspirará para mantenerlos separados, a pesar de que en todo momento ambos arriesgan su vida para poder reunirse de nuevo.
La segunda guerra mundial continúa y mientras que Tatiana logra huir del horror sola y con un bebé en su seno, no se rinde y lucha por mantener la esperanza. En su fuero interno sabe que Alexander, pese a todo, está vivo. Mientras tanto, su marido se encuentra en la Unión Soviética, soportando todo tipo de vejaciones por parte de ejército rojo, convencido de que es un traidor por culpa de sus orígenes norteamericanos. Sólo el recuerdo de su esposa alimenta su espíritu ante la adversidad.
La pregunta es: ¿llegará el día en que los amantes se reúnan de nuevo?
Desde el principio, los personajes (sobre todo los secundarios) actúan de cierta manera que es difícil de creer, la verdad. Las creencias e ideologías de ciertas figuras que intervienen en la trama parecen vagar sin rumbo debido a un capricho y no tanto a otras razones de más peso. Esto afecta a uno de los dos protagonistas de manera significativa, y cambiará el destino de ambos.
Una vez la acción se traslada a la Unión Soviética, esta primera parte de la novela me pareció la más creíble, la más documentada, la mejor en resumidas cuentas. Sin embargo, cuando Tatiana logra su primer objetivo, la novela volvió a flaquear: para mi gusto, las cosas le salen a la primera a la protagonista femenina en su lucha por recuperar a Alexander. La autora se empeña en separarles poniendo todas las trabas posibles en sus caminos para después dejarles vía libre en su deseo de reencontrarse. Un poco raro y un poco extremo, la verdad.
De vez en cuando la autora introduce flashbacks aquí y allá, la mayoría con bastante carga erótica, cómo no. La luna de miel (que duró un mes y dio para mucho), lo explícito de sus costumbres amatorias... Esta parte, sinceramente me pareció bastante menos interesante que la que nos cuenta Alexander desde su particular infierno. Al contrario de lo que pueda parecer, los diálogos entre los rudos militares se me hicieron más creíbles que los de cama entre los amantes.
Y hablando de los personajes, comenzaré por la protagonista femenina: Tatiana es una chica joven, dulce, buena y complaciente esposa (arquetípico, pero aceptable). En cambio Alexander, no me pareció un personaje que inspirara simpatía, precisamente. No es el galán que aparece en muchas novelas románticas, eso es cierto, pero eso de anteponer un cigarrillo a hablar con su mujer no me convence para que le pueda ver con buenos ojos. Él es duro con ella, le obliga a acatar órdenes sin rechistar, le grita... sí, estamos en los años cuarenta y los personajes se educaron en un entorno machista, pero se me hace muy difícil creer que este hombre sea digno del amor de nadie.
Durante el tiempo que pasan separados, parece que el lector le tenga que poner en un pedestal por no haberse acostado con ninguna prostituta y haberle sido fiel a su mujer. Por otro parte, es curioso ver cómo Tatiana, a la que tampoco le faltaron oportunidades, tiene fuertes remordimientos por no haber hecho nada, simplemente pensar en la posibilidad de pasada.
Otro aspecto del comportamiento del personaje de Alexander que me ha llamado la atención es que en la primera mitad de la novela no para de tener una actitud de macho sobreprotector y ultra celoso y más tarde, casi al final, parece cambiar radicalmente de idea, y está dispuesto a perdonar lo imperdonable en caso de que hubiera sucedido. No tiene lógica ninguna, pues el lector no ha asistido a una transformación tan extrema de su carácter no hay evolución ni progresión, tan solo el principio y el final del extremo.
En resumidas cuentas, son ambos personajes un tanto planos (sobre todo él), con ciertas contradicciones en sus caracteres a lo largo de la novela que no se justifican, lo que les convierte en figuras nada creíbles.
El final, por supuesto, es predecible en su máxima expresión. Todo es tan romántico que empalaga, se les nubla el sentido común y los pasajes se tornan muy inverosímiles. Ah, y mencionaré algo que no es spoiler pero os va a encantar: la segunda prioridad de Alexander es fumar... y la primera, no es escapar con vida y volver a ver a su hijo, precisamente...
Conclusión
Lo que la autora ha contado en casi setecientas páginas podría haberlo hecho en quinientas, o menos. Las páginas centrales son las más soporíferas, en mi opinión, lo mejor es el principio y las páginas que preceden al final. No tengo ganas de leerme el primero ni el tercer libro de la saga. Con lo que he leído ya tengo suficiente, y puedo más o menos imaginarme el principio y el final de la trilogía, así que para qué malgastar tiempo y dinero.
La novela engancha a ratos, porque es una lectura ligera que no exige demasiados esfuerzos pero a la vez se hace lenta y pesada en ocasiones. Sólo la recomendaría para fanáticas -y fanáticos- del género romántico.
Aunque hay que tener en cuenta que la novela tiene un poquito de ambientación histórica que la verdad está bastante lograda, y ello le otorga cierto valor añadido, bajo mi punto de vista aprueba por los pelos.
Valoración: 5/10
¿Recomendada?: No.
¡Uy! Pues por éste tenía yo un poco de curiosidad, pero vista tu reseña creo que se me han quitado las ganas de leerlo.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Me llama mas el primero, el de el jinete de bronce, pero no tengo ninguno y no voy a por él..
ResponderEliminarVaya, pues es una de las trilogías mejor valoradas del género. Yo no la he leído aún porque huyo de sagas, pero la tengo en el punto de mira.
ResponderEliminarUn besito.
Pues mira que tiene buena fama, pero justo con los elementos que has destacado la descarto por completo, muy buena reseña :) Saludos!
ResponderEliminarHoy no estoy de acuerdo con tu reseña. Quizás a muchas de las cosas que no has entendido o no ves justificables le encontrarias más sentido si hubieses leído la primera novela. No deja de ser ficción y romanticismo hay mucho pero también hay escenas muy duras. Yo disfruté con las tres partes y por supuesto, la recomiendo.
ResponderEliminarPues yo tengo ganas de leer estos libros, me llaman mucho desde hace tiempo.
ResponderEliminarun beso
Fíjate que estos libros no me han llamado nunca la atención...
ResponderEliminarBesotes
Vaya, pues yo tengo apuntada esta trilogia para empezarla por El jinete de bronce, ahora no se, la dejare un poco a la espera, besotes
ResponderEliminarA mi me llamaba la atención desde hace unos añitos, pero por lo que cuentas creo que se me va a hacer demasiado largo de leer. Lo voy a dejar pasar por el momento.
ResponderEliminarUn beso.
A mi lo empalagoso ni en los postres, así que pasando.
ResponderEliminarBesos
No me gustan nada las novelas que tienen páginas de relleno y menos si son soporíferas, como no la recomiendas ni la anoto.
ResponderEliminarUn beso.
No me gustan los libros azucarados, así que nunca me he sentido atraída
ResponderEliminarBesos
No me gusta nada la novela romántica, no me va, así que este libro tampoco pensaba leerlo pero, vamos, que después de tu reseña... ninguna duda me cabe. Un beso.
ResponderEliminarPaso por encima, porque no he leído el primero y lo quiero leer, y según me vaya...Un besote.
ResponderEliminarEse final que empalaga... los personajes que están a por uvas, no sé yo, en todo caso leería el primero para empezar si me animo con la romántica, aunque alguna otra va por delante.
ResponderEliminarBesos
Sabía que formaba parte de una trilogía, pero no que se pudiera leer tan tranquilamente sin haber leído el anterior. No me gusta todo eso que cuentas de los personajes, de comportamientos poco creíble, el machito protector... Y el azúcar si no está bien distrbuida me empalaga... Va a ser que no ;)
ResponderEliminarBesos
Pues yo sí que tengo ganas de leer esta trilogía, al menos el primero y luego ya decidiré aunque leyendo tus impresiones iré sobre aviso ya que hasta ahora había visto muy buenas opiniones
ResponderEliminarBesos
Lo tengo en casa desde hace tiempo pero sin animarme por el hecho de ser trilogía. Ahora leo esta reseña y lo tengo claro, a mí tanto empalago me mata. No lo leeré.
ResponderEliminarBesos.
En mi opinión, leer la segunda y tercera parte de la trilogía es una pérdida de tiempo, ni siquiera transcurre en el mismo país en el que comienza. El libro importante, el que ha sido best seller es El jinete de bronce y tiene como protagonista el asedio a Leningrado durante la segunda guerra mundial (uno de los sucesos más horrorosos de esta guerra), que ocupa casi todo el libro y que está contado a través de Tatiana y su familia. Es un relato que impacta en el lector. Hitler dijo: "Leningrado debe ser borrado de la faz de la tierra", y casi lo consigue porque murieron un millón de civiles (un tercio de la población) de hambre y frío. Solo por esto, y por aprender lo que sucedió en esta ciudad merece la pena leer el libro. Yo creo que la autora se basó en el diario de Tatiana Sávicheva, una niña que cuenta en su diario como todos los miembros de su familia van muriendo hasta que se queda sola. La historia de amor es bonita y terrible a la vez: dos hermanas que se quieren enamoradas del mismo hombre, y en este aspecto, solo critico las escenas de sexo que, llegado el momento, me parecieron excesivas y muy detalladas, pero es mi opinión. Un saludo.
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